La situación es "crítica e insostenible"

Los productores de conejo pierden sus granjas: "Esto es la tormenta perfecta"

La cunicultura atraviesa una grave crisis en la que los empresarios denuncian que llevan años sin poder cubrir los costes. Además, la gran escalada en el precio de las materias primas ha agravado los problemas.

Los conejos de granja son más productivos sin oyen música o la radio
El sector del conejo pierde la mitad de sus granjas: "Es una tormenta perfecta"

La carne de conejo es una de las más saludables de la dieta mediterránea y existen una infinidad de platos en los que este animal está presente, sin embargo, el sector cunícola atraviesa un periodo de declive que están sufriendo en sus propias carnes los productores. El primer eslabón de la cadena "es el más débil", señalan varios responsables del sector, y denuncian que la situación actual es "crítica e insostenible", ya que con los precios actuales no están ni siquiera cubriendo los gastos.

La cunicultura es una práctica que tan solo realizan nueve países de la Unión Europea, de los cuáles Francia, España e Italia concentran el 85% de la producción, en gran parte porque son los tres estados donde más se consume este tipo de carne. Así, como ha ocurrido en la mayoría de ramas del sector primario, la crisis del coronavirus ha acentuado los problemas que ya sufrían los productores de carne de conejo. Los principales factores que han agravado al sector son la subida de la electricidad, que ha marcado máximos históricos como tónica habitual en estos últimos meses, así como la subida del precio de las materias primas en todo el mundo, "que ha elevado entre 40 y 50 euros la cantidad que pagamos por una tonelada de pienso", explica Eduardo González, productor de conejos y responsable de cunicultura en la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). 

"Llevamos ya muchos años sin poder cubrir los costes. Nos cuesta más producir los conejos que el precio que nos pagan por ellos. Este año apuntaba mejor, pero la subida de los piensos nos ha hecho perder todo lo que habíamos ganado desde principio de año. Para una explotación media, implica una subida de entre 1.500 y 2.000 euros al mes", explica González. Por su parte, Jorge de Saja, director general de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos Para Animales (CESFAC), recuerda que lo más importante en la producción de conejos es la alimentación, que además significa "cerca de un 75% del total de los costes", por lo que el impacto de la subida del pienso agrava notablemente la depresión del sector, que a su juicio atraviesa una "tormenta perfecta", gracias al cúmulo de factores que han coincidido en esta crisis. 

Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de carne de conejo creció en España un 3,25% entre 2019 y 2020, sin embargo, entre enero y mayo de 2021 ha sufrido un descenso del 13,7%. Además, en su informe trimestral, el organismo señala que el consumo medio de carne conejo es de 0,93 kilos por persona al año, una cifra notablemente inferior a la del consumo de pollo, que ronda los 12,3 kilos por ciudadano. Así, desde el sector reivindican que la de conejo es "una de las carnes más saludables que existen por su alto contenido en proteínas, su bajo contenido en grasa y su escaso aporte calórico". Además, el número de granjas se ha reducido de manera drástica. El Ministerio señala que entre 2009 y 2020 las explotaciones se han reducido en un 55%, hasta las 3.300 actuales. Sin embargo, desde la UPA creen que la cifra es menor y estiman que el número de granjas actuales, tras la pandemia, ronda las 1.700.

La subida de las materias primas ¿pura especulación?

El precio de la electricidad es un factor que se escapa por completo del control de los ganaderos, que aceptan con resignación el incremento que se ha sucedido en el segundo trimestre del año. Sin embargo, dentro del sector existe cierto debate sobre qué ha provocado la subida de los piensos. Para Eduardo González, solo hay una posible razón: "Se debe a la especulación de varios fondos de inversión, que se han metido porque ven que pueden sacar tajada. Si no es así, no se explica la subida, porque este año la cosecha de cereales ha sido muy buena y la del año pasado estuvo bien". 

Por su parte, Mari Luz de Santos, directora de la Organización Interprofesional Cunícola (INTERCUN), señala que la subida de los piensos se explica por varias razones: "Malas cosechas en determinadas partes del planeta, mercados de futuros, movimientos especulativos, … La cuestión es que en esos factores el ganadero no tiene ninguna capacidad de influir y eso produce un desánimo muy comprensible". Una visión diferente tiene José Orra, responsable de cunicultura de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) quien opina que el incremento del precio del principal alimento de los conejos no es el principal problema del sector: "Hace años que los márgenes son muy justos y el comercio está concentrado en muy pocas manos. Son los supermercados los que fijan el precio y desde ahí cada uno va restando sus costes, hasta que nos llega el turno a los productores, ya sin capacidad de arañar beneficios". 

Desde la Confederación de Fabricantes de Alimentos, de Saja explica como funciona el mercado y qué ha provocado la escalada de precios: "El 80% de los piensos es la materia prima y estas fijan sus precios por dos factores: la ley de oferta y demanda y los 'stocks' disponibles a nivel global en cada momento. Cuando en el mundo hay suficientes materias primas para atender las necesidades de más de 30 días, los mercados están tranquilos. Cuando se rebaja de este margen de un mes, se inquietan porque puede que no haya para todos y suben los precios. En esta crisis ha coincidido la tormenta perfecta, porque hay una falta real de materia prima y muchos incentivos para que los inversores abandonen los mercados habituales y entren en este, que es más seguro en el sentido de que siempre va a haber demanda". 

Reclaman ayudas de las administraciones

El futuro del sector se está oscureciendo con el paso de los años y cada vez son mayores las incógnitas sobre si será capaz de resistir estos bandazos. Por ello, creen que las administraciones locales, regionales y estatales deben unir fuerzas para sostener la cunicultura. "Les pedimos apoyo al sector tanto económico como político en los diferentes frentes que debemos abordar: apoyo en la promoción de la carne de conejo, en el desarrollo de la internacionalización o en el desarrollo de nuevos productos adaptados a las demandas del consumidor que favorezcan la comercialización", declaran desde Intercun.

Por último, Eduardo González se muestra en la misma línea y destaca que llevan "pidiendo ayudas desde 2007", porque a su juicio necesitan una "promoción del consumo de carne de conejo", para que de esta forma se aumente la demanda y se pueda garantizar la viabilidad del sector en el medio plazo. Por el momento, cuentan con algunas ayudas europeas, pero las campañas realizadas hasta la fecha "no han tenido el efecto esperado". Además, la tendencia actual del consumo vegetariano "no ayuda nada". 

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