Según el IEE

El esfuerzo fiscal de los contribuyentes españoles supera en un 53% al de la UE

En un año en que la recaudación tributaria cerrará el ejercicio en máximos históricos, la presión fiscal ha superado el 42% del PIB en el último año y supera también el 41,7% de media entre los Veintisiete 

Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, Instituto de Estudios Económicos
Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, Instituto de Estudios Económicos
Europa Press

El esfuerzo fiscal que realizan los contribuyentes españoles es superior en más de un 52,8% al que tienen que hacer de media el resto de socios de la Unión Europea en función de su nivel de renta y por encima también del de los demás países desarrollados. En un año en que la recaudación tributaria está marcando niveles récord y cerrará el ejercicio en máximos históricos, la presión fiscal ha superado el 42% del PIB en el último año y supera también el 41,7% de media entre los Veintisiete para 2021, el último ejercicio del que se disponen datos. 

Son dos de las principales conclusiones del informe presentado este martes por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), en el que el 'think tank' de CEOE denuncia cómo estas variables restan competitividad a la economía nacional en general y a las empresas en particular. En el documento 'Competitividad Fiscal 2022. España sigue perdiendo competitividad en el ámbito fiscal', el Instituto recuerda que esta presión fiscal recaudatoria seguirá aumentando en 2023, en un momento de gran incertidumbre económica y que se producirá con la introducción de nuevos tributos o la reforma de los existentes que afectan a la tributación empresarial y al ahorro y la inversión. 

Es, según el IEE, el camino contrario al que siguen algunas de las principales economías de la OCDE, el club de los países más desarrollados, que entienden que los ajustes basados en el alza de ingresos tienden a prolongar las crisis y ralentizan la vuelta al crecimiento económico y la necesaria reducción de la deuda pública -por ello, interpretan, han llevado a cabo una reducción de impuestos-. 

Desde el IEE apuntan al problema que conlleva, en concreto, el fuerte peso de la presión fiscal empresarial, que deja a las compañías españolas en una situación de desigualdad respecto a los países del entorno. Según su presidente, Íñigo Fernández de Mesa, en España se ha producido un "empeoramiento muy significativo" de la competitividad fiscal, debido a las reformas tributarias aprobadas a lo largo de los últimos meses y años. "Estamos preocupados por la situación de deterioro que ha sufrido la competitividad fiscal", ha hecho hincapié el director general del IEE, Gregorio Izquierdo. Según los estudios de la organización estadounidense Tax Foundation, España se situó en 2022 en el puesto 34 (de un total de 36) en competitividad fiscal dentro de la OCDE.

La presión fiscal sobre las empresas, también más alta

"Si hacemos el análisis del porcentaje de recaudación total que viene de las empresas, y según datos de Eurostat, la proporción de recaudación que en España procede de las empresas es considerablemente superior a la media europea ya que los ingresos públicos que aportan las empresas respecto al total, es en España del 32,5%, mientras que la media de la Eurozona es del 23,9%", señalan en el informe. En relación al PIB, la presión fiscal empresarial es del 10,8% del PIB frente al 10,2% del promedio de la UE.

El servicio de estudios de la patronal considera, además, que España tiene un modelo fiscal cada vez menos competitivo y su puntuación resulta especialmente negativa en dos aspectos fundamentales para el crecimiento, como son la imposición aplicada a las empresas, por un lado, y los gravámenes sobre la propiedad, las herencias, el patrimonio o los activos societarios, por otro. "Tampoco es satisfactorio el desempeño de nuestro modelo de fiscalidad personal, con un IRPF cada vez peor puntuado en el ranking", añaden.

 

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