El varapalo fiscal de Sánchez e Iglesias gravará a cada rico con 21.000 euros más

  • Las dos formaciones quieren unificar rentas de trabajo y capital por encima de los 150.000 euros, lo que afectaría a unos 90.000 contribuyentes.
Fotografía Pablo Echenique Congreso
Fotografía Pablo Echenique Congreso

Un acuerdo para subir los impuestos a las rentas más altas, entendiendo por ellas las de quienes ingresen más de 150.000 euros al año, supone cobrar en tributos unos 21.000 euros más a los cerca de 90.000 contribuyentes que pueden estar en ese caso, y que se consideran “ricos” por ambas formaciones. Así se desprende del planteamiento que hizo el propio PSOE en su propuesta de programa de gobierno alternativo del pasado mes de abril, cuando estaban en la oposición, que es en la que se fundamentan las conversaciones actuales entre ambas formaciones.

Las estimaciones del documento base apuntan a un incremento total de la recaudación de hasta 1.900 millones de euros, de los que la gran mayoría (unos 1.500 millones) procederían de unificar las rentas de trabajo y las de capital para quienes declaren cada año más de 150.000 euros, a los que se aplicaría un tipo incrementado que estaría en el orden del 52% que ya funcionaba en España con marginal máximo en un impuesto dividido en siete tramos. En este caso, hay que advertir que no se trata solo de una retención sobre las rentas del trabajo, sino de unificar esa retención junto con quienes declaran obtener más de 50.000 euros al año en rentas de capital, siempre que sus ingresos totales estén por encima de los 150.000 euros, y crear con ello un tramo especial.

Fuentes conocedoras de la negociación han advertido que, por lo pronto, no se está hablando de hacer una reforma integral del impuesto y aumentar los cinco tramos actuales, que cierran por arriba con un tipo del 45% para todas las rentas superiores a 60.000 euros. La diferencia entre ese nivel y los 150.000 euros que se plantean ahora es muy amplia como para no hacer algún tramo intermedio más, en los 90.000 o en los 120.000 euros, por lo que el planteamiento actual pasa por crear un grupo especial de contribuyentes “ricos”, a los que gravar por todo el dinero que ganan. La propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado este jueves en el Congreso que la reforma se va a centrar solo en las rentas de más de 150.000 euros. 

Precisamente, los Técnicos de Hacienda asociados en Gestha recomendaban este mismo miércoles rcrear tres nuevos tramos más por encima de los 60.000 euros actuales, en el entorno de los 120.000, 175.000 y hasta 300.000 euros, algo que ya funcionaba así cuando gobernaba el PP entre los años 2012 y 2014, pero que se simplificó mucho a partir de ese año, hasta los cinco tramos actuales. Según este sindicato de técnicos, existe claro margen para aumentar el tributo en España, si lo comparamos con lo que ocurre en otros países de la UE y tal y como ha recomendaba hace apenas un año el Fondo Monetario Internacional.

Planes de pensiones

Otra de las grandes incógnitas de la negociación que mantienen el Gobierno y Unidos Podemos para por reformar también, e incluso eliminar, las ventajas fiscales de que gozan los planes de pensiones, por entender que es una deducción que beneficia más a las rentas más altas. La aportación a los planes privados de pensiones (hasta un máximo de 8.000 euros al año) permite deducir en la base del IRPF un porcentaje similar al tipo impositivo que se tenga en el impuesto. A más retención, más deducción y ahorro. 

Desde Unidos Podemos se pide un cambio en esa ventaja, por entender que apenas beneficia a las rentas medias y bajas del país, que no generan el ahorro suficiente como para aportar dinero a planes privados. Pero en el lado socialista no se ha contemplado en ningún momento esa reforma, que ya se trastocó en noviembre del año pasado, cuando el Gobierno de Rajoy permitió su rescate sin penalización a los 10 años. 

Los 1.900 millones que el PSOE pretendía obtener con su propuesta de subida del IRPF a los ricos, se unen a los 4.000 que plantea para Sociedades, otros 1.500 en lucha contra el fraude y 600 millones más en la nueva tasa al diésel. No obstante, de la negociación con el resto de los grupos parlamentarios afines saldrá al final cada reforma. 

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