España cierra año con la inflación más baja de la Eurozona por el tope al gas

En plena crisis energética y de los precios de los alimentos, España despide año con la inflación más baja de la Eurozona, del 5,5% según la tasa de IPC armonizado publicada este miércoles y que Eurostat toma como referencia para hacer su comparativa entre países. El IPC se modera gracias, entre otras medidas, al efecto del conocido como tope al gas y al resto de medidas en el ámbito energético. Diciembre es el segundo mes consecutivo en el que el país se sitúa a la cola de la espiral inflacionaria que azota a la región y que va a suponer de facto que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga de momento las subidas de los tipos de interés para hacerle frente.

En el último mes del año la vida se encareció de media un 9,2% entre los países que comparten moneda, en línea con la previsión que la oficina de estadísticas comunitarias había publicado hace solo unas semanas (nunca antes la inflación había menguado tanto en un solo mes, puesto que en noviembre había alcanzado el 10,1%). Este alza se produce pese a que la entidad ha situado ya los tipos en el 2,5%, en máximos desde 2008, por el decalaje que existe de entre 18 meses y dos años en la traslación de las decisiones de política monetaria a la economía real.

La parte positiva es que el alza de los precios en el área del euro se modera por segundo mes consecutivo desde el techo que marcó en octubre en el 10,6%, un nivel inédito desde la creación de la divisa. En el conjunto de la Unión Europea a Veintisiete la inflación se situó en el 10,4% el mes pasado en tasa anual, frente al 11,1% que registró en noviembre.

La escalada del precio de los alimentos se intensifica

Los efectos de la guerra en Ucrania y de las tensiones de precios que la energía viene registrando desde el verano de 2021 mantienen esta rúbrica como la que más presión ejerce con diferencia, con un alza interanual del 25,5% (es siete puntos inferior a la que marcó en noviembre). Precisamente, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ve una mayor desventaja competitiva para la industria europea en el alza de los precios de la energía que en la nueva Ley para la Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense, dotada con 369.000 millones de dólares en subsidios para potenciar la inversión en Estados Unidos -y que amenaza con provocar una oleada de deslocalizaciones al país-.

"La desventaja competitiva de nuestro sector radica en los precios de la energía, mientras que el IRA viene a sumarse a esto", ha señalado el comisario durante su intervención en un panel en el marco del Foro Económico Mundial, que se celebra en Davos (Suiza) y en el que ha participado junto a otros economistas y periodistas. Junto con la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco se encarecieron de media un 13,8% en la Eurozona, dos décimas más que el mes anterior y suponen otro de los principales quebraderos de cabeza para los gobiernos del área.

Suben también con más fuerza los precios de los bienes industriales no energéticos (un 6,4% frente al 6,1% de noviembre,) y los de los servicios (se incrementan al 4,4% dos décimas más que el mes anterior). La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los elementos más volátiles aumenta dos décimas más que el mes previo, un 5,2%.

Desde los veinte países que comparten el euro tras la incorporación este año de Croacia, Luxemburgo (6,2%) y Francia (6,7%) registran el alza de precios menos intensa tan solo por detrás de España. La situación es bien distinta en Hungría (25%), Letonia (20,7%) y Lituania (20%), países con una mayor dependencia económica y energética de Rusia.

La Eurozona tardará en doblegar la inflación

En la actualización de sus proyecciones macroeconómicas de diciembre, la entidad que capitanea Christine Lagarde ya advirtió de que el alza de los precios tardaría en revertirse, dado que contemplaba que la inflación se mantendría de media el año que viene el 6,3% (frente al alza del 5,5% que anticipaba en su anterior previsión). La inflación subyacente se situaría, de media, en el 4,2%. Este fuerte incremento del coste de la vida convivirá con una economía estancada, dado que según el emisor, el PIB del conjunto de países que pagan en euros apenas avanzará al 0,3% este ejercicio en un contexto marcado por la incertidumbre.