El secretismo del tratado de libre comercio de la UE con EEUU (TTIP) alimenta los rumores sobre intereses ocultos

    • Los europarlamentarios están obligados a firmar un documento de confidencialidad que les impide revelar datos, bajo la amenaza de sanciones e incluso procesos penales.
    • Marina Albiol (IU) denuncia que este hermetismoesconde intereses económicos de las grandes multinacionales.
    • Rodríguez Piñero (PSOE) desmiente ese extremo y denuncia que el secretismo contribuye a generar "falacias" sobre el Tratado.
Europarlamento
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El secretismo y el hermetismo en torno al Tratado de Libre Comercio entre la UE y EEUU (TTIP)ha dado lugar a situaciones "surrealistas y ridículas", según denuncian varios europarlamentarios españoles.

Para que nuestros representantes a nivel europeo puedan acceder al contenido de las negociaciones sobre esta alianza comercial deben cumplir una serie de restricciones. Tienen que pedir cita para informar qué documentos quieren consultar; la consulta está restringida a dos horas; no pueden fotocopiar los documentos; sonsupervisados por un funcionario de la UE para revisar que los folios consultados están enteros; y deben desprenderse de cualquier aparato electrónico, pero también del reloj e incluso de bolígrafos.

Además, los eurodiputados que accedan a la denominada reading room, habilitada para tal efecto, deben firmar una cláusula de confidencialidad, que les impide revelar detalles de la negociación, bajo la amenaza de enfrentarse a sanciones administrativase incluso a procesos penales. Lainformacion ha hablado con varios europarlamentarios de diferentes grupos, a favor o en contra del Tratado, y coinciden en señalar la falta de transparencia y problemas de accesibilidaden esta relevante negociación que afectará a las economías de los países implicados.Izquierda europea: "El tratado beneficia a las multinacionales"

"Tenemos acceso a parte de la documentación, pero es documentación que luego no podemos dar difusión, por lo tanto es un secretismo total", denuncia la europarlamentaria de IU, Marina Albiol, quien la semana pasada tuvo acceso a una parte de los documentos en un despacho de Estrasburgo y no en Bruselas, que aunque afirma que es "menos peliculero", tuvo que ceñirse a las mismas restricciones.

"He oído que EEUU está poniendo más problemas para que sus documentos puedan ser consultados. Pero no podemos contar nada del contenido", asegura a este medio la eurodiputada Albiol.

La europarlamentaria se muestra sorprendida del alto secretismo que envuelve todo lo relacionado con este relevante tratado y por ello insiste en denunciar que tras este oscurantismo se esconden intereses económicos condicionados por las grandes multinacionales que de ser revelados supondrían levantaría fuertes críticas.

"Es un tratado en el que no sólo es que se esté negociando para las multinacionales, sino que están negociando directamente con las multinacionales, que son las que al final están teniendo un papel activo con los negociadores", señala Albiol antes de afirmar que la ocultación de la información se produce para "que no haya movilización en contra del Tratado".

Albiol remarca que el grupo de Izquierda Plural trabajará para que nunca se llegue a firmar este acuerdo. "Es un acuerdo para que todo aquello que pueda molestar a las multinacionales sea eliminado". La europarlamentaria de izquierdas considera que el Tratado "pretende arrasar con nuestros derechos sociales, democráticos, laborales y entendemos que es un ataque a la soberanía".

En este sentido, Albiol hace especial mención al ISDS, como ejemplo del atentado contra la soberanía nacional que supondrá el Tratado de Libre Comercio. El ISDS (Investor State Dispute Settlement) es una cláusula de protección de inversiones que permitirá a las multinacionales demandar a los estados en los que realicen inversiones ante penales arbitrales y no ante las justicias nacionales si consideran que los cambios normativos aplicados por estos países pueden ser perjudiciales para sus inversiones.

Los críticos con este apartado consideran que supondría limitar la soberanía de los gobiernos y las empresas contra la puesta en práctica de políticas que afecten a los intereses multinacionales.Los socialistas defienden los beneficios del tratado

La europarlamentaria socialista Inmaculada Rodríguez Piñero también coincide en denunciar la ocultación de información, pero destaca los beneficios que este Tratado aportará a las economías de los países miembros.

"Lógicamente entendemos que haya una documentación clasificada, pero nosotros pedimos que la información clasificada no sea tanta, puede haber más información disponible, y sobre todo, que esa información esté traducida en otras lenguas, para no discriminar por razón de lengua", apunta Rodríguez Piñero.

"Hay parte de la información que hasta que no esté más avanzado el proceso y se hayan consensuado y concretado cosas no se puede hacer pública porque restaríacapacidad a los negociadores", apunta Piñero.

La socialista asegura que una mayor transparencia es fundamental para frenar las críticas que se han volcado contra un acuerdo que considera beneficioso. Según Piñero, las denuncias de los grupos de izquierda sobre la influencia que las grandes coporaciones están ejerciendo en la negociación son "falacias".

"Este tratado uno de los elementos que busca es suprimir todas las barreras no arancelarias, que no estén justificadas por normas de protección", dice Piñero, que pone como ejemplo las normas de etiquetado. Estas son diferentes en la UE con respecto a las de EEUU, una traba que afecta principalmente a las las pymes, porque les supone un incremento de gasto que no pueden soportar.

"Las grandes empresas no tienen nada que ganar ni que perder, porque ya tienen sus propias plantas, exportadores e intermediarios. A quién más va a beneficiar es a las pequeñas y medianas empresas", apunta.

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