Hoteles, aerolíneas... Díaz ultima los nuevos ERTE con 8 sectores 'en la UCI'

Al mercado laboral no le han sentado nada bien las 'vacaciones'. La segunda ola de la pandemia ha llegado antes de lo esperado y ha truncado la recta final de una temporada turística que pasará a la historia por nefasta. Los datos de cierre de agosto muestran un nuevo incremento del paro y un estancamiento en la recuperación del empleo que auguran un otoño negro. Y con este telón de fondo el Gobierno y los agentes sociales abordan este viernes la negociación de una nueva prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), un mecanismo vital para salvar el tejido productivo, en especial en ocho sectores que se encuentran en estado crítico y que el Ejecutivo tiene perfectamente identificados.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones monitoriza a diario la evolución de los ERTE y en base a los registros más actualizados son ocho los sectores más afectados en estos momentos. Se trata de los que mantienen a más de un 15% de sus trabajadores en situación de suspensión de empleo o reducción de jornada y, entre todos, aglutinan el 11% de la afiliación total. La mayoría son sectores relacionados con el turismo, como los servicios de alojamiento, las agencias de viajes, el transporte aéreo o las comidas y bebidas, pero se cuelan otras actividades artísticas, deportivas, gráficas o de juegos de azar, que también siguen sufriendo las consecuencias de las restricciones sanitarias para frenar la propagación del virus. 

En total, al cierre del mes de agosto todavía había 812.438 trabajadores inmersos en expedientes de regulación temporal de empleo, lo que implica que tres de cada cuatro personas incluidas en ERTE durante la pandemia han salido de esta situación. El equipo de Escrivá ha localizado que más de 318.000 trabajadores de entre esos más de 800.000 pertenecen a los ocho sectores más afectados, bajo el criterio de una mayor proporción de sus plantillas en ERTE respecto al total del empleo del sector. Llama la atención, por ejemplo, que el sector de las agencias de viajes tiene al 60% de sus trabajadores en ERTE, el transporte aéreo al 40% y los servicios de alojamiento al 35%, porcentajes en todos los casos muy por encima del promedio de los cien sectores CNAE, que se sitúa en torno al 6%.

En cifras contantes y sonantes, las actividades de agencias de viajes, operadores turísticos, servicios de reservas y actividades relacionadas con los mismos todavía tienen en ERTE a 25.650 trabajadores. El Ministerio considera que se trata de uno de los sectores más afectados porque la proporción de empleados en ERTE es muy elevada en comparación con su empleo total, sin embargo, los sectores que tienen más trabajadores en ERTE en términos absolutos son los servicios de comidas y bebidas (149.908) y los servicios de alojamiento (104.102). Solo entre los dos, el primero dependiente de la hostelería y el segundo de la actividad turística, acaparan más del 30% del total de trabajadores que continúan en ERTE en España.

Es más, un análisis pormenorizado de los registros de la Seguridad Social revela que si a los servicios de alojamiento y a las comidas y bebidas se suman los otros dos sectores más íntimamente relacionados con el turismo, como son las agencias de viajes y el transporte aéreo (este último con 14.860 trabajadores en ERTE), o el comercio minorista (con 66.758 empleos suspendidos), entre todos engloban 361.278 trabajadores, el 45% del total de personas que permanecen ahora mismo en situación de ERTE. Son datos que los técnicos del departamento que dirige José Luis Escrivá están mirando con lupa en esta fase de la pandemia y que serán determinantes a la hora de valorar qué sectores necesitan más ayudas públicas para salir de la crisis.

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El secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, explicaba este miércoles durante la rueda de prensa de presentación de los datos de paro y afiliación que los ERTE están "cada vez más concentrados en actividades turísticas", que la pandemia tuvo un "shock brutal" y afectó en un primer impacto a toda la economía, pero la recuperación se está produciendo de manera "asimétrica" y hay sectores que están presentando un ritmo de salida de los ERTE mucho más lento que otros. Arroyo hizo especial hincapié en el turismo y las actividades anejas y señaló a las Islas Baleares y Canarias como dos de las regiones que están presentando más dificultades para retomar la actividad por su dependencia de estos sectores.

Por eso no es casual que la ministra de Trabajo y el ministro de Seguridad Social hayan citado a los representantes de las patronales y los sindicatos este viernes en Palma de Mallorca, epicentro del terremoto que ha sufrido el turismo patrio. El Gobierno quiere mostrar su apoyo al turismo y por eso ha escogido la isla balear como escenario para el pistoletazo de salida a la negociación de la prórroga de los ERTE. Las condiciones las fijará el diálogo social, pero el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, adelantaba ayer en la misma rueda de prensa que los interlocutores tendrán en cuenta la concentración de los ERTE en determinados sectores a la hora de abordar la nueva prórroga. "Lo bueno del mecanismo de evaluación paulatina es que permite una respuesta adecuada en cada momento", matizaba el 'número dos' de Yolanda Díaz.

¿Prórroga por sectores?

Son varios los ministros que han sugerido que a partir de septiembre los ERTE podrían prorrogarse solo para algunos sectores, los más afectados por esta crisis, desde el propio Escrivá hasta la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Sin embargo, tanto la patronal como los sindicatos están en contra de esta discriminación sectorial que, a su juicio, puede generar "agravios comparativos". En cualquier caso, fuentes del diálogo social avanzan que este será uno de los debates sobre la mesa que se abre mañana en Mallorca. El otro punto de fricción con el Gobierno será la fecha de expiración que se quiere fijar para los ERTE y que la patronal ya ha pedido que se sitúe en junio de 2021. En principio, la intención del Ejecutivo es llevarlos a diciembre y dejar la puerta abierta a futuras prórrogas.

Todo apunta, no obstante, a que la prórroga será generalizada por las dificultades que plantea el acotar sectores que están interconectados, una barrera con la que ya se chocó el Gobierno en anteriores negociaciones. Además, el Ejecutivo tiene presente las directrices de la Comisión Europea, de donde va a salir gran parte del dinero para financiar los ERTE, que condicionan las ayudas al empleo a su aplicación para el conjunto de la economía y a que no se circunscriban, por ejemplo, a determinados sectores (como el transporte, el turismo o la salud) o regiones concretas o tipos de empresas. De lo contrario, se consideraría que se concede a las empresas una "ventaja selectiva" y entrarían dentro del ámbito de aplicación del control de las ayudas estatales de la Unión, según fija la última modificación del Marco Temporal relativo a las medidas de ayuda estatal destinadas a respaldar la economía en el contexto del actual brote de Covid-19.