Escasa aportación al empleo de la IED, pese a crecimiento continuo desde 2003

  • La Cepal afirmó hoy que la inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe debería contribuir a la igualdad, después de haber señalado que esos capitales, que en 2013 sumaron 184.920 millones de dólares, han generado empleo en la última década solo de manera secundaria.

Manuel Fuentes

Santiago de Chile, 29 may.- La Cepal afirmó hoy que la inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe debería contribuir a la igualdad, después de haber señalado que esos capitales, que en 2013 sumaron 184.920 millones de dólares, han generado empleo en la última década solo de manera secundaria.

"La inversión extranjera directa debe contribuir a un cambio estructural para la igualdad", señaló la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, al presentar hoy un informe regional sobre la IED en el periodo 2003-2013.

A juicio de Bárcena, "debería ser un instrumento que nos ayudase a superar ese gran reto de la región que es la diversificación de su matriz productiva, con innovación, conocimiento y tecnología".

"La inversión extranjera directa se ha multiplicado por cuatro en la última década, pero hoy es necesario tener una reflexión sobre sus efectos", agregó.

Mientras que a nivel mundial la IED creció en 2013 a un ritmo del 11 % con respecto al año anterior, en la región aumentó un 5 %, según señala el documento de la Cepal, pero las previsiones para este año son menos halagüeñas, con una variación de un 1 % a un -9 %.

"En 2014 hay un nuevo escenario, con el descenso del precio en los commodities (materias primas) y el anuncio de proyectos en nuevos rubros, que va a afectar a las decisiones que finalmente adopten los inversionistas", señaló Bárcena.

Pese a haber alcanzado un nuevo récord en términos nominales, la inversión extranjera directa se concentró en unos pocos países, concretamente Brasil (35 %), México (20,9), Chile (10,9 %) y Colombia (9 %), y resultó más relevante para las pequeñas economías, especialmente las del Caribe.

Por sectores, Brasil, Argentina y México concentran las manufacturas más complejas, en tanto que la IED en la industria extractiva se localiza en República Dominicana, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Chile.

El pasado año las utilidades de las empresas transnacionales aumentaron hasta los 11.662 millones de dólares, prácticamente lo mismo que en 2012, con una rentabilidad media del 5,5 %.

Al respecto, la Cepal indica que la IED es más rentable en Bolivia, Perú, Colombia y Panamá, países que concentran recursos naturales, si bien las tasas de rentabilidad extremadamente altas del periodo 2006-2011 se han moderado en los últimos dos años.

"La región pudo haber aprovechado mejor este periodo tan dinámico. Hemos perdido una oportunidad", se lamentó Bárcena, quien echó en falta políticas industriales más claras durante los años de bonanza.

Por sectores, los servicios concentran el 38 % de la inversión extranjera directa, seguidos de las manufacturas (36 %) y los recursos naturales (26 %).

Europa y Estados Unidos siguen siendo los principales inversores de la región, al tiempo que la IED procedente de otros países latinoamericanos es la más importante cuando se trata de economías medianas y pequeñas.

En línea con el aumento de la presencia en América Latina y el Caribe de empresas de países en desarrollo como China, Rusia y Malasia, que ya suponen un 35 % del total, las translatinas también han completado una década de fuerte expansión, según el informe.

Al respecto, se prevé que a largo plazo las empresas latinoamericanas que más invierten fuera de sus fronteras (brasileñas, mexicanas, chilenas y colombianas) muestren un gran dinamismo y diversifiquen inversiones, países de destino y sectores involucrados.

Y ello a pesar de que en 2013 hubo una caída de la IED a cargo de las translatinas del 33 % con respecto a 2012, al pasar de casi 40.000 millones de dólares a 31.611 millones.

En el apartado del empleo, la Cepal llama la atención sobre el hecho de que la aportación de la IED durante los últimos diez años ha sido más bien escasa.

"No toda la IED crea empleo", advierte el informe, en el que se detalla que el 40 % del total de la inversión corresponde a adquisiciones transfronterizas".

Además, un 60 % de la IED que ingresó correspondió a proyectos totalmente nuevos que anunciaron la creación de 250.000 puestos de trabajo por año, lo cual representa no más del 5 % de la creación anual de empleo.

"Hubo una etapa en América Latina en la que lo que más nos interesaba era que hubiera un buen clima de negocios para que viniera la inversión extranjera directa. Hoy eso ya no es suficiente", recalcó Alicia Bárcena.

Por eso la Cepal propone "un diálogo entre el sector privado y las instituciones públicas para compatibilizar las estrategias empresariales extranjeras y locales con los objetivos de desarrollo de los países".

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