Seis claves para entender qué es un concurso de acreedores

    • También se conoce como suspensión de pagos, ha sido una constante en la crisis y, en muchos casos, es la única salida para sacar adelante una empresa con problemas.
    • Te dejamos una guía rápida con seis claves para entender qué es, cómo funciona y cuáles son sus consecuencias.
Rafael Santamaría, presidente de Reyal Urbis.
Rafael Santamaría, presidente de Reyal Urbis.
lainformacion.com

La inmobiliaria Reyal Urbis ha presentado concurso de acreedores y se ha convertido en el segundo mayor en la historia de España.

Pero, ¿qué es este procedimiento? ¿A quién beneficia y perjudica? Éstas son las claves para entender cómo funciona.

1. ¿Qué es? Es el último recurso que tiene una empresa cuando su situación financiera es tan delicada que ya no puede pagar su deuda. El concurso es voluntario cuando lo solicitan los propios dueños de la empresa. Cuando es solicitado por uno o varios acreedores, es forzoso.

El objetivo del concurso de acreedores –antes conocido como suspensión de pagos- es ordenar la empresa y explorar todas las posibilidades para garantizar su supervivencia.

También puede acogerse al concurso una persona física. Ha sido una figura muy utilizada por los compradores de vivienda que no han podido seguir pagando su hipoteca.

2. ¿A quién beneficia? El grupo empresarial afectado es el principal beneficiario. La mayor ventaja es que el equipo gestor puede seguir al frente de la compañía al mismo tiempo que se flexibilizan los plazos y las condiciones en las que la empresa debe devolver su deuda. Además, el grupo sigue operando con normalidad.

3. ¿A quién perjudica? En principio, un concurso de acreedores es una mala noticia para los acreedores. Las entidades financieras que prestaron dinero a la empresa dejan de cobrar las letras de sus créditos en las fechas de vencimiento previstas.

El impacto para las cuentas de los bancos es significativo. Cuando se decreta el concurso de acreedores, están obligadas a provisionar –es decir, a cubrir con dinero- al menos un 25% del crédito concedido.

Esta es la razón por la que, en la actual crisis, los bancos han preferido refinanciar la deuda de las empresas en dificultades y sólo han recurrido a la antigua suspensión de pagos en los casos sin solución.

4. ¿Quién toma las riendas? Los conocidos como administradores concursales, que son nombrados por un juez. Normalmente se nombra a tres administradores, que suelen ser un abogado, un economista y representante de los acreedores.

5. ¿Cuánto dura un concurso? Depende del estado de salud de cada empresa. Normalmente, los administradores tardan entre dos y tres meses en emitir un informe sobre la situación de la compañía.

Al cabo de varios meses llega el momento de decidir si la empresa se liquida, cuando no tiene solución, o si se establece un convenio para sacarla adelante.

En este convenio se incluye un plan de pagos y otro de viabilidad. Es muy habitual que los bancos acepten reducciones de la deuda de hasta el 50%. Otra ventaja es que, una vez que se haya declarado el concurso, no podrán iniciarse ejecuciones judiciales ni extrajudiciales, ni seguirse apremios administrativos o tributarios contra el patrimonio de la empresa que ha solicitado el concurso.

6. ¿En caso de éxito, quién cobra primero? Primero los trabajadores, luego las administradores públicas y, en tercer lugar, las entidades financieras. Después es el turno de los proveedores.

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