España cae a su posición más baja de libertad económica tras retroceder 22 puestos

  • Los datos presentados son del 2012 y no tienen en cuenta de la gestión del actual gobierno


La libertad económica en España registró una importante caída durante el año 2012, ejercicio al que se refiere el último informe de la Red de Libertad Económica, que provocó que el país haya pasado de ocupar el puesto número 30 a nivel mundial en esta materia a situarse en el 52, su posición más baja desde que se publica este estudio.
El informe, presentado este jueves por ‘el Economista’ en un acto al que asistió el presidente de CEOE, Juan Rosell, otorga a España una puntuación global de 7,26 puntos, el nivel más bajo desde la década de 1990, debido a un deterioro de todas las variables analizadas, salvo la referida a la salud de la moneda, que mejora pasando de 9,68 puntos a 9,74.
Por el contrario, el tamaño del Estado, que incluye el gasto público y las transferencias y subsidios, entre otros, retrocede casi medio punto, hasta situarse en 5,68 puntos, mientras que el sistema jurídico cae de 6,85 a 6,7 puntos.
Por su parte, en el apartado de libertad de comercio internacional España obtiene en 2012 un total de 7,73 puntos, frente a los 7,82 puntos del ejercicio anterior, y en el dedicado a regulación recibe 6,59 puntos, frente a los 7 registrados en 2011.
No obstante, el presidente de Freemarket Corporate Intelligence y encargado de presentar el informe, Lorenzo Bernaldo de Quirós, hizo hincapié en que estos datos son previos a la “gestión del nuevo Gobierno”, y aseguró que el nivel de libertad económica en España registró “una sustancial subida” en los últimos años.
En concreto, señaló que durante el Gobierno del PP, aunque no ha habido “cambios sustanciales” en el apartado de tamaño del Estado y de estructura jurídica, sí que los ha habido en la regulación e intervención del sector público en los mercados y en la estructura del sistema financiero.
También subrayó el “avance” registrado en España en los últimos años en la liberalización de los mercados, especialmente con la ley de unidad del mercado que “debería traducirse en una eliminación de las barreras a la creación de empresas”.
Con esta evolución, se mostró convencido de que el indicador de libertad económica “va a mejorar clarísimamente” en las próximas ediciones, que recogerán los cambios introducidos en los últimos años.
Por su parte, Rosell defendió que la "libertad económica es sinónimo de prosperidad", y subrayó que este análisis es “importante”, ya que “pone a cada país donde tiene que estar".
Así, defendió que “este retroceso puntual” registrado por España en los datos del año 2012 "se va a mejorar fundamentalmente en los próximos años”.
Según Rosell, "la economía española empezó a hacer cambios importantes en 2010 y luego este Gobierno hizo muchas cosas que tenía que hacer, las hizo rápidamente, ya que no tenía otra opción". "Si no se hubieran hecho las reformas, la situación habría sido caótica”, concluyó.

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