El salto ultraísta de la página al escenario fue en Sevilla, según un estudio

  • La velada ultraísta de Sevilla, en mayo de 1919, "fue importante porque, por primera vez, el poeta se salió de la página y se subió un escenario" para, además de leer sus poemas, propagar la nueva fe estética, según ha dicho a Efe el profesor José Antonio Sarmiento, autor de "Las veladas ultraístas".

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 29 jun.- La velada ultraísta de Sevilla, en mayo de 1919, "fue importante porque, por primera vez, el poeta se salió de la página y se subió un escenario" para, además de leer sus poemas, propagar la nueva fe estética, según ha dicho a Efe el profesor José Antonio Sarmiento, autor de "Las veladas ultraístas".

Publicado por el Centro de Creación Experimental de la Universidad de Castilla-La Mancha, el estudio hace un recorrido por las "veladas ultraístas" que se celebraron entre 1919 y 1921 en Sevilla y Madrid para dar a conocer un movimiento, el Ultraísmo, que en España fue, según Sarmiento, el equivalente al Futurismo y el Dadaísmo en Europa.

"Las veladas ultraístas" descubre también cuál fue la primera vez que se publica un manifiesto ultraísta en España, el 14 de febrero de 1919 en la prensa madrileña, y relaciona el Ultraísmo español con las vanguardias europeas de ese momento.

"El Ultraísmo no ha dejado grandes poetas, como lo hizo la Generación del 27, pero sí autores interesantes, además de que renovó el anquilosado panorama poético de aquellos años", según Sarmiento, quien ha destacado el "acercamiento a la vanguardia europea" del Ultraísmo en la presentación y concepción de sus revistas.

La revista "Ultra", por ejemplo, se vendía en los quioscos y era ofrecida por vendedores callejeros, cuando hasta ese momento las revistas literarias habían permanecido apartadas de esos circuitos comerciales, y "Grecia", que se editó en Sevilla, fue básica para el surgimiento del Ultraísmo.

"Aunque el primer manifiesto ultraísta se publica en Madrid, Sevilla fue fundamental para el movimiento por la revista 'Grecia', que era tradicionalista y cambió para pasarse al Ultraísmo", ha dicho Sarmiento, que recuerda que el Ultraísmo en España no llegó tan lejos como el Futurismo y el Dadaísmo en Italia y Francia.

En esos países europeos, además de recitar poemas, en las veladas vanguardistas se leían manifiestos políticos, se efectuaban dramatizaciones y se hacía poesía fonética, poemas carentes de significado que sólo perseguían la musicalidad.

En Sevilla, sin embargo, los ultraístas hacían convivir su poesía con la de signo más tradicionalista y parecían satisfechos con dedicar sus versos a los aviones, los coches, el ruido y todo lo que entonces significada modernidad, a diferencia también de las veladas madrileñas, que se mostraron más radicales.

Las veladas o encuentros poéticos fueron un invento de Marinetti, quien no sólo revolucionó el lenguaje poético y creó el Futurismo, sino que por este medio, pronto imitado en España, "buscó la manera idónea para llevar al público esta nueva forma de hacer poesía", según Sarmiento.

"Las veladas ultraístas", además de su impacto en la prensa de la época, recoge los anuncios y convocatorias de cada una de ellas y todos los textos que se leyeron en la de Sevilla, el 2 de mayo de 1919; en la de Madrid, el 28 de enero de 1921; y también en Madrid la celebrada en el Ateneo el 30 de abril de 1921.

Igualmente reúne crónicas e informaciones de la prensa española que contaban cómo habían transcurrido veladas futuristas y dadaístas en Italia y Francia, con titulares como éste: "Velada borrascosa de los futuristas en Venecia. Ovación escandalosa".

En la primera de España, la de Sevilla, el poeta Pedro Luis de Gálvez leyó "unas cuartillas" que empezaban diciendo: "Señores: He conocido a un hombre que alojaba una rata dentro del cráneo" y concluían con esta afirmación: "El Ultra es la Verdad y la Mentira eternas".

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