El viento sopla de cara. Las borrascas ‘Gérard’ y ‘Fien’ han dejado un enero de fuertes vientos y como es normal se ha notado en la generación eléctrica, hasta tal punto que la aportación eólica se ha disparado un 39%, hasta los 7.529 gigavatios hora (GWh), en comparación con el mismo mes del año pasado, y las centrales de gas han marcado mínimos en casi dos años.
Las estimaciones de Red Eléctrica muestran que los ciclos combinados generarán unos 2.664 GWh de electricidad en el primer mes del ejercicio, lo que supone un fuerte descenso interanual del 55%. Hay que retroceder hasta mayo de 2021 para constatar una cifra similar (de 2.445 GWh). Si se compara el dato con diciembre de 2022, la bajada es del 42%, según los números recopilados por La Información.
Esta menor aportación se produce tras que la energía eólica haya llegado a cubrir algunos días cerca del 60% de la demanda eléctrica. También hay que sumar el aumento de la hidráulica, que casi se ha triplicado en los últimos meses después de que las lluvias hayan elevado la reserva hídrica hasta el 51% de su capacidad. Bajo este contexto, en alguna semana del mes, los ciclos combinados de gas apenas han intervenido en el mix energético.
Los ciclos reinaron en 2022
No hay que olvidar que atrás hemos dejado un año en el que las centrales de gas funcionaron a pleno rendimiento y fueron la primera tecnología de producción de electricidad del país, copando el 24,7% del mix. En total, generaron unos 68.138 GWh, un 53% más que en 2021, superando a la nuclear y a la eólica en 12.154 y 6.962 GWh, respectivamente. En verano se produjo la tormenta perfecta: ola de calor, falta de viento y agua y una mayor exportación a Francia por el tope al gas.
Para hacerse una idea, en España se generaron en julio 8.710 GWh de electricidad mediante gas, cifra no registrada hasta la fecha, mientras que agosto también superó los 8.000 GWh y en septiembre y octubre el nivel se mantuvo en los 7.000 GWh. Esto provocó que los ciclos combinados quemaran gas como nunca y que las emisiones de CO2 del sistema eléctrico aumentaran el curso pasado después de marcar mínimo en 2021, pese a la recuperación de la demanda tras la covid-19.
De tal modo, el 2022 terminó con una demanda de gas natural por parte de las eléctricas de 138.037 GWh, lo que se traduce en un incremento del 52,7% frente al curso precedente y el valor más elevado desde 2010. Para entendernos, es el gas que quemaron para generar los más de 68.000 GWh de electricidad citados anteriormente.
Por su parte, las renovables han conseguido ahora que el precio de la electricidad en el mercado mayorista cierre este enero en su nivel más bajo de los últimos 20 meses, tras registrar una media de 70,8 euros el megavatio hora (MWh). En general, las fuentes limpias han concentrado cerca del 60% de la generación eléctrica, con picos de hasta el 70% en determinadas jornadas.
Las energías renovables son el camino hacia la descarbonización y en España suponen ya más de la mitad de la potencia eléctrica instalada. Según Red Eléctrica, las fuentes 'verdes' de generación (hidráulica, hidroeólica, eólica, fotovoltaica, solar térmica, residuos renovables y otras renovables) suman una potencia de 69.612 MW, el 59% de los 118.246 MW que hay instalados en el sistema eléctrico nacional.
10.000 millones de ahorro
La eólica y la solar generaron una quinta parte (22%) de la electricidad de la UE en 2022, superando por primera vez al gas (20%), según el informe European Electricity Review, publicado por el 'think tank' sobre energía Ember. En concreto, la fotovoltaica fue la que más aumentó, con un récord de 39 teravatios hora (TWh), un 24% más que en 2021, lo que contribuyó a evitar 10.000 millones de euros en costes de gas. El estudio destaca que hasta 20 países de la UE establecieron nuevos récords de energía solar en 2022.
Asimismo, resalta que en 2023 se acelerará la transición europea a la eólica y la solar en respuesta a la crisis energética y se recuperarán la hidroeléctrica y la nuclear francesa. Como consecuencia, Ember calcula que la generación con combustibles fósiles podría desplomarse un 20% este año.
"La transición europea hacia una energía limpia sale de esta crisis más fortalecida que nunca. Los países europeos no solo siguen comprometidos con la eliminación progresiva del carbón, sino que ahora se esfuerzan por eliminar también el gas. Sin duda, la crisis energética ha acelerado la transición eléctrica en Europa. Europa se precipita hacia una economía limpia y electrificada, y esto se pondrá de manifiesto en 2023. El cambio se acerca rápidamente y todo el mundo debe estar preparado", afirma Dave Jones, responsable de Data Insights de Ember.
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