EL REGRESO DE MORANTE CARGA DE EXPECTACION LA GOYESCA DE RONDA

  • La vuelta a los ruedos del diestro Morante de la Puebla, tras la grave cornada sufrida hace un mes, ha cargado de expectación la tradicional corrida goyesca de Ronda (Málaga), que se celebra mañana y en la que el sevillano lidiará en solitario seis toros de Juan Pedro Domecq.

Paco Aguado

Madrid, 6 sep.- La vuelta a los ruedos del diestro Morante de la Puebla, tras la grave cornada sufrida hace un mes, ha cargado de expectación la tradicional corrida goyesca de Ronda (Málaga), que se celebra mañana y en la que el sevillano lidiará en solitario seis toros de Juan Pedro Domecq.

Para poder hacer el paseíllo en el bicentenario coso de piedra, Morante se ha sometido a un intenso tratamiento de fisioterapia, con ozono y ondas magnéticas, a fin de cerrar la herida y revitalizar los músculos de su muslo izquierdo dañados tras la grave cornada de tres trayectorias sufrida el 10 de agosto en la plaza de Huesca.

Hasta el pasado martes, una vez que el torero de la Puebla se probó satisfactoriamente ante las reses en la ganadería de Juan Pedro Domecq, su apoderado Antonio Barrera no confirmó su presencia en la goyesca, que ya se prevé que registre un lleno hasta la bandera.

La de mañana será la sexta actuación como único espada en la carrera de Morante de la Puebla, después de haberlo hecho dos veces en Madrid y una El Puerto de Santa María, Jerez y Zaragoza, que fue la última en octubre de 2008. Y en todos los casos, para bien o para mal, el singular espada sevillano nunca dejó indiferente a nadie.

La presencia y el gesto de un artista de su dimensión también le devuelven categoría a la tradicional corrida goyesca de Ronda, que llega ya a su edición número 57, desde que la creara la famosa dinastía taurina local de los Ordóñez a mediados de los años cincuenta del pasado siglo.

Fue precisamente Antonio Ordóñez quien dio su máximo esplendor al festejo, primero en el ruedo -toreando incluso después de retirado- y más tarde como empresario, hasta su muerte en 1999.

El conocido como "maestro de Ronda" fue quien hizo de este lujoso y pintoresco festejo una cita señalada en el calendario taurino español, y de la ciudad de la serranía malagueña un lugar de peregrinación de aficionados de todo el mundo, entre ellos el cineasta Orson Welles.

Tras la muerte de Ordóñez, le sucedió en la organización de la corrida su nieto Francisco Rivera, que también es noticia extra taurina en estos días por su segundo matrimonio. Durante varios años, el hijo de Paqurri compaginó en la goyesca la doble faceta de matador y de empresario, contratando también con frecuencia a su hermano Cayetano.

Pero, tras la retirada de ambos a finales de la pasada temporada, en los carteles rodeños no figurará ninguno de los Rivera Ordóñez por primera vez desde 1997.

Aparte de la corrida de mañana, y dentro de la llamada Feria de Pedro Romero -legendario torero rondeño de finales del siglo XVIII-, el domingo se celebrará un festejo de rejones en el que reaparecerá a caballo el veterano diestro gaditano Paco Ojeda, que actuará mano a mano con Diego Ventura.

Figura revolucionaria del toreo, y posteriormente rejoneador, Ojeda fue galardonado la pasada primavera con el primer Premio Nacional de Tauromaquia que concede el Ministerio de Cultura, y es el único torero de a pie que lidió seis toros como único espada en la goyesca de Ronda antes de que mañana lo haga Morante.

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