La empresa catalana dice basta y se une para reclamar el cese de los disturbios

Hartas de llevarse siempre la peor parte de cualquier efecto contrario de la inestabilidad, sea del tipo que sea, las empresas catalanas han alzado la voz y se han unido tras la oleada de disturbios que sufren las grandes ciudades desde hace una semana en protesta por el encarcelamiento de Pablo Hasél. La patronal Foment del Treball y la mayoría de asociaciones empresariales de Cataluña han alzado su voz para decir "basta" y han pedido al Govern y al Ayuntamiento de Barcelona que abandonen su actitud "irresponsable", condenen la violencia y dejen claro su apoyo a los cuerpos de seguridad.

En un acto conjunto convocado de urgencia este domingo tras cinco noches seguidas de disturbios, con daños importantes en los comercios y establecimientos, la patronal, los comerciantes, el sector del turismo, los hoteleros y los restauradores (en total, organizaciones que suponen un 23% del PIB regional y dan empleo a 450.000 personas) se han lamentado de que, desde el martes, la Generalitat no haya condenado la violencia y de que la alcaldesa, Ada Colau, no lo hiciera hasta la medioanoche del viernes.

"Nos dirigimos al Govern de la Generalitat, al Ayuntamiento y a los irresponsables que alientan estos hechos y se lavan las manos", ha afirmado el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, quien ha incidido en el "daño" que esta situación ha ocasionado a bienes y a la imagen de Barcelona para atraer inversiones. "Hasta aquí", ha remachado. 

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En la lectura del manifiesto conjunto, Sánchez Llibre ha dicho que "queda claro, pues, el objetivo real de los grupos organizados, radicales y violentos", que no es otro que "desestabilizar el estado del bienestar". "Desde la condena realizada por Foment del Treball el pasado día 18, la situación se ha agravado enormemente. El deterioro de la imagen de Cataluña, como destino de personas y de inversión, de Barcelona ,como capital del norte del Mediterráneo, y de los ciudadanos de Cataluña, como dialogantes, respetuosos y pacíficos, ha sido imparable", continúa el comunicado.

Y subraya: "La defensa de la libertad de expresión y de manifestación -que compartimos- no justifica en ningún caso el vandalismo y los saqueos de establecimientos comerciales, entidades financieras, instituciones económicas -Bolsa de Barcelona- y culturales -Palacio de la Música-, concesionarios y vehículos de alquiler y tampoco los destrozos importantes del mobiliario urbano y de los materiales dedicados a la construcción. Queda claro, pues, el objetivo real de los grupos organizados, radicales y violentos que actúan amparándose en la excusa de la legítima y fundamental defensa de la libertad de expresión. El objetivo de estos grupos es desestabilizar el estado del bienestar".

Ya en la noche del sábado, la Associació Passeig de Gràcia, que agrupa 180 comercios de esa emblemática vía de Barcelona y su entorno, alzó la voz y cifró en "millonarios" los desperfectos causados. En declaraciones a Efe, el presidente de la asociación, Luis Sans, señaló que los comerciantes están "absolutamente consternados" por lo ocurrido esta noche. "De alguna manera -ha indicado- esta escalada de violencia se veía venir porque ha habido una gran irresponsabilidad por parte de políticos y grupos políticos en no condenar la violencia desde el primer momento. Esto no va de derecho de expresión y manifestación, va de violencia".

En el lado público, un total de 724 contenedores se han quemado o, en menor medida, han quedado inutilizables en los disturbios registrados en Barcelona desde el pasado martes. El Ayuntamiento de Barcelona ha informado este domingo de que los restos de esos contenedores han sido retirados en los últimos días por efectivos del servicio municipal de limpieza tras las cinco noches consecutivas de disturbios en la ciudad. En los de ayer sábado, los daños de material o infraestructuras del ayuntamiento se han cuantificado en 129.450 euros.

Anoche se quemaron 39 contenedores, con un coste estimado en 58.500 euros, y se dañaron 600 metros cuadrados de asfalto, principalmente en Paseo de Gracia, Gran de Gràcia y plaza de Lesseps, cuya reparación costará otros 40.000 euros. El trabajo de los equipos de limpieza tras los incidentes de ayer se ha estimado que tiene un coste de 30.950 euros, según el ayuntamiento.

Y también sufrieron ataques edificios públicos como la Bolsa de Barcelona y el Palau de la Música. Sobre este último, también ha habido reacción conjunta. El Gran Teatro del Liceu, el Auditori, el Teatre Lliure, el Mercat de les Flors y el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) han condenado este domingo el ataque que sufrió ayer el inmueble. En un comunicado, las más destacadas entidades culturales barcelonesas expresan su apoyo "a los amigos y amigas de esta institución" y lamentan "la agresión a la cultura y los daños causados al patrimonio". Las cinco instituciones añaden que al mismo tiempo siguen "reafirmando y reiterando" su compromiso "a favor de la libertad de expresión y el respeto a los derechos fundamentales de los creadores".