Empleados de IKEA de 17 países fundan en Estambul un sindicato mundial

  • Representantes de trabajadores en 17 países de la multinacional de muebles IKEA han anunciado hoy en Estambul la fundación de un sindicato global y han denunciado malas prácticas de las franquicias de la empresa sueca en algunos países.

Estambul, 8 mar.- Representantes de trabajadores en 17 países de la multinacional de muebles IKEA han anunciado hoy en Estambul la fundación de un sindicato global y han denunciado malas prácticas de las franquicias de la empresa sueca en algunos países.

La nueva organización, "UNI IKEA" se integra en la confederación Uni Global Union, que representa a unos 20 millones de trabajadores de más de 900 sindicatos en el mundo.

"No es casualidad que elijamos Estambul: los trabajadores de IKEA en Turquía han sufrido intimidaciones y amenazas y algunos incluso han sido despedidos cuando intentaban ejercer su derecho a afiliarse a un sindicato", explicó en rueda de prensa Alke Boessiger, representante de la rama Comercio de UNI.

Metin Güney, secretario general del sindicato turco Koop-Is, indicó que las presiones intentan evitar que se afilie al sindicato más de la mitad de los empleados, lo cual obligaría a la empresa a aceptar negociaciones colectivas.

Aclaró que la marca IKEA Turquía es una franquicia propiedad de la empresa turca Mapa-Mobilya y, como tal, no se siente obligada a adoptar las prácticas de la casa de muebles sueca, donde hay "excelentes relaciones" entre sindicato y dirección, añadió Therese Möller, delegada de Suecia.

Boessiger confirmó que dos representantes de la dirección de IKEA en Suecia llegaron ayer a Estambul, invitados por el sindicato, y se reunieron con los directivos de Mapa-Mobilya, aunque no ha transcendido el contenido de la conversación.

"Nos han confirmado que los "valores esenciales" de IKEA valen para todos los empleados, incluyendo a los de las franquicias, pero no sabemos si hay cláusulas de este tipo en los acuerdos de franquicia, porque no tenemos acceso a estos documentos", aclaró la sindicalista.

Pero no sólo los empleados de IKEA en Turquía tienen que lidiar con problemas sindicales.

Brian Forbes, delegado irlandés, denunció que en su país, ninguna ley obliga a las empresas a aceptar negociaciones sindicales, y por tanto IKEA las rechaza, aunque sí las acepta al otro lado de la frontera, en Irlanda del Norte, bajo la legislación británica.

Un manual compuesto por el sindicato denuncia prácticas para obstaculizar la afiliación a sindicatos en Alemania, Estados Unidos, República Checa, Rusia y Malasia, además de Turquía, y propone una serie de "buenas prácticas de diálogo", habituales sobre todo en las ramas de IKEA en Suecia, Noruega, Dinamarca, Bélgica o Francia.

La investigación se refiere únicamente a trabajadores en las tiendas IKEA, no a las empresas suministradoras de productos o materias primas.

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