El PSOE pide a Botella negociar con Apple para que "Tío Pepe" se quede en Sol

Madrid, 6 jun.- El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha pedido hoy a la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, que negocie con la empresa Apple para que el luminoso de "Tío Pepe" pueda quedarse en el inmueble actual de la Puerta del Sol o, en su caso, en esta misma plaza.

Lissavetzky, junto con la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha acudido a la Feria del Libro de Madrid y ha aprovechado para referirse a la posibilidad de que ese luminoso, que coronaba desde 1936 el edificio número 1 de la Puerta del Sol, no vuelva a instalarse en el mismo lugar cuando finalicen las obras que lleva a cabo Apple para ubicar allí una tienda.

Al parecer, la empresa González Byass y la tecnológica Apple no han llegado a un acuerdo para que el popular luminoso vuelva a instalarse en el mismo inmueble.

Lissavetzky ha recordado que se trata de un "símbolo" de Madrid "asumido" y "asimilado" por todos, y ha urgido a la alcaldesa o a alguien de su equipo a que "distraigan" unos minutos de su tiempo para negociar con Apple y con la propietaria del luminoso.

En caso de que no fuera posible llegar a un acuerdo, los socialistas están a favor de que el "Tío Pepe" se quede en la Puerta del Sol.

"Seguro que, a poco que nos descuidemos, doña Esperanza Aguirre nos lo pone ahí (en la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, donde se encuentra el reloj que cada Nochevieja ofrece las campanadas de fin de año) con las cámaras para fin de año", ha dicho en tono de broma Lissavetzky.

Para el portavoz socialista, un símbolo como el luminoso de "Tío Pepe" no debería perderse ya que, incluso, podría favorecer la publicidad de Apple, según ha subrayado.

Ha recordado que el anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento "indultó" el cartel y que el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón llegó a compararlo con la Torre Eiffel.

Una comparación "exagerada", según Lissavetzky, quien ha criticado que se haya pasado de esa "grandilocuencia" a la política "de brazos caídos" de la actual alcaldesa.

Según el dirigente socialista, un ayuntamiento debe servir para mediar y tiene que agotar todos los recursos a su alcance para que el cartel se quede donde estaba, entre ellos sentarse con los propietarios del luminoso y del edificio para negociar.

Toda vez que se ha comprobado que el "indulto" no ha sido suficiente, Lissavetzky ha instado al equipo municipal a avanzar en un "grado de protección" del luminoso que permita mantener ese símbolo de la ciudad.