España espera trasponer en noviembre la adaptación europea de Basilea III

  • Noviembre será un mes clave para la banca española porque el Gobierno espera trasponer a la normativa nacional la adaptación europea de Basilea III, la normativa internacional con los requisitos de capital que tendrán que cumplir las entidades financieras a partir del 1 de enero de 2014.

Madrid, 30 oct.- Noviembre será un mes clave para la banca española porque el Gobierno espera trasponer a la normativa nacional la adaptación europea de Basilea III, la normativa internacional con los requisitos de capital que tendrán que cumplir las entidades financieras a partir del 1 de enero de 2014.

Según ha adelantado hoy el ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Senado, está previsto que el Consejo de Ministros apruebe en noviembre el real decreto ley de solvencia que incorporará al ordenamiento español el paquete normativo comunitario conocido como CDRIV.

La CDRIV, la adaptación europea de la normativa internacional de Basilea III, supondrá la implantación de nuevos requisitos de solvencia para las entidades "con el fin de profundizar en el mercado único de servicios financieros y perfeccionar la normativa prudencial bancaria", ha explicado De Guindos.

Fuentes financieras consultadas hoy por Efe coinciden en que ése puede ser el momento en el que el Gobierno reconozca que buena parte de los créditos fiscales y activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés) que atesora la banca española sigan contando como capital en el futuro.

Sin embargo, Basilea III obliga a que se descuenten de los fondos propios de las entidades, por lo que la banca lleva meses reclamando que unos 50.000 millones adelantados vía impuestos por gastos como las provisiones se reconozcan como una deuda frente a Hacienda.

De esa manera podrían ir compensándolos con el paso de los años pagando menos impuestos y en igualdad de condiciones que el resto de sus competidores europeos que, al contar con este tipo de activos fiscales diferidos, cuentan con más capital.

El Gobierno, consciente de esta desventaja ultima la fórmula para reconocer a la banca estos activos fiscales o, al menos, una parte de ellos. En el sector se baraja la cifra de unos 28.000 millones de los 50.000 que acumula el sector, ya que se dejarían fuera los DTA generados con los millonarios planes de pensiones de las entidades.

Preguntado por esta cifra, De Guindos ha dicho que aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto y se ha limitado a exponer que se traspondrá el paquete normativo comunitario y a defender que esto forma parte del esfuerzo para reactivar el crédito en la economía, para lo que es imprescindible avanzar en la unión bancaria.

"Probablemente esta sea la labor más importante que tenemos los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro desde el nacimiento de la moneda única", ha destacado De Guindos.

Antes de ello, ha recordado, el BCE someterá a las entidades a un análisis de su riesgo y un estrés test, que el Gobierno pedirá que sea "ambicioso, exhaustivo, riguroso y transparente" como el que se llevó a cabo en España.

En su opinión, tras la reforma financiera y los ejercicios similares hechos en España el pasado año, "nos hemos convertido en un referente en Europa" y eso le hace afirmar que la banca española afrontara este nuevo examen "con plenas garantías".

Por otro lado, De Guindos ha mostrado su confianza en que el Eurogrupo acuerde en su reunión del próximo 14 de noviembre la culminación a finales de este año del programa de asistencia financiera con el que España tuvo a su disposición hasta 100.000 millones para la banca.

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