Si no lo conocieras bien, pensarías que Jason Fried es un CEO más como tantos otros, vago. Fried prefiere elegir menos, no más. No se pone metas. Te responderá cuando sea. Y lo más importante, no trabaja más de 40 horas a la semana y quiere que sus trabajadores tampoco lo hagan.
A pesar de esto, o según Fried, debido a esto, este CEO ha desarrollado un productivo negocio, con grandes beneficios, que no para de crecer durante dos décadas. Cofundó Basecamp ( anteriormente 37 Signals), que ofrece una herramienta de gestión que permite a todos los miembros de un equipo ver la misma información, documentos o fechas de entrega de proyectos, con la ventaja de poder prescindir de eternas cadenas de correo, interrupciones o reuniones de equipo innecesarias.
Fried, que recientemente ha sido padre de su segundo hijo, también ha encontrado tiempo para escribir algunos libros aclamados por la crítica. Su último libro que lleva por título " No tiene que ser un loco en el trabajo" fue calificado por The Economist como el mejor libro sobre dirección publicado en 2018. En él, coescrito por David Heinemeier, también cofundador de Basecamp, llaman a muchos directores y propietarios adictos al trabajo. "La adicción al trabajo es algo contagioso. No puedes detenerla si eres tú mismo el que lo trae a la oficina", afirman ambos autores. Tanto Fried como Heinemeier rechazan el concepto de que una compañía es una "familia" o aquello de cualquier otra cosa que no sea una verdadera emergencia laboral.
En una entrevista a la CNN, Fried desgranó su particular filosofía de trabajo en un entorno como es el empresarial, donde muchos trabajadores viven en muchos casos para la empresa. "Si no duermes lo suficiente o descansas lo suficiente, sin tiempo para otras cosas en tu vida, estarás sufriendo un desgaste importante", afirmó el CEO de Basecamp. "Tomarás mejores decisiones siendo un buen estratega sobre lo que consideras bueno y lo que no, y entendiendo mejor que nadie a tus clientes".
Fried afirma que en su compañía preguntan a los empleados las razones por las que necesitarían más de 40 horas semanales y les ayudan a eliminar las cosas innecesarias para que puedan limitarse a trabajar esas 40 horas semanales. Considera que trabajar ocho horas ya es demasiado tiempo. "La vida fuera del trabajo es muy valiosa. ¿Por qué iba a querer desperdiciarla por pasar horas innecesarias en la oficina?". "Si pudiera saber algo que no supe a los 20 años, sería el hecho de darte cuenta que muchas cosas que nos preocupan no tienen ningún valor".
Jason sigue sus propios consejos y afirmar dormir entre siete y ocho horas diarias. "Con el segundo bebé muchas noches son un poco duras", dice. Nada que no haya experimentado cualquier padre en los primeros meses de vida de sus hijos. De forma más global, además de no superar las 40 horas semanales, se toma cerca de tres semanas de vacaciones al año.
"En los meses de verano mis empleados trabajan cuatro días a la semana, por lo que durante esos meses además disponen de fines de semana de tres días". Una filosofía particular de trabajo que le ha permitido amasar una gran fortuna y gozar del respeto y cariño de sus trabajadores.
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