El sismógrafo desplaza la economía y el clima del centro de atención del G8

  • Los organizadores italianos de la cumbre tienen previsto un plan de evacuación por si se repitieran los terremotos de hace tres meses en L'Aquila, sede del evento.
lainformacion.com / Agencias
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La crisis económica, la pugna entre los países desarrollados y los emergentes por las cuotas de poder en los organismos internacionales, el cambio climático, la gripe A y hasta los conflictos en Honduras y Xinjiang (China) serán los temas de debate en la cumbre del G8 que desde hoy y hasta el viernes se celebrará en Italia. Pero hasta que las sesiones comiencen, los ojos de todo el mundo están puestos en el sismógrafo.

Inicialmente, la cumbre iba a celebrarse en la isla de La Maddalena, en Cerdeña. Tras los terremotos que asolaron la región italiana de los Abruzos, sin embargo, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi decidió trasladarla a la ciudad de L’Aquila, el epicentro de los seísmos, en muestra de solidaridad con las víctimas del desastre, 24.000 de las cuales siguen viviendo en tiendas de campaña tres meses después.

Precisamente las precarias condiciones en las que todavía viven buena parte de los afectados ha sido una fuente inagotable de polémica. Muchas de las víctimas han expresado su malestar por el despliegue y lo que han denominado “derroche de medios” para recibir a los principales mandatarios mundiales mientras las obras de reconstrucción siguen atascadas y sin grandes avances.

Las réplicas que todavía siguen produciéndose en la región, además, han obligado a preparar un fuerte plan de contingencia, con fuertes medidas de seguridad y un detallado plan de evacuación en caso de que tenga lugar un nuevo seísmo de más de cuatro grados de magnitud en la escala de Richter (el terremoto de de abril alcanzó una magnitud de 5,8). El viernes de la semana pasada, sin ir más lejos, se produjo un temblor de 4,1 grados.

La cumbre se celebrará en un cuartel de policía que, según los organizadores, está preparado para resistir este tipo de temblores. "e;Creo que habrá algunas pequeñas réplicas. La tierra no va a detenerse porque viene Obama y ponerse en movimiento nuevamente después de que termine el G8″, asegura Enzo Boschi, presidente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, pero destacó que el cuartel policial es de construcción antisísmica y no corre peligro.

También desestimó los riesgos Guido Bertolaso, el jefe de protección civil a cargo de la organización del G8 y las operaciones de rescate en la zona. Dijo que el complejo policial resistió el temblor del 6 de abril y que sólo habría peligro si se produjera "e;un terremoto de una fuerza que jamás se ha visto en L"e;Aquila"e;.

En cualquier caso, y por si llegara a ser necesario, el plan B prevé que la cumbre se celebre en el Instituto Superior de Policía de Roma, muy cerca de la sede del Ministerio de Exteriores italiano. En realidad, algunos de los jefes de estado que acudirán a la cita se alojarán en la capital y viajarán diariamente en helicóptero hasta la sede de la cumbre en L’Aquila.

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