En qué ha empeorado y mejorado la economía desde el Debate de 2010

España era un país feliz el 15 de julio de 2010. Obviamente, la sonrisa no tenía nada que ver con el Debate sobre el Estado de la Nación que se celebraba en el Congreso, sino con el Mundial de Fútbol que se había ganado cuatro días antes. España, en realidad, aún atravesaba una dura crisis y el Gobierno se esforzaba en lanzar el mensaje de que lo peor habia pasado y que sólo se podía ir hacia arriba.

Como con tantas promesas políticas, la realidad se ha mostrado implacable. La economía española continúa tambaleándose y, un año después, las dudas persisten, a rebufo de la inestabilidad de Grecia. La macroeconomía permite alguna luz, pero a ras de calle la situación está lejos de mejorar y hay más paro, más inflación, el consumo continúa atenazado.

En definitiva, entre un Debate de la Nación y otro, se podría decir que el país ha mejorado ligeramente, pero que los españoles han empeorado.

Lo mejor del último año: la gran economía

¿De verdad hemos avanzado algo? Para aceptar una respuesta positiva hay que empezar con el Producto Interior Bruto. España comenzó 2010 lastrada por la recesión y terminaría el ejercicio con un pequeño retroceso del 0,1%.

Para finales de 2011, en cambio, se espera que crezcamos. ¿Cuánto? Eso depende de a quién se le pregunte. El Gobierno mantiene una apuesta del 1,3% de avance, aunque es el único que lo piensa. La práctica mayoría de organismos internacionales y servicios de estudios prevén un 0,8% como mucho. En cualquier caso, es mejor que el -0,1% de 2010.

Todo ello, a causa de la dura política de ajuste que emprendió Zapatero con su tijeretazo y que se está haciendo notar, sobre todo, en las cuentas públicas. De hecho, la segunda mejora viene por el lado del déficit del Estado, que pasó de sumar 5.270 millones de euros en el primer cuatrimestre de 2010 a 2.450 en el arranque del año en curso.

El tercer y último motivo de satisfacción explica la recuperación de los dos anteriores. La balanza comercial, o diferencia entre exportaciones e importaciones. Puede que España continúe de capa caída, pero Alemania y nuestros principales compradores no, así que vendemos al extranjero más que antes y eso redunda en el conjunto de la economía nacional.

En concreto, las exportaciones del primer trimestre han crecido un 23% frente al aumento del 20% en las importaciones. Más allá de datos concretos, la tendencia del comercio exterior español es que continúe aportando al crecimiento cuando históricamente restaba.

Mal el consumo, el empleo, la vivienda...

Aunque claro, cuanto más se suba en la macroeconomía más abstracta se vuelve para el ciudadano. Si se desciende a conceptos más cercanos, la sensación de que la crisis mantiene su influencia se engrandece.

Es el caso del paro. El número de personas registradas en las oficinas de empleo ha engordado en 123.000 personas, lejos de bajar de los cuatro millones de parados que acababan de superarse en la primavera de 2010.

Si analizamos el paro según lo analizan los organismos internacionales, a partir de la Encuesta de Población Activa, la cifra roza los cinco millones de desempleados (o el 21,3%) en el comienzo de este ejercicio, una cifra que ni en su peor sueño hubiera imaginado Zapatero cuando dijo en julio de 2010 que salíamos del pozo.

Tanto recorte del mercado laboral se deja sentir en otros indicadores básicos del consumo.¿Y qué mejor índice a este respecto que las dos grandes compras: vivienda y coche? La primera no deja de acusar el estallido de la burbuja inmobiliaria y el número de hipotecas firmadas en el mes de abril se situó en poco más de 50.000, unas 30.000 menos que el año anterior, según los últimos datos disponibles en el INE.

Los coches tampoco aceleran. Entre mayo de 2010 y mayo de 2011 han caído las ventas cerca de un 25%. Lo más grave de ambos parámetros es que en 2010 ya se produjeron descensos notables en relación al año precedente.

No obstante, la inflación se ha disparado. Si en mayo de 2010 España había bajado al 1,8% de crecimiento interanual en los precios, ahora ha vuelto al 3,5%. Asimismo, la diferencia con la UE se ha duplicado en estos doce meses y estamos a 0,7 puntos de la media europea.

Los últimos indicadores en rojo de esta comparación entre un Debate y el actual se escapan del control directo del Gobierno. El Euríbor, incluso, depende exclusivamente del Banco Central Europeo, aunque sus consecuencias las sufran con mayor virulencia los países con problemas de crecimiento como España. Sea como sea, el indicador ha crecido casi un punto porcentual.  

Y la prima de riesgo responde más a la imagen que el país continúa ofreciendo al exterior y la penalización que los mercados le hacen pagar por no convencerles. En concreto, marca el sobreprecio que exigen los inversores para comprar bonos españoles a 10 años en lugar de los alemanes y ha aumentado de los 190 puntos básicos que había en mayo de 2010 a los casi 300 de este inicio de semana.