El psm propone “etiquetar” los vehículos de madrid en función de lo que contaminan y suprimir el ser más allá de la m-30


El PSM propuso este martes el etiquetado de vehículos en Madrid en función de sus emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas, de acuerdo con las directrices del Plan Nacional para la Mejora de la Calidad del Aire, que establece, en función del nivel de contaminación, los adhesivos rojo, naranja, amarillo y verde, como una de las medidas para combatir la contaminación. También suprimir el aparcamiento regulado por el SER en los barrios externos a la M-30.
Esta es una de las alegaciones en forma de propuestas presentadas por el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, quien en rueda de prensa tachó el plan de Ana Botella de “insuficiente”, “poco valiente” y de vocación “recaudatoria”, y de ser más caro que el que propone el PSM.
Así, propone el Grupo Socialista, en los dos primeros años a partir de la finalización del etiquetado se limitará el acceso a la zona de bajas emisiones (ZBE) de los vehículos más contaminantes (etiqueta roja), y a partir de los dos años de la finalización del etiquetado se limitará progresivamente el acceso al resto de los vehículos contaminantes (etiquetas naranja y amarilla). Una limitación de acceso a la zona ZBE de la que estarán exentos los vehículos de residentes, los de servicio público y de emergencias.
También propone que las bonificaciones y exenciones en el Impuesto de Circulación se cuantifiquen en función del etiquetado de cada vehículo y de sus emisiones contaminantes. Igualmente, la ampliación de la zona de bajas emisiones definida por el Plan de Calidad del Aire a toda el área comprendida en el interior de la M-30.
Por otra parte, los socialistas plantean reformar el Protocolo de Alerta a la Población del Municipio de Madrid para que cuando se supere el nivel de aviso a la población por dióxido de nitrógeno (250 microgramos/m3 durante dos horas consecutivas en dos o más estaciones de la misma zona), además de medidas informativas, se tomen otras relativas al refuerzo del transporte público y a la restricción de tráfico rodado y de los aparcamientos en la zona afectada.
En el caso de que las estaciones que superen el nivel de aviso estén incluidas en la zona ZBE, las restricciones de tráfico consistirán en la prohibición del acceso a esta zona a todos los vehículos excepto a los de residentes, transporte público, vehículos de energías limpias y servicios públicos.
También cree el PSM que hay que promover el uso del transporte público para lo que propone un billete horario integrado, que llaman Metrobús-90, que, con el precio único de un solo billete, permita usar toda la red de transporte de la capital durante un tiempo máximo de 90 minutos.
También crear una red de plataformas reservadas y carriles bus para autobuses con prioridad semafórica, y un plan de instalación de carriles reversibles y multifunción en las zonas ZBE y en aquellas que lo necesiten.
Otras medidas son la creación de nuevas “líneas exprés” de autobuses con carril bus en todo su recorrido, inclusión en el Plan de Calidad del Aire de un compromiso para la reconversión en 2015 de al menos el 80% de la flota de autobuses de la EMT a energías limpias y poner en marcha antes de esa fecha los intercambiadores de Plaza del Conde de Casal y Plaza de Legazpi.
En cuanto al aparcamiento, el PSM pide anular el aumento del 10% de las tarifas de aparcamiento del SER en las zonas ZEB y la supresión también de la ampliación en una hora del SER en el resto. Por el contrario, cree mejor transformar plazas azules en plazas verdes y aplicar tarifas discriminadas del SER en función de su contaminación atmosférica.
En este ámbito, reclaman eliminar el SER en los ámbitos exteriores a la M-30, “dado su carácter recaudatorio y el por el escaso o nulo efecto que su aplicación ha tenido desde su implantación en 2006 en la reducción de la contaminación atmosférica y la mejora de la movilidad”.
Por último, los socialistas de Madrid piden la peatonalización parcial del Paseo del Prado, manteniendo en fin de semana abiertos solo dos carriles para el tráfico rodado por sentido entre Cibeles y Atocha. Igualmente, la plantación en las calles de Madrid de 50.000 árboles en tres años.
EVALUACIÓN DEL PLAN BOTELLA
Los socialistas madrileños consideran el Plan de Calidad del Aire un “plan virtual, recaudatorio, poco ambicioso e insuficiente” para reducir la contaminación atmosférica en Madrid. Estiman, incluso, que es peor que la Estrategia Local de Calidad del Aire de 2006, al presentar un presupuesto inferior, así como menos medidas contra la contaminación atmosférica.
De igual modo, el PSM ve que el plan no garantiza que Madrid cumpla con los límites de dióxido de nitrógeno establecidos por las directivas comunitarias y eso puede impedir que Bruselas conceda la moratoria que pretende el Ayuntamiento.
El equipo de Lissavetzky detecta también que el plan de Botella no contempla medidas para combatir los episodios de alta contaminación con restricciones temporales de tráfico o de aparcamiento, ni restringe la circulación de ningún tipo de vehículo en ninguna zona de la ciudad, ya sean contaminantes o no, salvo en las áreas de prioridad residencial.
En suma, para el PSM, el plan municipal “sólo recoge un conjunto de anuncios de estudios, planes y proyectos sin concreción y sin presupuesto con los que es imposible atajar el problema de la contaminación por el tráfico en Madrid”.
“Es un plan propagandístico y engañoso” al afirmar que el Ayuntamiento ha reducido la contaminación por dióxido de nitrógeno en un 11,5% desde 2006, cuando, según los socialistas madrileños, las series estadísticas “se rompieron” en 2010 con la eliminación de las estaciones más conflictivas y las comparaciones son “imposibles” y, si se hacen, “son interesadas”.
Lissavetzky denunció que presupuestariamente el plan, que se ha redactado “sin valentía”, está “inflado artificialmente” y contiene, además, “medidas disparatadas”, como el aumento de los baldeos de calles con máquinas, mangueras y cubas motorizadas que se proponen como útiles para reducir las partículas en suspensión”.
Considera el PSM “ridículo” el presupuesto que se destina a promover la movilidad en moto por la ciudad, unos 100.000 euros en cuatro años, y para promover la movilidad peatonal, con 35.000 euros, dinero con el que “no hay ni para carteles informativos”.
Así mismo, estima que la subida del 10% en el precio del aparcamiento del SER en el conjunto de la zona de bajas emisiones y el aumento del SER en el Plan de Calidad del Aire son medidas “indiscriminadas, recaudatorias, que no reducirán el tráfico rodado en la ciudad”. Lamenta que tampoco defina las anunciadas medidas fiscales para estimular el uso de vehículos no contaminantes.
En la rueda de prensa en la que el PSM presentó sus alternativas al Plan de Calidad del Aire del Ayuntamiento de Madrid acompañaron a Jaime Lissavetzky los concejales socialistas Marisa Ibarra, Diego Cruz y Ruth Porta.

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