Madrid "ha expresado esta mañana por vía diplomática ante las autoridades francesas su profunda preocupación frente a los graves hechos que se están produciendo en las carreteras francesas desde el pasado 21 de julio y que perduran aún en estos momentos", afirmó el ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
El gobierno denuncia que los asaltos a camiones españoles y de otros países de la Unión Europea (UE) "que transportan productos alimentarios se están multiplicando" por parte de "agricultores y ganaderos franceses que, actuando con impunidad, ponen en riesgo las seguridad de los transportistas españoles".
El ejecutivo español, que el pasado 24 de julio ya protestó por estas agresiones, ha pedido al gobierno francés que "le informe urgentemente de las medidas que (...) tiene previsto adoptar para poner fin a los ataques denunciados y sancionar a sus autores".
Estos actos "constituyen una intimidación inaceptable que afecta tanto a los productores y transportistas españoles como a los distribuidores franceses de sus mercancías".
Madrid insiste en que se trata de "una violación evidente de la reglamentación europea que consagra la libre circulación de personas y mercancías" y envió a las autoridades francesas una lista de camiones afectados por estas acciones, sin precisar el número de ellos.
El gobierno español ha reiterado sus protestas tras las quejas de asociaciones de agricultores y ganaderos españoles, que denuncian en las últimas semanas las acciones de los agricultores franceses.
Estas asociaciones habían acusado de pasividad al ejecutivo del conservador Mariano Rajoy.
"Es increíble que con lo que está pasando no hayamos escuchado ni una palabra de Mariano Rajoy defendiendo a la ganadería española", se quejó Lorenzo Ramos, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), que cuenta con 80.000 afiliados, en un comunicado.
Los productores de leche también llamaron esta semana al gobierno a intervenir, al tiempo que pidieron medidas para subir el precio de la leche a 34 céntimos por litro.
"El caso francés lo deja claro: compromiso de industria y distribución y voluntad política son los ingredientes necesarios para salir de esta crisis", según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
Esta organización mostró su indignación por lo que consideró un doble rasero en esta crisis, ya que la gran distribución francesa impone a sus suministradores en España un precio de 22 céntimos el litro.
Ramos denunció "la doble moral y el chovinismo de estas empresas que actúan de una forma en Francia y de otra muy diferente en España".
Los ganaderos franceses llevan varios días movilizados para protestar contra la caída de los precios de la carne y mostrar su descontento con el plan de ayuda urgente al sector que anunció su gobierno.
Este viernes, una cincuentena de productores de frutas del sureste de Francia han llevado a cabo bloqueos en dos carreteras colocando una treintena de tractores.
Los manifestantes, que afirmaron actuar en solidaridad con los ganaderos, ofrecieron frutas y folletos a los automovilistas que circulaban por esa carretera.
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