Erste Bank, participado por Caixabank, pierde 718,9 millones de euros en 2011

  • Erste Bank, la segunda entidad financiera de Austria -participada por la española Caixabank-, anunció hoy pérdidas netas de 718,9 millones de euros en 2011 debido a las provisiones y gastos extraordinarios, sobre todo en sus filiales de Hungría y Rumanía.

Viena, 29 feb.- Erste Bank, la segunda entidad financiera de Austria -participada por la española Caixabank-, anunció hoy pérdidas netas de 718,9 millones de euros en 2011 debido a las provisiones y gastos extraordinarios, sobre todo en sus filiales de Hungría y Rumanía.

"El 2011 fue un año excepcional debido a los efectos extraordinarios, especialmente las amortizaciones y provisiones. En el año anterior, Erste tuvo un beneficio anual de 878,7 millones de euros", explicó el grupo financiero en un comunicado.

Erste Bank asegura que el beneficio neto del cuarto trimestre ascendió a 254,1 millones de euros, y que para 2012 tiene previsiones optimistas, ya que no se enfrentará a nuevas amortizaciones ni provisiones extraordinarias.

"Al regresar a la rentabilidad en el cuarto trimestre hemos demostrado que nuestro modelo de negocio -ser un banco para clientes minoristas y corporativos en la parte oriental de la Unión Europea- funciona incluso cuando las condiciones económicas siguen siendo difíciles", aseguró el presidente de la entidad, Andreas Treichl.

También apunta que la situación mejorará en Europa del Este, donde es el segundo mayor prestamista, y que sólo Hungría y Croacia tienen "ligeras" perspectivas económicas negativas.

Treichl afirmó, además, que Erste Bank está en camino de cumplir con los criterios de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) de fijar unos recursos de máxima calidad ("core capital Tier 1") del 9 % para mediados de 2012.

Erste Bank ya anunció en octubre pasado que en 2011 tenía previsto perder hasta 800 millones de euros por las provisiones para reducir la exposición del banco a la deuda estatal de Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España, la ralentización de la economía en Rumanía y al efecto de un cambio legislativo en Hungría.

Una reciente ley aprobada en Budapest permite a los hipotecados en divisas devolver los créditos a un cambio inferior al del mercado, para lo que se han destinado provisiones de más de 700 millones de euros.

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