El procés no seca el cava, que mantiene sus ventas en 250 millones de botellas

Ni procés ni tensión políticas entre el Govern y el Ejecutivo de Sánchez han podido con la fortaleza del sector del cava, que espera cerrar el ejercicio con unas ventas cercanas a los 250 millones de botellas en el mercado nacional e internacional, cifras similares a las de hace un año. Tanto los organismos reguladores como las firmas del sector coinciden en sus previsiones y recuerdan que, sólo en Navidad, se concentran entre el 30 y el 40% de las ventas dentro y fuera del país.

El dato sube hasta rondar el 50% en el caso del consumo nacional, que desde 1990 ha decaído ligeramente -en torno a un 2%- hasta rondar los 90 millones de botellas, según datos del Consejo Regulador del Cava.

Su expresidente Pedro Bonet (Freixenet) denunció en la memoria de 2017 de esta entidad que, de no haber sido por el boicot a productos catalanes derivado de las "turbulencias políticas del último trimestre" -en alusión al referéndum ilegal-, el ejercicio pasado habría sido "brillante".

Mira también

El control de Codorníu y Freixenet sale de Cataluña... ¿Será Champán o Lambrusco?

El presidente del Institut del Cava, Damià Deàs, considera que este año no se ven señales de boicot y apunta a que el estancamiento del consumo de este producto en España se debe más a la creciente competencia de otros espumosos, según declara a Efe. "Creo que el descenso del cava hace seis o siete años pudo verse afectado por el boicot, pero ahora lo que pasa es que las bodegas han abierto sus denominaciones a los espumosos y, poco a poco, han sacado productos de calidad", argumenta.

Deàs asegura que en otras partes del mundo el consumo de cava está más desestacionalizado que en España, donde está muy asociado a Navidad, y que los esfuerzos de la industria se centran en introducirse en nuevos momentos de consumo, como el aperitivo. Desde Codorníu han apuntado que esperan un crecimiento de ventas navideñas este año cercano al 4%.