¿Se tambalea el paraíso económico vasco?

El oasis de Euskadi antes de las urnas: "Cobro 35.000 euros por poner tornillos"

  • El País Vasco tiene los mejores indicadores económicos de España pese a los nubarrones, corrupción incluida, que afloran en la gestión del PNV.
El lehendakari, Iñigo Urkullu
El lehendakari, Iñigo Urkullu
GOBIERNO VASCO - Archivo

"Aquí, en Euskadi, se vive muy bien", dice un trabajador de mediana edad de una de las empresas más emblemáticas del País Vasco, CAF, que desde su sede central en Beasain (Gipuzkoa) fabrica trenes para medio mundo. El trabajador, que declina dar su nombre -quizás por la tradicional discreción de los vascos o porque aún quedan vestigios del miedo creado por el yugo de la serpiente etarra-, insiste: "No tienes más que mirar a tu alrededor... Esto es un lujo y la calidad de vida se palpa".

Y no le falta razón. A veces, para corroborar ciertas percepciones no hay que acudir a los 'expertos' ni a 'gurús' económicos. Basta con que un ciudadano llano eche un vistazo a la realidad de la calle. I.T. es una trabajadora madrileña de poco más de 50 años que, por circunstancias, ha visitado varias veces el País Vasco en los últimos tres años. No es sospechosa de connivencia con el 'régimen' peneuvista  de Ajuria Enea; en el balcón de su casa madrileña ondea una bandera de España, pero no duda en decir: "El País vasco es otro nivel. Juega en otra liga"

Y todos los indicadores económicos así lo corroboran. El baremo por antonomasia del desarrollo de un lugar determinado es, sin duda, el índice de paro, y el del País Vasco es del 9% frente al 13,8% del conjunto de España. En Vizcaya, Guipúzcoa y Álava no hay pleno empleo, algo que sí sucedía antes de la crisis, pero sus cifras de desempleo son mucho más cercanas a los estándares europeos, que las del conjunto de España.

Si se mira el PIB per cápita, el del País Vasco asciende, según el informe de competitividad 2019 de Orkestra, Instituto Vasco de Competitividad de la Fundación Deusto, a 38.688 euros, frente a 28.498 de España y los 30.935 del conjunto de la UE. Supera incluso al de Alemania, que se sitúa en 37.956 euros. En lo referente a la renta disponible de los hogares per cápita, en Euskadi es de 20.100, en el conjunto del estado español de 15.313 y en la UE de 16.552. Las cifras son evidentes.

Cierto es que la Comunidad Autónoma Vasca cuenta con un régimen fiscal propio y 'privilegiado' respecto a el resto de autonomías, excepto Navarra, y en la actualidad disfruta de un cupo, el "cuponazo" como lo bautizó el antiguo líder de Ciudadanos, Albert Rivera, por lo que el conjunto del Estado 'da' a Euskadi 1.400 millones de euros adicionales.

Estos factores conceden al País Vasco, según calculan expertos económicos, una sobrefinanciación de 1.000 euros por persona y año respecto a las demás autonomías. Así, los vascos disfrutan de unas buenas sanidad y educación públicas, que son la joya de la corona de la autonomía.

Pero el nivel de desarrollo económico que ha alcanzado Euskadi no se explica únicamente por este motivo o por los millones de su financiación. El peso de la industria en el PIB de Euskadi es del 24,4% frente al 15,5% del conjunto de España, muy alejado del objetivo del 20% que marca la UE para este año 2020.

La industria vasca sufrió una brutal reconversión en los años 80 que requirió de ingentes cantidades de dinero público y privado para revertir la situación. De aquella batalla salió un industria fuerte, exportadora, con altos niveles tecnológicos y moderna. Así las exportaciones suponen el 34,22% del PIB vasco, frente al 24,41% en España.

Hay zonas en el País Vasco, como el Goierri guipuzcoano o el Alto Deba, sede del Grupo Mondragón, que más que comarcas son una fábrica. Nos quedamos en el Goierri. Dieciocho municipios en apenas 271 kilómetros cuadrados, con una población que no llega a los 50.000 habitantes, un paro del 7% e industrias del peso de CAF, ArcelorMittal, Indar, Irízar, Ampo, Hine, más un auténtico enjambre de pymes industriales, que generan más de 15.000 empleos.

En el Goierri, el peso de la industria en el PIB es del 50%, el de los servicios del 46% y la agricultura y ganadería suponen el 4%.  Los sueldos además son muy altos para lo que se estila en el resto de España. "Aquí ganas 35.000 euros anuales por poner tornillos durante 35 horas a la semana", dice el trabajador de CAF; "pero, eso sí, nadie entra en la empresa sin, al menos, un grado medio de FP". Por comparar, "mi padre, que trabajaba de jefe de turno en el taller de CAF en LInares", ya cerrado hace un par de años y actualmente reconvertido en centro de ingeniería de la compañía vagonera, "cobraba 25.000 euros", dice un joven linarense. "Una barbaridad para el sueldo común en Andalucía, pero mucho menos que lo que cobran los trabajadores en la central en Euskadi en la misma empresa".

En cambio, los ciudadanos del Goierri, sobre todo en algunos pueblos como Beasain ( 13.800 habitantes), 'sufren' un precio de la vivienda que se acerca a los de San Sebastián o Bilbao, dos de las ciudades más caras de España en lo que a la vivienda se refiere.

También hay algún que otro nubarrón laboral. "Las empresas contratan trabajadores ya a través de subcontratas y sus condiciones ya no son las mismas que las del personal de plantilla", nos reconoce un trabajador que lleva casi 20 años en la siderúrgica de Olaberria, apenas 900 habitantes y uno de los pueblos de España que cuenta con más empresas en su territorio. Allí acuden cada día a trabajar más de 2.500 personas, casi tres veces más que los habitantes de la localidad.

Los vascos, que tienen el mayor índice de productividad laboral de España, son también los que menos horas trabajan en España y disfrutan de un salario medio bruto, el mayor de España junto a Madrid, de más de 1.900 euros mensuales frente a 1.657 de la media nacional. Por contra, los precios también son los más altos de España. Comprar un piso, un pantalón o  tomar un vino y un 'pintxo' en San Sebastián o Bilbao, algo menos en Vitoria, es caro. Muy caro. Por contra, las ciudades y pueblos destacan por estar perfectamente limpios y con multitud de equipamientos deportivos o culturales. 

Ahora que el terrorismo es cosa del pasado, el tema ETA es algo de lo que la sociedad vasca ya ha pasado página y se sigue hablando de ello más del Ebro hacia abajo que del Ebro hacia arriba, el índice de criminalidad es el más bajo de España y los servicios públicos, con algunas disfuncionalidades, se encuentran entre los mejores de España.

También los sueldos de los funcionarios como hace unas semanas reflejábamos en La Información. "No sé si soy un privilegiado. Considero que el sueldo que recibo es justo y creo que estoy bien pagado. ¿Que en otras partes del Estado los maestros cobran menos que aquí? Lo sé y a ellos habría que subirles el salario para que se igualaran a nosotros. Sería lo justo. En Sevilla o Madrid se enseña a los niños igual que en Vitoria o Bilbao". E.L. es maestro de primaria en un colegio público de Vitoria. Entre sus colegas de toda España, los vascos son los docentes mejor pagados. Este maestro vitoriano, de 38 años y con plaza fija ganada por oposición, que da clases de Matemáticas, Ciencias de la Naturaleza y Euskera, 18 horas lectivas a la semana, que incluyen alguna guardia, reconoce que "en números redondos gano 35.000 euros brutos al año, 14 pagas de 2.500 euros más o menos". 5.400 euros más que un maestro, por ejemplo, madrileño.

Estábamos con lo de los servicios sociales y la calidad que tienen los vascos. Maritxu (nombre ficticio) tiene 84 años y es viuda. Vive en una localidad del interior de Guipúzcoa y entre la pensión y lo que cobra de la diputación guipuzcoana al tener declarado cierto grado de dependencia, cobra 14 pagas al año de 1.360 euros netos. Vive del alquiler, por el que paga menos de un 30% de su sueldo y al vivir sola está conectada permanentemente a un botón que puede pulsar para llamar a los servicios sociales si tiene algún problema.

Del Gobierno Vasco le llaman prácticamente una vez por semana por si necesita algo o tiene algún problema. Además, el ayuntamiento del municipio le ha colocado un detector de humo y fuego en su domicilio por si "por descuido me dejara, por ejemplo una sartén en el fuego", explica.  "No me quejo", asegura, "los servicios sociales funcionan muy bien..." Y repite el mantra: "Aquí se vive bien".

Pero no todo es de color de rosa en la economía vasca como ha dejado claro el descontrol existente y la gestión que del accidente del vertedero de Zaldibar (Vizcaya) ha hecho el Gobierno vasco. El País Vasco sufre una auténtica 'catástrofe demográfica'. Es la población más envejecida de España y en en 2018 murieron 2 personas por cada 1,4 nacimientos. Con una población de 2,17 millones de personas, su saldo vegetativo es negativo, ya que actualmente se producen 5.663 muertes más que nacimientos cada año.  Con un 18,67%, es una de las comunidades autónomas de España que tiene una mayor proporción de mayores de 65 años entre su población.

La esperanza de vida de sus habitantes es de 83,65 años, frente al 83,1 del resto de España. Cuando se empiece a jubilar la generación del 'baby boom' va a necesitar mano de obra joven para poder mantener su industria y las pensiones, que hoy en día son las más latas de España. La tasa de inmigrantes en Euskadi es del 10% y están empadronados 221.000 extranjeros, principalmente latinoamericanos, mientras que en el conjunto de España es del 13%.

Los jubilados vascos, pese a tener las pensiones más altas de España, son desde hace ya tres años, los más beligerantes en su exigencias de que la pensión mínima sea de 1.080 euros e incluso, más de 1.300 jubilados se han rebelado ahora contra otra de las joyas de la corona del oasis económico vasco, su sistema complementario de pensiones. En el País Vasco los gobiernos de coalición son habituales desde 1983. En lo económico, en Euskadi el nacionalismo gobernante hablaba de que, a diferencia del conjunto de España, o de Cataluña, también se vivía en un oasis de corrupción. Sin embargo, al menos tres escándalos de corrupción han salpicado al PNV en los últimos meses y 'el partido' trata de amortiguarlos a menos de dos meses de las elecciones autonómicas del 5 de abril.

El consejero de Sanidad, Jon Darpón, del PNV, se vio forzado a dimitir en marzo del 2019 por el llamado 'caso Osakidetza', una supuesta trama de filtraciones de los exámenes de las oposiciones a la Sanidad Pública. Igualmente,  el pasado 7 de febrero, el que fuera director de la Hacienda Foral de Guipúzcoa y ex senador, Víctor Bravo, fue condenado a siete años de cárcel como autor como cooperador necesario de tres delitos fiscales contra la Hacienda Pública. Y, por último, el denominado 'Gürtel' del PNV, el 'caso De Miguel', por el que el antiguo número dos del PNV alavés, Alfredo de Miguel, ha sido condenado a 13 años por una trama de cobro de comisiones ilegales y contratos irregulares. Y ahora, Zaldibar. el 5 de abril los ciudadanos vascos tienen la palabra y decidirán si era oasis o el desierto se iba abriendo camino. Mientras, en las plazas y pueblos de Euskadi no deja de oírse: "Aquí se vive bien".

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