El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha dado cuenta en el Congreso de los Diputados de los planes que el Gobierno de España ha trasladado a la Comisión Europea en materia de pensiones y ha revelado que una de las principales novedades que introducirá en el sistema para incentivar la jubilación demorada pasa ofrecer a los trabajadores un pago único de hasta 12.000 euros en el momento del retiro. Así lo ha avanzado este lunes ante la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, en una comparecencia en la que ha detallado esta y otras medidas que se están debatiendo en estos momentos en la mesa de diálogo social con la patronal y los sindicatos.
En concreto, el ministro ha detallado que en el primer bloque de medidas que se están negociando, con el objetivo de alinear la edad efectiva de jubilación y la edad ordinaria, el Ejecutivo quiere incrementar la participación de los mayores de 65 años en el mercado laboral, fomentando la permanencia de trabajadores en activo a través de incentivos económicos. El principal sería el abono de una cantidad a tanto alzado que alcanzaría los 11.000 euros en el caso de la pensión máxima y se incrementaría otro 10% adicional para los trabajadores con largas carreras de jubilación (más de 44 años y medio). Esto se podría combinar con un incremento porcentual de la pensión de un 4% por cada año de demora, según ha explicado Escrivá.
Para el ministro, el nuevo sistema de incentivos hace "mucho más atractiva" la permanencia en el empleo a aquellos trabajadores que puedan y deseen seguir trabajando. Como ejemplo ha planteado que los ingresos de un pensionista al que le correspondería una pensión anual de 15.000 euros si se jubilara a la edad ordinaria se verían incrementados hasta los 21.285 euros con una demora de un año y hasta los 27.570 euros con una demora de dos años. El pago único, como opción alternativa al incentivo actual de incremento de la pensión del 4% por año de demora sería más generoso, además, para los trabajadores con largas carreras de cotización.
Pero la mejora de los incentivos a la jubilación demorada es solo una de las medidas que el ministro ha planteado para alinear la edad real de jubilación con la edad legal. En paralelo, Escrivá ha planteado a las autoridades comunitarias y a los agentes sociales una modificación de los coeficientes reductores de jubilación anticipada, ya que en estos momentos el sistema es regresivo y favorece a las rentas más altas. El objetivo es mejorar la equidad e incentivar la permanencia en el empleo con un sistema con penalizaciones decrecientes determinadas de manera mensual. También ha planteado flexibilizar la jubilación parcial y modificar la cláusula de jubilación forzosa.
El ministro ha planteado en este aspecto que los coeficientes reductores sean mensuales, en lugar de trimestrales como es ahora y que se apliquen sobre la cuantía de la pensión, lo que hará que tengan los mismos efectos para todos, algo que actualmente no sucede, en el caso de los trabajadores que cotizan por la base máxima. Además Escrivá ha matizado que la equiparación de los coeficientes reductores para la jubilación anticipada voluntaria para las pensiones teóricamente por encima de las máximas se hará de forma progresiva y en un periodo de seis años para no perjudicar las decisiones de quienes están en los últimos años de su vida laboral.
Por otro lado, se mejorará la regulación en el caso de las personas procedentes del desempleo, ya que se aplicarán los coeficientes reductores por causa no imputable al trabajador para los supuestos en los que la persona que se jubila anticipadamente de forma voluntaria esté percibiendo el subsidio de desempleo desde hace un mínimo de tres meses. Escrivá también ha indicado que se revisarán los coeficientes reductores de jubilación anticipada involuntaria en línea con los de la voluntaria, de forma que también pasarían a ser mensuales, menores en la mayoría de los casos y con un mejor tratamiento para las carreras de cotización más extensas.
En cuanto a la jubilación parcial, el planteamiento del Ministerio consiste en "flexibilizar su uso, a la vez que se corrige el abuso que se ha hecho de esta figura en algunos momentos". Escrivá ha expuesto la posibilidad concentrar hasta el 60% de la jornada el primer año, con la opción de que en algunas actividades que impliquen situaciones peligrosas o comprometan la seguridad de terceros se pueda acumular totalmente al inicio. Sobre las cláusulas de jubilación forzosa establecidas por convenio colectivo, el ministro ha señalado que el planteamiento pasa por "proponer un modelo parecido al francés, que no aplica las cláusulas hasta los 68 años, con políticas activas para incentivar la permanencia". No obstante, para las cláusulas que se hubieran incluido en los convenios colectivos bajo la normativa actual, se pondría en marcha después de la finalización del convenio y existiría un periodo transitorio.
Actualización con el IPC
Dentro de este primer bloque de medidas también estaría el nuevo mecanismo de revalorización de las pensiones. El último planteamiento abordado con los interlocutores sociales, ha explicado el ministro, consiste en la revalorización con el IPC del año anterior. Además, ha explicado que "en el supuesto caso de inflación negativa -algo muy infrecuente- las pensiones no sufrirían ninguna merma, sino que quedarían inalteradas". Sería en los tres años siguientes con valores positivos cuando se compensaría esa diferencia, salvo para las pensiones mínimas, a las que no se les aplicaría esta compensación. El mecanismo sería evaluado cada cinco años por el propio Pacto de Toledo.
En el primer bloque también se incluirá la reforma del régimen de autónomos, un trabajo que se está desarrollando de manera conjunta con el Ministerio de Hacienda. Este nuevo sistema, que está en fase de diálogo con las principales asociaciones, se aplicaría a partir de 2022 con un periodo transitorio. El planteamiento del Ministerio parte de 13 tramos "para facilitar la máxima flexibilidad a cada trabajador, ya que cuantos más tramos, cada trabajador tiene mayores posibilidades de adaptación a su capacidad de pago". Además, la flexibilidad también sería temporal, ya que cada trabajador autónomo podría elegir provisionalmente su base de cotización en función de previsiones de rendimientos, con la posibilidad de modificar su elección varias veces a lo largo del año.
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