Pese a la pandemia

El envejecimiento 'doblega' a la Covid: hay más mayores de 65 años que nunca

Los datos del padrón continuo del INE reflejan que las cohortes de mayor edad continúan aumentando, a pesar de que la pandemia ha provocado el primer descenso de la población en cuatro años.

Un anciano saluda a los medios que se agolpan en la puerta para captar la vacunación.
El envejecimiento 'doblega' a la Covid: hay más mayores de 65 años que nunca
EP

El fenómeno del envejecimiento continúa su avance silencioso pero incesante entre la población española. Un análisis pormenorizado de los datos del padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE) demuestra como, a pesar de que la pandemia ha provocado el primer descenso de la población de los últimos cuatro años, con 106.146 personas menos en 2020, la cohorte de mayores de 65 años no ha dejado de crecer. Al contrario, alcanza ya las 9.307.511 personas, un máximo histórico absoluto. Las cifras reflejan con claridad que, a pesar del exceso de mortalidad causado por la Covid y de la especial incidencia de la enfermedad sobre las personas mayores, la estructura de la pirámide de población no varía porque el fenómeno del envejecimiento es más potente estadísticamente que el virus.

El padrón irrumpía esta semana con un balance de pandemia demoledor: la población en España se redujo en 106.146 personas en 2020, hasta dejar el total de habitantes en 47.344.649 inscritos. La lectura inmediata del dato es que se trata del primer descenso después de cuatro años consecutivos aumentando, pero un segundo acercamiento a las cifras deja conclusiones no menos contundentes. La primera, que entre los mayores de 65 años, los más vulnerables a la enfermedad de la Covid-19, la población crece en 89.130 personas, al pasar de 9.218.381 a 1 de enero de 2020 a 9.307.511 a la misma fecha de 2021, un año después de la irrupción de la pandemia en nuestro país.

Hay que matizar, no obstante, que los datos son provisionales y serán revisados por Estadística en los próximos meses. Sin embargo, desde el INE explican a La Información que las diferencias respecto al cómputo definitivo "suelen ser de reducida dimensión", de modo que previsiblemente se mantendrá la tendencia. Asimismo, estas fuentes, de ámbito técnico, relacionan el incremento de la población mayor de 65 años directamente con el fenómeno de envejecimiento que viene sucediendo desde hace ya décadas y que mantiene a los analistas alerta sobre el incremento exponencial de la presión que va a producirse sobre los sistemas de protección social a partir de la jubilación de la generación del baby boom.

Aunque es cierto que el incremento de los mayores se ha ralentizado en el año de la pandemia en relación con los ejercicios previos (esos 89.130 habitantes suponen un crecimiento anual del 0,97%, en comparación con el 1,78% de 2019 o el 1,67% de 2018), el aumento porcentual se sitúa en un nivel similar, por ejemplo, al del año 2016, cuando el grupo de más de 65 años se elevó un 0,98% respecto al ejercicio anterior. No se observa, por tanto, un desfase inédito provocado por la pandemia en este sentido, aunque el avance sí se frena considerablemente si se mira al último lustro.

Entrando al detalle, por grupos de edad, el mayor repunte se aprecia en las personas de entre 65 y 69 años, que pasan de 2.424.312 en el año 2019 a 2.479.691 en 2020, lo que supone un aumento de 55.379 habitantes, que implica el 60% del incremento total de la población mayor de 65 años. Como se puede apreciar en la infografía que precede a estas líneas, en las cohortes de entre 75 y 84 años y de 90 años en adelante se producen aumentos de población, mientras solo se registran retrocesos en el segmento de 70 a 74 años, donde se han perdido 13.210 personas, y en los que tienen entre 85 y 89 años, que se reducen en 5.458 habitantes. 

El balance provisional del padrón continuo a 1 de enero de 2021 recoge que todos estos grupos, aglutinados en una sola categoría de mayores de 65 años, suponen el 19,7% del total de la población (47.344.649 personas). Para hacerse una idea de la evolución del fenómeno del envejecimiento y su impacto sobre la pirámide de población, basta situar, por ejemplo, que en el año 2010 este porcentaje se situaba en el 16,8%. Otro dato: la edad media de la población empadronada en España alcanza los 43,8 años, lo que significa que en lo que va de siglo se ha incrementado en casi cuatro años, ya que en el año 2000 la edad media era de 39,9 años.

La edad media de la población ha subido cuatro años en lo que va de siglo

Los datos demuestran que el cambio demográfico es un hecho que no ha frenado la pandemia. Según la proyección del INE, en 2068 España podría albergar a más de 14 millones de personas mayores, lo que representaría el 29,4% de la población total. Será durante las décadas de los 30 y 40 del presente siglo cuando se registrarían los mayores incrementos, con la llegada a la vejez de las voluminosas cohortes nacidas durante el baby boom. En paralelo, esta generación empezará a jubilarse a partir de 2024, cuando la presión sobre el sistema de pensiones y sobre los sistemas de protección social en general empezará a aumentar exponencialmente.

En lo que se refiere al sistema público de pensiones, el Gobierno tiene en marcha una reforma que busca, precisamente, contener el impacto presupuestario de la jubilación de los baby boomers, fomentando el retraso en la edad de retiro del mercado laboral a través de un sistema de penalizaciones a la salida temprana y de incentivos a la jubilación demorada. Pero las presiones de los agentes sociales están forzando al ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, a dar marcha atrás o posponer algunos asuntos que son capitales para apuntalar los ingresos del sistema, como la modulación de la fórmula de revalorización para contener el gasto en periodos de inflación negativa o la sustitución del factor de sostenibilidad por un mecanismo de solidaridad intergeneracional.

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