Corea del Sur presiona a EEUU para enriquecer uranio en plena crisis nuclear

  • Las presiones de Corea del Sur para poder procesar combustible nuclear para energía, transmitidas esta semana a puerta cerrada por el ministro de Exteriores surcoreano, Yun Byung-se, en Washington, elevan las preocupaciones y los recelos en plena crisis regional.

Jairo Mejía

Washington, 3 abr.- Las presiones de Corea del Sur para poder procesar combustible nuclear para energía, transmitidas esta semana a puerta cerrada por el ministro de Exteriores surcoreano, Yun Byung-se, en Washington, elevan las preocupaciones y los recelos en plena crisis regional.

A la sombra de las tensiones con Corea del Norte y su programa de armas nucleares, las peticiones esta semana del canciller surcoreano en Washington para que EE.UU. le permita a su país enriquecer uranio y procesar combustible atómico pasaron inadvertidas.

En su reunión ayer con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, Yun pidió acelerar la revisión de un acuerdo de cooperación nuclear civil bilateral que data de 1974.

"Sin duda va a ser polémico, pero ambos países tienen más que perder que ganar si no llegan a un acuerdo y no ceden en sus posturas iniciales", indicó hoy en una entrevista con Efe el experto sobre política nuclear de la Heritage Foundation, Jack Spencer.

Ese acuerdo, que caduca en 2014, prohíbe a Corea del Sur enriquecer uranio y procesar combustible nuclear usado, tecnologías que ahora Seúl considera vitales para mejorar la eficiencia de su veintena de reactores.

El paso para incluir a Corea del Sur en la lista corta de países que enriquecen o reprocesan material radiactivo podría estar listo para ser anunciado a comienzos de mayo, cuando se espera la vista a Washington de la flamante presidenta surcoreana, Park Geun-hye.

Corea del Sur presiona para que EE.UU. le dé el visto bueno y le ayude a enriquecer uranio a bajas concentraciones y a reprocesar combustible nuclear usado, algo que la Administración de Barack Obama quiere llevar a cabo con mucha cautela.

Según los expertos, el dominio de la tecnología de enriquecimiento y reprocesamiento nuclear con objetivos civiles no dista mucho de la necesaria para producir armamento nuclear, lo que podría dar alas a Corea del Norte para que continúe con su programa atómico pese a las críticas y llamadas a la calma de la comunidad internacional.

En opinión de Spencer, EE.UU. se inclina por no permitir que Corea del Sur enriquezca uranio por el momento, pero sí que procese su combustible nuclear a través de una técnica llamada de "piroprocesado", que le permitiría tratar sus desechos radiactivos sin peligro de que su uso se derive hacia armamento.

Mientras tanto, Corea del Sur seguirá dependiendo de las importaciones de uranio enriquecido para la obtención de energía, que en una cuarta parte proviene de Estados Unidos.

Como parte de la alianza estratégica entre Corea del Sur y EE.UU., derivada de la Guerra de Corea (1950-53), Seúl renunció en 1992 a obtener armamento nuclear, aunque en los 70 realizó investigaciones militares en secreto con este objetivo.

EE.UU. no quiere una escalada nuclear en una región tan inestable como la Península de Corea y en plena ofensiva diplomática para que Irán abandone su programa nuclear de enriquecimiento, que ese país asegura que tiene fines pacíficos.

En esta ocasión, una vez que se acordara la revisión del acuerdo de cooperación nuclear civil con EE.UU., Corea del Sur se comprometería a recibir periódicamente visitas de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

En la actualidad Francia, Alemania, los Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Rusia, China, Brasil e Irán utilizan tecnología de enriquecimiento comercial de uranio. Solo Japón, Rusia, Reino Unido y Francia reprocesan combustible usado en centrales.

India, Pakistán, Israel y Corea del Norte realizan estas operaciones fuera del Tratado de No Proliferación Nuclear.

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