"En los dominios de Amazon", la experiencia de trabajar en la multinacional

  • El periodista francés Jean-Baptiste Malet, que publica ahora en España "En los dominios de Amazon", revela en su libro métodos de trabajo de la multinacional y explica a Efe su experiencia en uno de sus almacenes.

París, 6 oct.- El periodista francés Jean-Baptiste Malet, que publica ahora en España "En los dominios de Amazon", revela en su libro métodos de trabajo de la multinacional y explica a Efe su experiencia en uno de sus almacenes.

Malet trabajó durante un mes en la central que Amazon tiene en Montelimar (en el sureste de Francia) para obtener información, pues debido al férreo contrato de confidencialidad que firma cada empleado, sólo así podía conocer las condiciones laborales de quienes forman parte del gigante estadounidense, asegura.

En una entrevista telefónica el periodista, de 26 años, cuenta que no tomó una nueva identidad sino que se limitó a enmascarar su verdadera profesión en el currículum, en el que sólo dejó los pequeños trabajos de estudiante para poder ser contratado en el periodo navideño, cuando la empresa suma un 70 % más de trabajadores temporales a su plantilla.

Decidió realizar este proyecto al encontrarse una y otra vez con la imposibilidad de hablar con los trabajadores o el servicio de prensa, algo que encuentra "surrealista y penoso".

"La gente tiene que ser consciente de los dos terribles aspectos de Amazon, no sólo del aspecto fiscal, sino también del social que aúna a las terribles condiciones de trabajo, todo el pequeño comercio que destruye", afirma Malet.

El francés se hizo contratar en un puesto nocturno de "picker", quienes recogen los artículos de las estanterías para que sean empaquetados y enviados, con el fin de moverse por todo el espacio y tomar contacto con más empleados.

Sin embargo los largos paseos por los pasillos que al final de cada jornada sumaban más de 20 solitarios kilómetros no permitían hablar con nadie, por lo que solo le quedaban las dos pausas de apenas cinco minutos cada una para acercarse a otros trabajadores.

Malet no duda al asegurar: "el clima que se crea en Amazon es dañino, lo que es sorprendente es el condicionamiento ideológico al que se somete al trabajador", referencia al eslogan mil veces repetido "work hard - have fun - make history" (trabaja duro - diviértete - haz historia).

El trabajo duro queda patente cuando Malet escribe en su reportaje: "nunca antes en mi vida me había parecido que el simple hecho de sentarse fuera tan agradable", pero la diversión viene de la mano de lo que el periodista describe como "un arsenal de técnicas psicológicas" con las que la empresa crea actividades para la distracción de sus trabajadores.

Según el reportero, a través del agotamiento se aleja al trabajador de su vida social, que es sustituida por otra que se desarrolla en el seno de la multinacional, por lo que teme romper las reglas, ser despedido y tener que renunciar a su nueva "vida amazónica".

En esta realidad que describe como realmente orwelliana, destacan algunos aspectos, como el cálculo preciso de determinados recorridos ("la marcha a lo largo de los hangares dura exactamente dos minutos") o el control al que los empleados son sometidos.

El picker, aunque esté físicamente alejado de sus superiores, está siempre "localizado" por el escáner wifi que emplea en su labor y que transmite todas las informaciones que él registra, así como cada movimiento.

"Se considera al trabajador como un robot pero más barato y que no hay que reparar si se estropea, se le trata como a un niño que siempre debe obedecer y que lo hace porque tiene miedo, hace falta una personalidad muy fuerte para sobrellevar esas condiciones de trabajo porque es un ambiente realmente violento", subraya Malet.

El joven periodista opina que, a pesar de que los trabajadores temporales son un enorme porcentaje del mercado laboral, no se habla lo suficiente de ellos y los considera "auténticos héroes contemporáneos", que llevan a cabo trabajos realmente penosos.

Ocultándose para mostrar al estilo de Günter Wallraff, el célebre "periodista indeseable" alemán con el que también comparte estilo narrativo, Malet desvela una cruda realidad que pronto estará también disponible en italiano y probablemente accesible en la propia web de Amazon, como la versión en francés, de cuyo fondo, dice, no le es posible sacar su obra.

"No puedo hacer nada", asegura entre abatido y enfadado, "nadie puede hacer nada individualmente contra Amazon".

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