"El símbolo y el cuate": el amor de Serrat y Sabina por Latinoamérica

  • El documental "El símbolo y el cuate" recoge la segunda gira de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina por Latinoamérica, pero es mucho más que música, ya que expone la historia de amor que estos dos cantautores viven desde hace años con aquel continente.

San Sebastián, 23 sep.- El documental "El símbolo y el cuate" recoge la segunda gira de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina por Latinoamérica, pero es mucho más que música, ya que expone la historia de amor que estos dos cantautores viven desde hace años con aquel continente.

Serrat y Sabina han presentado hoy esta película en el Festival de Cine de San Sebastián, en una rueda de prensa junto a su director, el periodista Francesc Relea, que siguió el "tour" de "Dos pájaros contraatacan" en 2012 y acabó con 90 horas de grabación.

Tras dejarlo en dos horas, afrontó el "martirio" de reducir el metraje a 82 minutos, los que muestran el paso de Serrat y Sabina por México, Argentina, Perú, Chile y Uruguay.

Es en México donde el periodista Ricardo Rocha, amigo de ambos, acuña lo que será luego el título del filme: "Serrat es el símbolo vivo, aquel que llegó a México en 1968, un soñador de pelos largos. Sabina es nosotros mismos, nuestro amigo, nuestro cuate".

Serrat restaba hoy importancia a este calificativo y aseguraba que "es peligroso creerte el símbolo de algo". "Así que no voy a pecar de lo que a mí me repugna tanto", ha advertido.

"Ambos hemos tenido la suerte de hacer música durante muchos años y la gente ha construido cuadros de su vida con ese fondo musical. No hay más que eso", ha afirmado el cantautor catalán, que sin embargo bromeaba sobre la "leyenda" de su compañero, del cuate que toma copas en tugurios nocturnos: no se va a encargar él de "destruirla".

Sabina ha dicho que comenzó su relación con América Latina aprovechando "el caminito" que abrió Serrat en esa gira de cinco meses y 85.000 millas en autobús, cuando no podía volver a España en 1975 al haber sido declarado "en busca y captura" por unas declaraciones que hizo.

A esos viajes y otros del pasado también se acerca el documental, al compromiso por la democracia y los encuentros con los amigos, y regresa a los recibimientos multitudinarios de ahora, de un público que no es solo de su generación, como el que cerró la gira en un repleto estadio de "La Bombonera" en Buenos Aires, donde caben 45.000 personas.

"Es un lujo poder sumar generaciones y que no haya un corte en la memoria sentimental de la gente", ha señalado Serrat.

Relea ha destacado que "no se conoce hasta qué punto" Serrat y Sabina "están arraigados a todo el continente latinoamericano".

"El nivel de implicación es bastante incomparable con lo que se vive aquí (en España), es incluso superior. Seguirles durante tanto tiempo ha confirmado la relación de ida y vuelta de los dos con la sociedad latinoamericana. Es impresionante", ha resaltado el director de "El símbolo y el cuate".

Pero hay "muchas Américas Latinas", según el cantante andaluz, y la pasión que Serrat tiene por Chile es mayor que la de Sabina, que tiene más querencia por Cuba y Perú. Por México, Buenos Aires y Montevideo es compartida.

A los dos cantautores les unen "muchas cosas". "Nos separan mi envidia y su talento", ha subrayado Sabina.

Varios de las personas que intervienen en la película dan por hecho que esa sería la última gira de la pareja al otro lado del Atlántico. Su representante, José Navarro "Berry", lo afirma categórico: "No habrá más, el tiempo no engaña a nadie".

Serrat ha dicho hoy irónicamente que "están en ello". "Pensamos en 2017-2018", ha comentado. Y Sabina ha respondido: "Ahora que la esperanza de vida es mayor".

Después de varias décadas sobre el escenario y cientos de letras, les "queda todo por cantar". "Cada día se conoce gente que merece una canción", ha sentenciado Sabina.

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