El pesimismo económico de los españoles se ha disparado en el último año. Cuando ya se han cumplido siete meses y medio desde que el Gobierno de Sánchez desembarcara en el poder y coincidiendo con la presentación de los Presupuestos más sociales de la democracia, cada vez más ciudadanos anticipan una nueva crisis financiera en nuestro país. El pesimismo y el futuro incierto, por tanto, crecen. Así se recoge en el sondeo de Metroscopia para Henneo/La Información correspondiente a este mes de enero.
Hasta un 31% de los encuestados por Metroscopia considera que la situación económica de España empeorará en los próximos meses. Esta cifra se ha duplicado prácticamente en el último año, ya que en enero de 2018 apenas un 17% de los ciudadanos respondía que tenía malas expectativas financieras. En el lado contrario, solo un 18% contesta que la economía mejorará, frente al 30% que se mostraba optimista hace un año. Quienes piensan que todo seguirá igual pasan del 52%, en enero de 2018, al 49% en este sondeo. Además, un 58% de los encuestados considera que la situación de la economía española es, en este momento, mala, frente al 25% (uno de cada cuatro españoles) que responde que es buena y un 17% que contesta que es regular.
Los españoles, por tanto, han experimentado en estos meses de Gobierno de Sánchez un significativo 'cambio de humor' económico. Miran al futuro financiero con más pesimismo, lo que se traduce en una mayor incertidumbre y desconfianza. Una percepción de empeoramiento e inquietud que, precisamente, coincide con las expectativas negativas que tienen los empresarios, según los últimos datos del INE.
En el plano más personal de los encuestados apenas se producen cambios en las perspectivas económicas. De esta forma, el 45% de los ciudadanos considera que le irán mejor las cosas en 2019 a él y su familia, un dato ligeramente inferior al 47% que se registró hace ahora un año. Asimismo, el 46% opina que sus finanzas serán las mismas este año, frente al muy similar 45% que opinaba igual en enero de 2018, y un 8% cree que irán a peor, en comparación con el 7% de hace un año. Y, por último, hoy el 69% cree que su situación económica personal es buena, frente al 68% que lo consideraba hace un año, y un 18% responde que es mala, frente al 17% de 2018.
El pesimismo va por barrios
Los votantes más optimistas en cuando a la situación económica se refiere son los del PSOE y Ciudadanos (un 72% de ellos considera que es buena) y, en el lado contrario, se sitúan los del PP (63%) como los menos optimistas. Esta percepción ha experimentado en el último año una rotación significativa ya que en enero de 2018, antes de la moción de censura y la llegada de Sánchez a La Moncloa, eran los votantes del PP quienes se mostraban básicamente optimistas (77%), por lo que la cifra ha descendido 14 puntos con motivo del adiós de Rajoy del Gobierno. Los votantes socialistas han sufrido, precisamente, el proceso contrario: mientras en enero de 2018 el 63% se declaraban optimistas, un año más tarde esa cifra asciende al 72% (9 puntos más).
Los partidarios de Unidos Podemos, por su parte, apenas varían su percepción (68% de optimistas en 2018 y 70% en 2019), y entre los de Cs disminuyen los optimistas, al pasar del 80% al 72%). Por último, los votantes de Vox se sitúan en la media, ya que el 69% responde comenzar este año más bien con optimismo que con pesimismo. Hay que destacar que los comienzos de año suelen ser, en el pleno de la percepción sobre la vida económica, momentos proclives al optimismo.
En general, el 69% de los españoles responde que inician este 2019 más bien optimistas, una cifra que hace ahora un año era ligeramente inferior, del 72%. Y, para incidir más en el dato, un 23% de los encuestados considera que ha arrancado 2019 con pesimismo, un porcentaje que en enero de 2018 se situaba en el 21%.
El sondeo de Metroscopia para Henneo/La Información ha sido elaborado a través de 2.332 entrevistas realizadas con llamadas a teléfonos móviles seleccionados de forma aleatoria. El error de muestreo es de 2,5 puntos y el trabajo de campo fue realizado entre el 9 y el 15 de enero (el día que se presentaron los Presupuestos en el Congreso de los Diputados). En los resultados, por tanto, no influye el detalle de las cuentas públicas, que fueron desgranadas en días posteriores, y tampoco la aprobación de los dos últimos impuestos por real decreto: el de servicios digitales y la tasa a las transacciones financieras.
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