El uso de gasóleo agrícola en coches daña más a Hacienda que a tu motor

La Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera se han apuntado hoy un tanto importante. Este jueves han anunciadon el éxito de una operación a escala nacional contra grupos que se dedicaban a adulterar el gasóleo con la connivencia, en muchos casos, de gasolineras que hacían su agosto con la venta de este combustible modificado. Este medio ha consultado a fuentes de la investigación, que no se atreven todavía a cifrar en euros el alcance del fraude, ya que el dispositivo continúa operativo. Lo que sí ha trascendido es que ya han sido detenidas más de 100 personas en un centenar de registros que han tenido lugar en 20 provincias españolas.

Desde FACUA-Consumidores en Acción se han apresurado a solicitar que trasciendan de inmediato los nombres de las estaciones de servicio y las marcas implicadas para facilitar que los usuarios afectados puedan emprender las pertinentes denuncias. "Si se ha repostado en esa gasolinera habrá que valorar si el vehículo tiene que pasar por algún tipo de revisión", plantea el portavoz de la organización, Rubén Sánchez. FACUA recomienda que a los consumidores que, si pueden probar que ese combustible les produjo una avería, reclamen a la gasolinera una indemnización por daños y perjuicios.El uso de combustibles industriales en automoción está multado

De momento, habrá que esperar a que la operación finalice, para que la investigación no se vea perjudicada. Sólo se ha filtrado que uno de los focos se localizaba en La Moraleja (Alcobendas, Madrid). Mientras tanto, un mensaje de calma para los conductores: "En general, cada motor está optimizado para un tipo de combustible, y si se utiliza otro, el funcionamiento no es óptimo. Lo más probable es que el motor termine deteriorándose a largo plazo, por las impurezas, pero el asunto tampoco es para echarse las manos a la cabeza", explica en tono tranquilizador Teyo de las Heras, mecánico en Alcalá de Henares. "Hoy por hoy, las diferencias entre el gasoleo agrícola no el que utilizan los turismos no es tanta. Es cierto que los de tipo A son un poco más impuros, pero no hasta el punto de que puedan llegar a dañar al motor", detalla.

Los gasóleos de tipo B y C -utilizados fundamentalmente para alimentar los motores de vehículos agrícolas y calefacciones- van tintados de rojo para distinguirlos de los tipo A -aquellos que consumen coches y camiones-. La razón por las que se les añade este colorante no es otra que poder distinguirlos a simple vista. "No lo tintan porque sea peligroso, es simplemente una cuestión económica", concreta José Ramón Serrano, ingeniero del departamento de Máquinas y Motores Térmicos de la Universitat Politècnica de València. Los gasóleos B y C están bonificados fiscalmente, es decir, que se paga por ellos menos impuestos (0,078 euros por litro) que por los tipo A (0,307 euros por litro). Por ese motivo, utilizar un gasóleo agrícola para la automoción es un delito y está multado.

El negocio era sencillo. Los combustibles industriales eran lavados con sustancias químicas para poder venderlos como la modalidad más cara y los defraudadores se encontraban con un margen de beneficios. "Basta con añadir una sustancia química que contrarreste el efecto del colorante", comenta Serrano. "El uso de gasoleo agrícola en un turismo no causa averías. El efecto negativo es cero", confirma. "Las complicaciones sólo podrían llegar del engorde del combustible. Si se le añade agua, aceites usados, queroseno o alcoholes para aumentar el volumen, puede que los inyectores o los pistones del motor sufran daños", advierte.Las diferencias entre el gasóleo A y B es testimonial

Rufino Navarro, científico Titular del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC, avala esta teoría. "Las diferencias entre los gasóleos A y B han existido tradicionalmente, aunque hoy en día esas diferencias son muy pocas. Los motores agrícolas actuales son tan exigentes que las compañías petrolíferas han tenido que hacer prácticamente el mismo tipo de combustible para ambas aplicaciones", explica. "Aparte del color para poder distinguirlos, las pequeñas diferencias entre ambos, se basan en los aditivos mejoradores de índice de cetano que se añaden a los gasóleos de automoción para mejorar su ignición. Eso se traduce en un menos consumo de combustible, menos ruidos y menos emisiones de humos", apuntilla.

Los químicos consultados coinciden en que podrían usarse indistintamente, sin perjuicio claro para la durabilidad de los motores. La única diferencia, estaría relacionada con un ligero descenso en la eficiencia. Sin embargo el C - para calefacción-, es harina de otro costal. Su composición química y características hacen que sea absolutamente diferente al gasoleo de automoción. Si no se trata, podría afectar seriamente a su funcionamiento del vehículo.