Los proyectos del Fondo UE

España clama por una hoja de ruta para erigirse como 'hub' global del turismo

El sector más golpeado por la pandemia ve en las ayudas europeas su tabla de salvación. Recibirá 3.400 millones en dos años pero aún no se ha presentado a Bruselas un plan específico.

España clama por una hoja de ruta para erigirse como 'hub' global del turismo
España clama por una hoja de ruta para erigirse como 'hub' global del turismo
EFE

El turismo ha sido uno de los principales damnificados tras los 18 meses de pandemia que llevamos sufridos en España. Los primeros en cortar el grifo de la economía, tal y como la entendíamos antes de marzo de 2020, fueron las aerolíneas y las agencias de viaje, señaladas, junto con el sector hostelero, como las principales víctimas de la Covid-19. Ante esta situación, los 140.000 millones de euros que se supone recibirá España durante los próximos años en forma de préstamos y partidas a fondo perdido tratarán de aliviar y revitalizar un sector que ve en las ayudas europeas su tabla de salvación. 3.400 millones en dos años es el importe destinado al turismo español establecido en los fondos NextGeneration

Los requisitos para acceder a estas ayudas son básicamente los mismos que para el resto de sectores y se articulan en cuatro ejes: transición ecológica, transformación digital, cohesión social y territorial e igualdad de género. Las empresas juegan un papel fundamental en el reparto de los fondos ya que sólo si cumplen los requisitos y aprovechan su fuerza tractora podrán recurrir a ellos.

El Real Decreto-ley 35/2020, de 22 de diciembre, de medidas urgentes de apoyo al sector turístico, la hostelería y el comercio y en materia tributaria, abrió las puertas a las empresas que operan en él para tratar de paliar, en la medida de lo posible, los peores efectos de la crisis. Sin embargo, ahora es el momento para tapar los agujeros creados por la pandemia y a la vez reforzar la competitividad del sector con respecto a otros mercados europeos y norteafricanos.

3.400 millones… pero sin un plan

Hoteles, agencias, casas rurales e incluso campings podrán optar a estas ayudas a fondo perdido, aunque, a diferencia de otros sectores, España no ha presentado un plan específico ante Bruselas para explicar cual será el destino último de las ayudas. Para Hosteltur, la patronal hotelera, esta “falta de compromiso” no implica que no pueda procederse “a la modernización de la industria turística, la digitalización, la sostenibilidad en los destinos y la renovación de los destinos maduros”; pero sin un marco común que unifique las propuestas y de sentido a las mismas, además de inversiones privadas que complementen a las públicas, “España podría perder el tren”.

A la misma conclusión parece llegar Deloitte que señala la importancia de centrarse en la oferta hotelera que capta dos tercios del turismo extranjero. Para esta firma, los 3.400 millones supondría una oportunidad para desarrollar la “hipercompetitividad de España como destino internacional, al tiempo que se convertirá en un elemento tractor del tejido empresarial”. Según recoge Hosteltur, serían necesarios 8.200 millones de euros para producir un “impacto directo, indirecto e inducido en el sector turístico y en la economía española de 14.900 millones de euros en valor añadido bruto, así como la creación de 345.000 empleos durante el periodo 2021 a 2026”.

Para Deloitte, la apuesta por las nuevas tecnologías y la adaptación de nuevos criterios medioambientales dirigidos a la actividad hotelera podrían redundar en un cambio del modelo turístico español, pasando de un turista con escaso poder adquisitivo a otro con estancias más largas y que atraiga a otros visitantes procedentes de destinos no habituales y que están demostrando tener mayor capacidad de gasto que el británico, origen tradicional de viajero que pernocta en España.

La necesidad de contar con un plan que permita el uso racional de los fondos también inquieta a otras consultoras como KPMG. Luis Buzzi, socio responsable de Turismo y Ocio, en declaraciones para la patronal hotelera, reclama que “el Gobierno español se conciencie de que esos fondos son una oportunidad única y por lo tanto los destine a lo que realmente necesita el sector. Que tenga claro qué es lo que va a hacer para que el turismo de este país mejore, sea más resiliente y salga más reforzado de esta pandemia, para lo que obviamente debería escuchar al sector privado, aunque la potestad final la tiene el Gobierno, que es el que va a marcar el futuro del turismo con sus decisiones”.

2.000 millones para reconvertir doce destinos

Pese a la falta de plan, las grandes cadenas hoteleras no han perdido el tiempo y se han lanzado a una carrera para hacerse con los fondos que regarán la economía española. Meliá, Iberostar, Riu y Barceló han presentado un megaproyecto para la reconversión de zonas maduras de 12 destinos que son los responsables de casi una cuarta parte del volumen del turismo del país. A través de la renovación y reposicionamiento de los buques insignia del turismo español buscarían cambiar radicalmente el perfil del turista extranjero, gracias a la inversión de 2.000 millones de euros y mediante una estrategia de colaboración público-privada.

Magaluf y Playa de Palma, Arona y Adeje, Benidorm, Lloret de Mar, Puerto de la Cruz, San Bartolomé de Tirajana, San Antoni de Portmany, Costa Calma, Teguise y Torremolinos se verían beneficiados por una lluvia de millones para crear una nueva oferta turística, además de renovar los hoteles y actualizarlos para nuevas experiencias de usuario, como pueden ser los productos deportivos, congresos, wellness y ocio. Junto a la renovación hotelera se contemplaría también una adaptación de los entornos urbanos, uniendo en un mismo proyecto a las entidades públicas y privadas de los centros neurálgicos del turismo español.

Los meses se acumulan y ya son muchas las voces dentro del sector que claman por una intervención del Ministerio de Industria para dotarse de un plan que ponga orden en la “fiebre del oro” que se está produciendo en el sector turístico

Durante la presentación del proyecto, Gabriel Escarrer, Vicepresidente Ejecutivo y CEO de Meliá, señaló que “la iniciativa que presentamos redundará en un beneficio común para empresas y residentes de diversos sectores presentes en los destinos turísticos como líderes para la nueva era del turismo fomentando un modelo de turismo más cualitativo, equilibrado y sostenible, e impulsando el bienestar social, laboral, económico y medioambiental en las comunidades”.

Unas palabras que suenen realmente bien, pero que asustan en gran medida a los pequeñas empresas turísticas ya que, debido a la ausencia de un plan integral, podría producirse un trato desigual. Más de la mitad de las ayudas prometidas se irían a unos pocos destinos turísticos, dejando abandonados a otras zonas que llevan muchas décadas y muchos esfuerzos dedicados a tratar de “sacar la cabeza” y llamar a otro tipo de turismo como es el rural o el cultural, en el que comunidades como Madrid, tienen mucho que decir.

Los meses se acumulan y ya son muchas las voces dentro del sector que claman por una intervención del Ministerio de Industria para dotarse de un plan que ponga orden en la “fiebre del oro” que se está produciendo en el sector turístico. España es la segunda potencia turística mundial y es un país en el que el turismo representa el 10% del PIB y que en 2019 generó 155.000 millones de euros. Junto a la calidad de los datos macroeconómicos del sector están los cualitativos y estos son preocupantes.

La pandemia ha cambiado radicalmente el perfil del turista extranjero. Francia ha desbancado al Reino Unido como principal país emisor, Baleares ha dejado de ser una de las tres comunidades autónomas más visitadas y el gasto medio por turista también ha descendido drásticamente. Son variables que deberían estar contempladas y analizadas en un plan que ya lleva muchos meses de retraso. Mientras, la carrera por los fondos continúa y a un ritmo desbocado.

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