Viena, 18 jun.- El máximo responsable de la constructora austríaca Alpine, perteneciente a FCC, aseguró hoy que no se puede descartar la quiebra de la compañía, que requiere de una urgente inyección de capital.
"Una quiebra no puede ser descartada", aseguró el primer ejecutivo de la constructora, Arnold Schiefer, en declaraciones a la agencia de noticias austríaca APA.
La información agrega, sin mencionar fuentes precisas, que Alpine recibió señales negativas de los bancos españoles y que FCC podría verse obligada a cerrar el grifo de la liquidez.
Como medida preventiva, la información añade que Alpine prepara de forma urgente una sociedad para gestionar los activos sanos de la compañía para permitir que las obras de la constructora puedan continuar en Austria en caso de producirse una insolvencia.
Alpine, con sede en la ciudad de Wals, sufrió en el primer trimestre de este año unas pérdidas de 90 millones de euros antes de impuestos.
Ese resultado es 53 millones peor que lo fijado en el plan de reestructuración que Alpine había pactado este año con sus acreedores y con FCC para poder seguir adelante.
En este contexto, la constructora austríaca planteó ayer un nuevo plan de reestructuración en el que los tenedores de bonos deberían renunciar a parte de su dinero.
Alpine, cuenta actualmente con unos 15.000 empleados en Austria y en varios países del este y sureste de Europa, además de Alemania.
El año pasado, la segunda constructora austríaca sufrió pérdidas de 450 millones de euros después de impuestos, con una facturación de unos 3.210 millones.
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