¿Es la gestión pública ineficiente por naturaleza?

    • El endeudamiento de la mayoría de empresas públicas ha creado muchas dudas sobre la eficiencia de su gestión.
    • ¿Podría la privatización ser la solución de los problemas económicos del sector público?
La mala gestión de Bankia condujo a la empresa una situación crítica
La mala gestión de Bankia condujo a la empresa una situación crítica

Supongamos que hay que construir una carretera para un pueblo de tan solo 50 habitantes. Es más que probable que hacerlo no sería rentable para ninguna empresa privada, con lo que en casos como este, es el sector público quien se encarga de hacerla.

Pese a que esta actividad económica no tiene beneficios en términos económicos, se realiza de igual manera porque satisface una necesidad de la población.

Sin embargo cuando las mayores empresas públicas de España (como Aena o Adif) están permanentemente endeudadas, muchos se preguntan si no sería mejor privatizar esos servicios y dejar que sea la oferta y la demanda la que decida qué servicios se prestarán y cuáles no.

El argumento principal de los defensores de la privatización radica en que una gestión privada, por su propia naturaleza, es más eficiente que la pública. "La gestión privada tiene competencia, y el hecho de que exista competencia espabila y hace que los agentes actúen mejor”, explica Nuria Alonso, Doctora en Economía de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y miembro del colectivo Econonuestra.

Sin embargo, en la práctica no se ha llegado a demostrar que la gestión privada sea efectivamente más eficiente que la pública, sino que depende directamente de sus gestores: "Si hay algo en el sector público funciona mal hay responsables técnicos y responsables políticos a los que se les debe pedir cuentas de porqué está funcionando mal la prestación de ese servicio.

"En el sector público existen los mecanismos suficientes como para exigir a la gente que trabaje seriamente, y yo me he encontrado las mismas ineficiencias en ambos sectores.", explica Alonso.

Es decir, la ineficiencia de una empresa no está directamente relacionada con la naturaleza de su gestión (sea pública o privada), sino con lo competentes que sean sus gestores. Un ejemplo claro lo podemos ver en la quiebra de entidades financieras de gestión privadas (Lehman Brothers) y de gestión pública (Bankia).

Este debate se ha trasladado en los últimos meses al ámbito de la sanidad. La privatización de la gestión de hospitales de titularidad pública promete ahorrar costes en su funcionamiento, pero esto podría suponer una peor calidad del servicio, tal y como explica Ángel Navarro, portavoz de CasMadrid: "Este modelo da una peor asistencia porque dentro de un presupuesto dado hay una cantidad que hay que repartir entre los consejos de administración, y el dinero disponible es el mismo”.

CasMadrid es una plataforma creada en 2004 para defender la sanidad pública en España, está formada por usuarios, pacientes, trabajadores y profesionales de la sanidad, y funcionan de manera independiente.

Si el presupuesto para un hospital es de 100, la empresa que pase a gestionarlo tendrá que realizar las mismas tareas con ese presupuesto, restando el margen que se destina a los beneficios que la empresa espera obtener (según CasMadrid suelen oscilar entre un 15% y un 20%).

La necesidad de dejar ese margen para los beneficios fuerza a la empresa a reducir el personal, el material o el tiempo que se dedica a hacer las tareas con el fin de ahorrar, lo que efectivamente puede provocar un empeoramiento del servicio.

Un estudio recogido por CasMadrid refleja que en los centros con ánimo de lucro la mortalidad en pacientes adultos se incrementa en un 2% con respecto a los centros si ánimo de lucro (en el caso de los adultos) y en un 9,5% en los recién nacidos.

Por tanto no es tan solo una cuestión de dinero, sino de calidad del servicio. "No se ha demostrado en ningún país que el sistema de gestión privada sea más barato. Desde el punto de vista económico es una bomba de relojería financiera que puede estallar en cualquier momento", explica Navarro.El problema no es la gestión pública, sino la mala gestión

No hay una relación directa entre gestión pública e ineficiencia. El mal funcionamiento de una empresa depende de las decisiones de los gestores y de lo buenos que sean para manejar la situación financiera de la empresa.

Existen empresas de gestión pública bien gestionadas (Tragsa) y empresas privadas mal gestionadas (Air Comet), por lo que no se puede establecer una correlación directa entre gestión pública e ineficiencia.

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