Conversaciones bilaterales

Escrivá puenteó a Díaz en la noche clave de la negociación de los ERTE con CEOE

El Ministerio de Seguridad Social negoció con la patronal el esquema de exoneraciones de cotizaciones sociales al margen del Ministerio de Trabajo y de los sindicatos en las horas previas al Consejo de Ministros.

Garamendi y Escrivá
Escrivá puenteó a Díaz en la noche clave de la negociación de los ERTE con CEOE
EFE

Borradores y mensajes intercambiados entre el Ministerio de Seguridad Social y la CEOE bien entrada la noche del lunes y hasta los primeros rayos de sol, en las horas previas a la celebración del Consejo de Ministros que debía aprobar este martes la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Una negociación bilateral que se produjo al margen del Ministerio de Trabajo y de los sindicatos y que desde el departamento de José Luis Escrivá justifican como un modus operandi "habitual" en este tipo de procesos. Pero, en esencia, un puenteo que no sentó bien a los interlocutores excluidos de ese tú a tú que, en cualquier caso, desembocó en fracaso.

Fuentes al tanto de los contactos bilaterales que se produjeron en la noche del lunes y en la mañana del martes entre los cuarteles generales de la Seguridad Social y de la patronal revelan a La Información que existe un "enfado tremendo" en el Ministerio de Trabajo y en las centrales sindicales por haber sido apartados en este punto de las negociaciones. Según estas fuentes, el propio secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, número dos de Yolanda Díaz, quedó al margen de las propuestas de última hora sobre el esquema de exoneraciones de cotizaciones sociales, el principal escollo para el acuerdo. Tampoco los sindicatos estuvieron al corriente de las últimas ofertas de cuotas de Escrivá a la CEOE. 

Lejos de negar la mayor, el Ministerio de Escrivá admite estos contactos bilaterales y justifica el intenso intercambio de documentos con la patronal en las últimas horas como una práctica "habitual" en este tipo de negociaciones. "El mayor escollo estaba entre Seguridad Social y CEOE y por eso intensificamos los contactos en las últimas horas, para intentar limarlo", indican fuentes del departamento implicado. Así sucedió en otras prórrogas, como por ejemplo cuando Escrivá puso sobre la mesa los ERTE para sectores ultraprotegidos o, del otro lado, cuando Trabajo tuvo que negociar con los empresarios la cláusula de mantenimiento del empleo. "Hay momentos en los que un Ministerio se echa a un lado y se queda agazapado hasta que el otro resuelve el escollo", explican estas fuentes.

En cualquier caso, desde el equipo de Escrivá aseguran que el ministro ha estado en contacto con la vicepresidenta Díaz -que es partidaria de prorrogar los ERTE en condiciones similares a las actuales- en todo momento de las negociaciones e inciden en que la coordinación de ambos ministerios en los procesos de negociación abiertos con la patronal y los sindicatos es absoluta. Afirman, además, que el decreto pertenece en conjunto a los dos departamentos y que, por tanto, todas las partes conocen su contenido, incluida también la vicepresidenta económica Nadia Calviño, a quien el propio Escrivá se ha encargado de poner al tanto de las distintas propuestas en relación al esquema de exoneraciones de cotizaciones sociales.

El decreto, de hecho, llegó a figurar en el orden del día del Consejo de Ministros de este martes, pero tuvo que retirarse por la falta de apoyo de los agentes sociales. Tanto la patronal como los sindicatos rechazaron todas y cada una de las ofertas de Escrivá, hasta la última, que llegó a primera hora de la mañana, con el cónclave empresarial en ciernes. No sería la primera vez que los órganos de gobierno de las organizaciones empresariales y sindicales dan el visto bueno a un acuerdo con el Consejo de Ministros ya iniciado, sin embargo, en esta ocasión los contactos in extremis no fructificaron, porque solo estaba cerrada la parte del acuerdo concerniente al Ministerio de Trabajo (el mantenimiento del 70% de la prestación y de la cláusula de salvaguarda y la incorporación de los fijos discontinuos a las ayudas).

El acuerdo total, aun así, no se da por perdido, ni en el Gobierno, ni en la patronal ni en los sindicatos. Los empresarios rechazan las exoneraciones que plantea Escrivá porque premian a la incorporación de trabajadores a su puesto de trabajo con mayores descuentos de cuotas frente a los que permanecen en el ERTE, un planteamiento que tampoco comparten CCOO y UGT. La Seguridad Social, con el respaldo de Calviño, sostiene que ese mismo esquema funcionó satisfactoriamente para el mercado laboral en verano de 2020. En el Ministerio, no obstante, están dispuestos a ser "más generosos", por lo que previsiblemente seguirán intercambiando propuestas con la CEOE en las próximas horas para arrancar el 'sí' a una prórroga que podría ver la luz en un Consejo de Ministros extraordinario en lo que queda de semana.

En la última propuesta de Escrivá, las exoneraciones para las empresas de los sectores ultraprotegidos que tengan menos de 50 trabajadores pasarían del 85% actual, porcentaje que se mantendría en el mes de junio, al 75% en julio, al 65% en agosto y al 55% en septiembre. Mientras, para las compañías de más de 50 trabajadores pasarían del 75% actual (quedaría igual en junio) al 65% en julio, al 55% en agosto y al 45% en septiembre. En paralelo, los trabajadores que se reincorporen a la actividad tendrían una exoneración del 90% en los meses de junio y julio y del 85% en agosto y septiembre en las compañías de menos de 50 trabajadores; y del 80% en junio y julio y del 75% en agosto y septiembre en las empresas de mayor tamaño.

Piña Escrivá-Calviño-Montero-Calvo

La CEOE rechaza que se premie la reactivación de trabajadores con ese nivel de descuentos en las cotizaciones, mientras las exenciones para los que permanecen en ERTE se reducen de manera drástica. Asumen, en cualquier caso, que el modelo enfocado a la reactivación va a salir ganando en el Consejo de Ministros, porque no solo cuenta con el respaldo de Calviño y Escrivá, sino también con el de María Jesús Montero y Carmen Calvo. "Yolanda Díaz se ha quedado sola frente a esa piña", comentan en privado en círculos empresariales. Una vez interiorizado esto, proponen que se mantenga el esquema actual de exoneraciones para los sectores ultraprotegidos y que para poder mantener esos niveles se rebajen los planteados inicialmente para los trabajadores reactivados.

Los sindicatos, por su parte, denuncian -aunque lo hacen en 'petit comité'- su exclusión de esos intercambios bilaterales entre la Seguridad Social y la confederación empresarial. Sin embargo, ponen el foco en la necesidad de alcanzar un consenso tripartito. UGT mira directamente a Escrivá, por considerar "inaceptable" su postura sobre las exoneraciones y descarta firmar un acuerdo unilateral con el Gobierno, por lo que pide embarcar a los empresarios en un pacto tripartito; mientras CCOO apuesta por seguir negociando, aunque considera que el asunto de las exoneraciones de cotizaciones sociales no debería suponer un obstáculo para el acuerdo.

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