Un tercio de las jubilaciones adelantadas no son voluntarias

Los ERE dejan 250.000 retiros forzosos desde 2015 y la banca avanza un aluvión

Los bancos lograron cerrar hasta el 30 de septiembre acuerdos contrarreloj para prejubilar a su plantilla sin que tenga que afrontar los nuevos de coeficientes por retiro anticipado de la reforma de pensiones.

Dos jubilados.
Dos jubilados.
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Los responsables de las principales entidades bancarias han conseguido cerrar en los primeros nueve meses del año acuerdos contrarreloj con los sindicatos para prejubilar a un porcentaje elevado de sus plantillas -los empleados de más edad- y evitar que los trabajadores despedidos en Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) se vean afectados por los 'tijeretazos' en las jubilaciones anticipadas que se prevén en la reforma de las pensiones. La fecha límite que había fijado el Gobierno para blindar las prestaciones de los jubilados forzosos dentro de un acuerdo de despido colectivo era el pasado día 30 de septiembre.

En lo que va de año, los bancos y los sindicatos han logrado importantes pactos laborales que ya están generando nuevos pensionistas en el sistema, la mayoría de ellos con 62 y 63 años. Los prejubilados forzosos pueden retirarse cuatro años antes de la edad ordinaria de jubilación, que en 2021 ha aumentado a los 66 años para los que hayan cotizado menos de 37 años y tres meses y de 65, para los que han trabajado más tiempo. Los despidos forzosos se producen por diversos motivos, entre ellos la rescisión del contrato de trabajo por razones económicas o de empleo, como los ERE, y permiten jubilarse anticipadamente con 33 años cotizados y aplicando recortes a la pensión de acuerdo a los trimestres que se adelante ésta con respecto a la edad legal. Otra condición es estar durante al menos seis meses antes de la jubilación inscrito como demandante de empleo.

La edad para estas jubilaciones anticipadas no voluntarias empezó siendo de 61 años -prácticamente ya no se producen altas en el sistema a esa edad-, aunque se irá incrementando progresivamente hasta llegar a los 63 años en 2027, cuando la edad ordinaria de retiro se sitúe en 67 años. A día de hoy, la mayoría de las ya se producen a los 62 y los 63, gracias a la reforma de las pensiones de 2013, que fijo un incremento periódico de los años necesarios para la jubilación y los cotizados y que cada vez está dejando más patente sus efectos positivos en el sistema. La edad media de jubilación ya se sitúa en 64,7 años.

Desde 2015 y hasta agosto de 2020 un cuarto de millón de trabajadores ha sido forzado a jubilarse, mayoritariamente a entre los 61 y 64 años

Según los datos que maneja la Seguridad Social, recogidos en el Informe Económico-Financiero a los Presupuestos del ministerio de 2021, en torno a uno de cada tres retiros anticipados no es voluntario y desde 2015 hasta agosto de 2020 -último dato oficial disponible- se han producido un cuarto de millón de retiros en esta modalidad. A estos habría que sumarles en torno a 40.000, una cifra que supone un tercio de los que se han producido de forma anticipada entre agosto del año pasado y el mismo mes del presente ejercicio. Además, cuatro de cada diez altas de jubilación se siguen produciendo antes de los 65, mientras el retiro aplazado, por el que ha apostado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en su reforma de pensiones apenas representa el 5% del total y en los últimos seis años 78.300, unos 13.000 por año.

Los efectos de los expedientes de regulación de empleo en las entidades bancaría aprobados durante este año, que afectarán a cerca de 18.000 empleados, ya se empiezan a notar en las estadísticas de pensiones que periódicamente publica la Seguridad Social. En la del último mes dado a conocer, agosto, se ha producido el mayor número de jubilados a los 62 años y a los 63 en ese mes desde 2005, fecha en la que comienza la serie histórica. En total, 5.600 trabajadores de esas edades llegaron al sistema de pensiones en agosto, el 23% de total, pero en lo que va de año ya se han jubilado de forma anticipada más de 80.000 trabajadores y a falta de cuatro meses para el cierre del ejercicio, la progresión puede generar una cifra récord.

Desde el inicio de la crisis económica hasta hoy, 110.000 empleados de la banca han sido prejubilados. En 2021, saldrán rumbo a la jubilación 18.000

Junto a esto, los asalariados que optan por la jubilación anticipada o se ven forzados a ella por ser despedidos en un ERE, reciben prestaciones mucho más elevadas que las de los mayores de 65, pese a que estos no sufren el recortes en sus coeficientes. Así, mientras las altas con 62 años entran en el sistema con una pensión cercana a los 1.600 euros y la de los de 63 ronda los 1.700, la prestación media de jubilación no llega a 1.400 euros. Otro dato concluyente es que 18.300 trabajadores con 62 y 63 años se han jubilado en los ocho primeros meses del año en Madrid y Barcelona, donde se concentran las sedes de los principales bancos y la mayor parte de sus plantillas. Cuatro de cada diez retirados en esas edades estaban trabajando en estas dos provincias.

Desde 2008, año en el que se inició la crisis económica, que generó despidos masivos en las grandes bancos, han salido por prejubilaciones más de 110.000 trabajadores, entre los que se incluyen los más de 18.000 pactados en 2021. El Banco Santander pactó a finales de 2020 un ERE que afectaba a más 3.500 trabajadores, con un porcentaje muy elevado de efectivos con entre 58 y 61 años, e incluso algunos con más de 62, todos ellos a un paso de la jubilación forzosa. Mientras, la fusión de Caixabank y Bankia ha propiciado el despido por de 6.400 empleados, un número elevado, pero que incluso quedo corto por el importante número de peticiones de prejubilación.

Por su parte, BBVA ha dado salida a casi 3.000 empleados y tiene previsto cerrar 480 oficinas durante el presente año en España. El Banco Sabadell también prescindirá de 2.000 empleados, mientras Unicaja Banco ha propuesto esta misma semana reducir su plantilla en 1.500 personas -el 16% del total- y clausurar 395 oficinas, tres de cada diez de las que tiene tras la integración de Liberbank.  En 2020, el año de la pandemia del coronavirus fueron prejubilados en un ERE 5.300 trabajadores del Santander y del Sabadell, muchos de ellos ya están percibiendo una pensión.

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