"Si hoy escuecen las diferencias salariales, hay que darse cuenta de que éstas serán mucho más amplias a la hora de la jubilación si no se hace algo para generalizar los esquemas de ahorro privado". La presidenta de la patronal del sector asegurador (Unespa), Pilar González de Frutos, advirtió este martes, en una jornada sobre pensiones organizada por la Fundación Mapfre, de que las diferencias retributivas entre españoles aumentarán en el futuro si no se hace nada desde el Pacto de Toledo para impulsar el ahorro privado para la jubilación.
Según su argumentación a día de hoy el ahorro en planes de pensiones en España supone únicamente un 4% de los recursos totales que reciben los jubilados y la inmensa mayoría de esos fondos alimentarán las percepciones de las personas que tendrán menos apreturas financieras en su jubilación, es decir, las rentas más acomodadas. "Defender no tocar la regulación del ahorro complementario en España es defender la desigualdad. Vamos hacia un escenario en el que los profesionales de las grandes multinacionales tendrán su plan de pensiones para mejorar la pensión pública que reciban a su jubilación, pero el camarero que les sirve los cafés en el bar, no", ilustró.
La presidenta de la patronal aseguradora salía así al paso de la falta de iniciativas generadas desde el ámbito del Pacto de Toledo para impulsar el ahorro complementario a la jubilación, uno de los quince ejes que deben guiar las recomendaciones de la comisión parlamentaria. Fuentes parlamentarias admiten que se trata de un punto controvertido que se ha decidido dejar para la recta final de las deliberaciones del Pacto de Toledo y sobre el que no hay una línea clara marcada. El sector asegurador, por el contrario, considera crítico que la ley avance en la obligatoriedad de los planes de pensiones de empresa para generar una red de seguridad de ahorro privado ante la más que previsible bajada de las pensiones de jubilación en el futuro.
Un sistema cuasi-obligatorio de ahorro privado para la jubilación
En su comparecencia ante el Pacto de Toledo, hace ahora un año, Pilar González de Frutos planteó la regulación legal de un sistema de adscripción 'por defecto' en el seno de las empresas, cuya activación sería obligatoria y en virtud del cual los trabajadores serían integrados en el plan de pensiones de la empresa en el momento de la contratación. Eso sí, del mismo modo que el plan sería de obligatoria implantación en grandes empresas o sectores, su adscripción por parte de los trabajadores sería voluntaria y podrían salir del mismo si así lo pidieran expresamente. En opinión de Unespa, de este modo se generalizaría el ahorro privado, sin comprometer los costes empresariales y proporcionando a los trabajadores la libertad de estar o no en el plan.
Respecto a las aportaciones, la permanencia en el plan garantizaría una aportación básica compartida entre trabajador y empresa, que el trabajador podría elevar a voluntad y que, en el escenario definido por Unespa, contaría con incentivos fiscales por parte del Estado. En opinión de la patronal aseguradora, este sistema serviría para dar en el momento de la jubilación una cobertura equivalente al 20% del último salario del trabajador y serviría para compensar en parte la caída de hasta 30 puntos en la tasa de sustitución - porcentaje del último salario cubierto por la pensión pública - que se espera por la inercia normal del actual sistema público de pensiones.
No es la única medida que plantea Unespa. Su lista de propuestas al Pacto de Toledo incluía también la eliminación del concepto edad legal de jubilación y su sustitución por un ajuste automático que permitiera elevarla (o reducirla, en un caso muy remoto) en función de la evolución de las pirámides demográficas.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios