La pandemia arrasa el tejido productivo

España pierde 122 empresas al día por la crisis Covid y retrocede a niveles de 2015

La Seguridad Social registra un desplome de 44.759 compañías en el conjunto de 2020. Las caídas anuales más pronunciadas se producen entre firmas de tamaño pequeño y mediano.

Los administradores concursales alertan de que hay empresas viables que pueden cerrar
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EFE

La pandemia de la Covid-19 está arrasando el tejido productivo patrio. A la espera de conocer la evolución de los próximos meses, con la tercera ola de contagios desatada en todo el territorio y ante una campaña de vacunación más lenta de lo deseable para los negocios, los datos de 2020 dibujan un panorama desolador. Cada día del año se vieron obligadas a cerrar más de un centenar de empresas, en concreto, 122 compañías desaparecieron a diario de los registros de la Seguridad Social, hasta descontar nada menos que 44.759 firmas en el conjunto de un ejercicio fatídico para la economía española. Tras este desplome, diciembre se saldó con 1.295.656 empresas, un nivel que no se observaba en un balance anual desde finales de 2015.

Corren malos tiempos para las empresas. Las restricciones impuestas para frenar la pandemia impiden, desde el pasado mes de marzo, el desempeño habitual de la actividad, especialmente en sectores como la hostelería o el comercio, los más castigados por esta crisis. Son ya once meses funcionando a medio gas, en muchos casos sobreviviendo gracias al salvavidas desplegado por el Gobierno, con medidas clave como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que en estos momentos cubren las plantillas de 175.000 compañías y los sueldos de 755.000 trabajadores, o los avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Pero no todos los negocios han conseguido mantenerse a flote y así lo reflejan ya los agujeros que han dejado en las estadísticas oficiales de la Seguridad Social.

El año 2019 cerraba con más de 1,34 millones de compañías inscritas en la Seguridad Social, pero la irrupción de la pandemia que llevó al Gobierno a decretar el estado de alarma y el confinamiento en marzo de 2020 arrasó la demografía empresarial hasta hundir el dato en el mes de abril hasta los 1,23 millones, lo que significa que desaparecieron de un plumazo cerca de 110.000 negocios. Con la desescalada, no obstante, el tejido empresarial se fue recuperando durante los meses de verano -a excepción de una recaída en agosto- y posteriormente, hasta cerrar el año en torno a 1,29 millones.

El balance anual, comparando los datos de diciembre de 2020 con el mismo periodo de 2019, arroja una pérdida de 44.759 empresas en doce meses o, lo que es lo mismo, 122 compañías se dieron de baja cada día. La destrucción de tejido productivo, sin embargo, no se distribuye de igual manera en la demografía empresarial. Así, en términos porcentuales, presentan mayores desplomes interanuales las compañías de entre 10 y 49 trabajadores (un -5,9%, al pasar de 157.113 empresas en diciembre de 2019 a 147.851 en el mismo mes del año pasado, es decir, cerraron 9.262 negocios) y las de 50 a 249 empleados (un -5,2%, desde 25.154 hasta 23.834 empresas).

Les siguen, por orden de magnitud porcentual, las compañías con plantillas entre 6 y 9 ocupados, con una caída interanual en diciembre de 2020 del 4,6%, al pasar de 137.417 empresas a 131.113 inscritas en la Seguridad Social, lo que se traduce en más de 6.300 bajas. Por detrás se sitúan las empresas de 250 a 499 empleados, con un retroceso del 3,2% (de 2.633 a 2.550) y después las más pequeñas, de entre 1 y dos trabajadores, con una caída anual del 2,3% que se traduce en la destrucción de nada menos que 16.756 negocios (el 37% del total de firmas desaparecidas), tras pasar de 714.284 a 697.528.

Hasta ahora, la destrucción de tejido empresarial se ha concentrado, por tanto, en las compañías de menor tamaño. Especialmente dolorosa está siendo la crisis para los trabajadores por cuenta propia, según advertían este lunes desde la asociación de autónomos ATA, que augura unas pérdidas para el colectivo de más de 65.000 millones de euros en 2020. En cuanto al cierre de negocios, se estima que serán 300.000 los que no sobrevivirán a 2021. Por el momento, la mitad de los autónomos (1.500.000) han solicitado el cese de actividad y 400.000 permanecen cerrados. "Puedo asegurar que la mitad de los autónomos que están cobrando el cese de actividad no se van a reincorporar a la actividad", afirmaba el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Las estadísticas de empresas inscritas a la Seguridad Social también dan fe del fuerte impacto de la crisis sobre el mercado laboral. En concreto, muestran que el volumen de trabajadores por cuenta ajena ocupados en estas compañías ha pasado de más de 14,2 millones en diciembre de 2019 a 13,8 millones a cierre de 2020. En total, se han destruido 361.724 puestos de trabajo. Los datos están en línea con los registros de afiliación dados a conocer la semana pasada, que reflejaban una pérdida de 360.105 cotizantes en el año de la pandemia. A estos hay que sumar 724.532 nuevos parados y  755.613 ocupados que permanecían en ERTE a 31 de diciembre.

Desplome en hostelería

La distribución sectorial del tejido empresarial arrasado por el paso de la Covid también es representativa. Los datos que maneja el departamento que dirige el ministro José Luis Escrivá revelan que las compañías de hostelería, una de las actividades más afectadas por las restricciones sanitarias, se desplomaron en 2020 un 8,5% respecto al nivel de 2019, provocando una caída del empleo en esta rama del 19,7%. Por detrás aparecen las compañías de actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, con una disminución también del 8,5% y una caída del empleo del 15,6%, y las de transporte y almacenamiento, con un retroceso del 7,3% y una pérdida de puestos de trabajo menor, en este caso del 2,6%.

En este contexto, el Ministerio de Trabajo debate con los agentes sociales la prórroga del esquema de protección de los ERTE, clave para salvar el empleo y permitir que las empresas sigan a flote, pese a las restricciones sanitarias, ahorrándose parte de los costes laborales. La reunión de este lunes se saldó sin avances importantes, según confirman fuentes conocedoras de las conversaciones, con el entendimiento de todas las partes para extender las ayudas hasta el 31 de mayo, una vez finalizado el estado de alarma que caduca el día 9 de ese mismo mes, y agilizar al máximo los trámites para evitar un cuello de botella burocrático en las autoridades laborales. Gobierno, patronal y sindicatos volverán a reunirse este jueves.

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