Nuevo sistema estructural

Empresa y trabajador pagarán los ERTE con el excedente de cotizaciones de paro

El Gobierno detalla a Bruselas cómo será el fondo tripartito para financiar los nuevos expedientes. El Estado cubrirá su parte con préstamos del paquete de ayudas europeo Next Generation EU.

Nadia Calviño
Empresa y trabajador pagarán los ERTE con el excedente de cotizaciones de paro
Congreso de los Diputados

El Gobierno ha publicado este miércoles las famosas fichas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas el pasado viernes y en ellas profundiza -aunque no detalla al completo, a la espera del diálogo social- algunas de las medidas más relevantes que se van a poner en marcha en materia laboral. Por ejemplo, el nuevo sistema estructural de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que se financiará con un fondo tripartito al que contribuirán tanto el Estado como las propias empresas y los trabajadores que acudan a estos mecanismos de flexibilidad interna para evitar despidos masivos en tiempos de crisis.

Se trata, en realidad, de dos nuevos mecanismos de ajuste. Un sistema de "estabilización económica" ante caídas transitorias o cíclicas en la actividad de la empresa, con un foco especial en la formación de los trabajadores, consistente en la reducción de jornada o suspensión del contrato por crisis de empresa, que busca "minimizar el recurso al despido, salvaguardando el vínculo contractual del trabajador con la empresa y facilitando la reactivación del trabajador cuando termine el shock, y reducir la elevada temporalidad del mercado laboral"; y un sistema de "apoyo a la recualificación de trabajadores en empresas y sectores en transición", para hacer frente a los posibles ajustes permanentes de plantillas ante innovaciones derivadas de los cambios tecnológicos o de la demanda.

El Gobierno ya había plasmado en una versión anterior del Plan de Recuperación que estos nuevos mecanismos se financiarían con un fondo tripartito entre la Administración, las empresas y los trabajadores, y había adelantado que la parte estatal se cubriría mediante el recurso a los préstamos del Fondo de Recuperación-Next Generation, pero faltaba por especificar de dónde saldrían las aportaciones de las otras dos partes. Pues bien, en el componente 23, de reforma laboral, el Ejecutivo explica a Bruselas que en el caso del mecanismo para caídas transitorias o cíclicas de la actividad, la contribución de empresas y trabajadores provendrá del excedente de las cotizaciones sociales por desempleo acumulado durante los años de bonanza económica. De ese modo se financiarán las prestaciones y la compensación de las cotizaciones a la Seguridad Social.

"Se trata de un mecanismo tripartito, porque se nutrirá, entre otras posibles contribuciones, del exceso de cotizaciones sociales que realizan las empresas y las personas trabajadoras y de la aportación del Estado al presupuesto del SEPE en la medida que sea necesario, de acuerdo con el diseño final que se haga del instrumento", detalla el Ejecutivo en el plan de reformas, que todavía tiene que debatirse con la patronal y los sindicatos. "Además de esta aportación al SEPE para el pago de prestaciones, el Estado también puede participar mediante las exenciones en las cotizaciones sociales de las empresas tal y como se ha hecho en la crisis actual", añade. Apoyada la financiación estatal, como se ha señalado, con fondos europeos.

Eso en relación al primero de los modelos de mecanismo de ajuste pensado para caídas transitorias o cíclicas de la actividad. Mientras, por su parte, el otro mecanismo mencionado, de apoyo a la recualificación de trabajadores en empresas y sectores en transición, dispondrá de una "financiación mixta", según recoge el documento. "Las empresas o sectores afectados pagarán una parte del sueldo y el gasto en formación y recualificación de los trabajadores, completando el resto el Estado mediante el recurso a los créditos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y las transferencias para financiar las Políticas Activas de Empleo", puntualiza el Ejecutivo en la ficha remitida a la Comisión Europea junto con el resto de reformas e inversiones del plan. Todo ello, hay que insistir, a expensas de las negociaciones en la mesa del diálogo social.

Prórroga desde el 31 de mayo

Precisamente, este jueves arrancan las conversaciones entre los distintos ministerios implicados y la patronal y los sindicatos para lo que el Gobierno quiere que se traduzca en un "mecanismo transitorio de ERTE hasta finales de 2021 que impulse la reincorporación de los trabajadores", según consta en el Plan de Recuperación. En este sentido, cabe esperar que el Gobierno presente a los agentes sociales una propuesta basada en el incremento de los incentivos a la activación de los trabajadores, mediante mayores porcentajes de descuentos en las exoneraciones de cotizaciones sociales para estos que para los que continúan en el ERTE, tal y como ya sucedió el verano pasado. Esa, al menos, es la intención de la vicepresidenta Nadia Calviño y del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha apostado, sin embargo, por mantener el esquema de ERTE y prorrogarlo en las condiciones actuales, que se focalizan, al contrario, en la protección de los empleos que permanecen en suspenso. Todo se decidirá en la Comisión Tripartita que arranca este jueves y que apenas tiene tres semanas para cerrar el nuevo sistema, ya que el actual caduca el 31 de mayo. Fuentes del diálogo social apuntan a que no debería haber demasiadas dificultades para alcanzar un nuevo acuerdo, pero sí volverán a encontrarse las posiciones respecto a cuestiones como la prohibición de los despidos. La CEOE pedido en numerosas ocasiones que se levante ese veto, pero el Gobierno no ha accedido. Hasta ahora, cuando se está produciendo una avalancha de ERE que podría cambiar las tornas de la negociación.

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