El Tesoro Público proporcionará al Gobierno el colchón de seguridad que necesitaba para cerrar el ejercicio presupuestario de 2018 sin comprometer el objetivo de reducir el déficit por debajo del 3% y salir así por derecho del brazo correctivo del Procedimiento de Déficit Excesivo, y, por extensión, del control reforzado de Bruselas sobre las cuentas españolas.
El secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, ha avanzado este miércoles que los gastos financieros asociados al servicio de la deuda acabarán el año en torno a 2.000 millones de euros por debajo de lo inicialmente previsto, lo que proporciona a los gestores de las cuentas públicas un colchón extra de cerca del 0,2% del PIB.
El Tesoro atribuye este ahorro a varios factores. En primer lugar a las menores necesidades de endeudamiento de las Administraciones Públicas españolas por la reducción del déficit y por otros factores como el buen comportamiento respecto a lo esperado de la recaudación de impuestos o la menor demanda de financiación estatal de las comunidades autónomas, algunas de las cuales como Andalucía o Baleares han decidido salir al mercado por su cuenta y riesgo.
Si las previsiones del Tesoro se cumplen, en 2018 el Estado español habrá obtenido del mercado 213.687 millones de euros, 7.000 millones menos de lo inicialmente previsto y 20.000 millones menos que los solicitados a los inversores en 2017, casi un 10% menos.
Eso en cifras brutas. Si se mide el fenómeno en términos netos, es decir, descontando la refinanciación de títulos ya emitidos en el pasado, las nuevas emisiones de 2018 habrán sido de 35.000 millones, cuando la Administración del PP - en la que también estaba San Basilio - había previsto 40.000 millones. De hecho, la intención del Tesoro es no convocar la subasta de deuda programada para el próximo 13 de diciembre. "No nos hace falta, porque ya hemos cubierto los objetivos de financiación para todo el año", ha explicado el secretario general del Tesoro.
A ese buen comportamiento ha contribuido también algún que otro cambio regulatorio en el perímetro de actuación del Tesoro que según San Basilio les ha permitido una gestión más autónoma y eficaz. Además de emitir menos deuda el Tesoro ha conseguido amortizar 8.000 millones de euros del préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilización, el célebre rescate financiero, del que tras estas maniobras queda pendiente de devolución una cantidad de 23.271 millones de los 41.333 millones inicialmente recibidos.
Riesgos en el horizonte
Lógicamente, ha ayudado el favorable contexto de los mercados financieros. El coste medio de la deuda emitida por España se situó en el 0,67%, levemente por encima de las cifras históricamente bajas del 0,61% a las que España se ha financiado los dos últimos años.
El panorama ya ha empezado a cambiar y lo hará de forma más contundente en los próximos meses con el inicio del repliegue de las compras de deuda del BCE, que acumula nada menos que el 22,3% del total de títulos de deuda que España tiene en circulación, y con la presumible materialización de otros focos de riesgo como Italia o el Brexit.
Carlos San Basilio ha relativizado el impacto de estos fenómenos sobre la deuda española, bajo el argumento que le proporciona el precio reducido al que se han colocado los títulos de los últimos años y también la política preventiva del Tesoro que se ha esforzado en los dos o tres últimos años por alargar la vida de la deuda para amortiguar el.impacto de la inevitable subida de tipos.
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