La energética pública de Cataluña se lanza a la compra de renovables en tramitación

La energética pública de Cataluña ha comenzado a funcionar. Publicada ya su constitución como Energías Renovables Públicas de Cataluña SAU en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), ha iniciado los contactos con los promotores de proyectos renovables que cuentan con la autorización administrativa o están en fase avanzada para plantearles adquirir una posible participación. De hecho, ya tiene sus primeros megavatios (MW) tras una cesión gratuita de Avança, Empresa de Promoción y Localización Industrial de Cataluña.

En concreto, la compañía, que operará bajo la marca comercial L'Energètica, posee el 25% del parque eólico de Pebesa, con una potencia de 4 MW, y un 9,65% de la instalación de Trucafort, de 29 MW. Ambos se ubican en Tarragona. Según ha explicado en rueda de prensa en Barcelona el director general de la empresa, Daniel Pérez (ex de Holaluz), la sociedad se centrará en proyectos de ámbito local y realizará inversiones bajo una serie de criterios de rentabilidad, territoriales, sociales y de participación de la localidad donde se ubica la instalación previamente definidos y aprobados por el consejo de administración. 

Actualmente, hay alrededor de 40 proyectos renovables en Cataluña  que cuentan ya con autorización administrativa, la cual concede el derecho a realizar una instalación concreta y en unas determinadas condiciones. Luego vienen la autorización administrativa de construcción y la autorización administrativa de explotación definitiva. L'Energètica cuenta con un presupuesto de 25 millones de euros para 2023 y Pérez espera que se incremente "significativamente" el año que viene. En su opinión, lo ideal sería un monto de entre 50 y 100 millones de euros para poder avanzar con paso firme. Para este curso, prevé una inversión de entre 15 y 20 millones de euros en instalaciones fotovoltaicas sobre tejado y entre 3 y 5 millones de euros en proyectos sobre suelo.

Sobre el terreno, la entidad tendrá como objetivo invertir en instalaciones pequeñas, por lo general de alrededor de 5 MW de potencia, ya que su tramitación es mucho más rápida que la de un gran parque. Otra opción que plantea Pérez es la colaboración con entidades locales. Por ejemplo, un municipio pequeño que no disponga de suficientes fondos para levantar una instalación fotovoltaica podría ceder el terreno a la empresa y esta encargarse de la construcción y del mantenimiento. De este modo, una parte de la energía se quedaría en el pueblo. También desarrollará proyectos propios y podrá participar en otros privados que cuenten con el visto bueno del territorio.

300 MW de autoconsumo

Por su parte, en lo que respecta a plantas solares sobre tejados para el autoconsumo, la compañía es mucho más ambiciosa. Invertirá en proyectos en función de las posibilidades de licitación, pero el Instituto Catalán de Energía (ICAEN) calcula un potencial de unos 300 MW para 2030. Según los precios de mercado actuales, esto supondría una inversión de 300 millones de euros, a razón de un millón por MW. El Govern quiere que L'Energètica suministre electricidad renovable a todas las instalaciones públicas de la Generalitat. Con  los 20 MW de potencia a los que aspira la empresa al cierre del ejercicio, generaría unos 30 gigavatios hora (GWh), lo que supone entre el 10% y el 15% del consumo.

Asimismo, se plantea repartir los excedentes de energía (si los hubiera) entre los consumidores vulnerables que estén a 2 kilómetros, la distancia máxima  permitida entre las instalaciones de generación y los puntos de consumo. También cabe la posibilidad de que se beneficien de esa electricidad sobrante, por ejemplo, los institutos o centros sanitarios de atención primaria. Según datos de la Generalitat, Cataluña dispone de 61.200 instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo. Igualmente, podrá aplicar una política de aprovisionamiento energético en la que se establezcan acuerdos bilaterales (mediante PPA on-site) a generadores locales y en la que se participe en la propiedad de proyectos de generación. Esto permitirá ejercer la actividad de comercialización, estableciendo un vínculo entre generación y consumo, gestionando los excedentes de autoconsumo y generando ingresos a partir del suministro de energía a la Generalitat. 

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Según el director general de la compañía, la idea es que la empresa comience a hacer pruebas de suministro a finales de este año, una vez haya conseguido la licencia de comercializadora. L'Energètica tendrá que asegurar con el Instituto Catalán de Finanzas (ICF) y/o otros mecanismos públicos o privados la disponibilidad de líneas de crédito para poder asumir los 2.800 puntos de suministros que se licitarán por contratación centralizada durante el 2024. El suministro solo será para edificios públicos, aunque no se descarta que en el futuro se puedan establecer acuerdos de compraventa de energía con industrias u otros agentes privados. Por otro lado, la Generalitat también cederá a L'Energètica la explotación de las centrales hidroeléctricas a medida que las concesiones vayan caducando, aunque algunos permisos se alargan hasta 2061.

La empresa pública también ha constituido ya su consejo asesor con 20 integrantes. Tiene como función elaborar informes a petición del consejo de administración y elevar propuestas de medidas y acciones que puedan contribuir a la consecución de los objetivos de la sociedad. En él destacan el ex director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) Joan Herrera y el ex director de general de Transición Ecológica en la Generalitat Valenciana Pedro Fresco.

El Ayuntamiento de Barcelona fue pionero en crear una eléctrica propia. Barcelona Energía, que comenzó a operar en 2018, suministra electricidad en edificios y equipamientos municipales del Ayuntamiento de la Ciudad Condal y da servicio a 4.675 puntos y 21 organismos y entidades del grupo de empresas municipales. También ofrece servicio a los equipamientos del área metropolitana y a la ciudadanía.