Crisis en el mercado laboral

España pierde 622.600 empleos y suma 527.900 parados por la crisis de la Covid

La tasa de paro cierra el año por encima del 16%, según la Encuesta de Población Activa. La destrucción de puestos de trabajo se concentra en el sector privado y en los contratos temporales.

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España pierde 622.600 empleos y suma 527.900 parados por la crisis de la Covid
Europa Press

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de sacar la foto definitiva del mercado laboral en 2020. Y el panorama que dibuja es desolador. España perdió el año pasado 622.600 empleos y sumó 527.900 parados por la crisis de la Covid-19. Una destrucción masiva de puestos de trabajo que se tradujo en una tasa de paro del 16,13% a cierre del ejercicio, 2,35 puntos por encima del nivel de finales de 2019 (13,78%). Son las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre, que reflejan el fuerte impacto de la pandemia en términos de ocupación y desempleo y en las que el Gobierno, no obstante, ve motivos para el optimismo.

El Ministerio de Asuntos Económicos se centra en la evolución trimestral de los indicadores, que muestra una cierta recuperación del mercado laboral. En efecto, en el cuarto trimestre del año el comportamiento del empleo fue favorable respecto al tercero, con 167.400 ocupados más, hasta los 19,34 millones, y 3.100 parados menos, hasta los 3.719.800. Y ello "a pesar de la segunda y tercera olas de la pandemia", destacan desde el departamento de Nadia Calviño. También inciden en que "la creación de 737.100 empleos en la segunda mitad del año permitió recuperar el 55% del empleo perdido durante la primera parte de 2020" y en que la tasa de paro media anual se situó en el 15,5%, "mejorando las previsiones del Gobierno y del resto de analistas económicos y 1,4 puntos por encima del promedio de 2019".

Pero la evolución anual deja poco lugar a ese optimismo. El repunte del paro en 2020 pone fin a una racha de siete años de descensos y deja especialmente tocado al mercado laboral de cara a los próximos meses, aunque no por igual. La pandemia se ha cebado con el empleo privado, donde se destruyeron  748.400 puestos de trabajo en el conjunto del año, mientras el sector público sumó 125.800 ocupados. También se perdieron 19.800 autónomos en los últimos 12 meses. Respecto al empleo por cuenta ajena, el número de asalariados se redujo en 604.600, con un importante porcentaje de destrucción de empleo concentrado en los contratos temporales (397.100).

Se percibe también una importante diferencia sectorial que refleja los efectos de las medidas sanitarias para contener la propagación del virus sobre las distintas actividades económicas. Aunque en el último año el empleo se ha reducido en los cuatro sectores, el desplome de los servicios supera con creces a cualquier otro: se han perdido 537.100 ocupados. Le sigue, de lejos, la industria, con 70.100 ocupados menos. Y del lado del paro, casi no varía en agricultura (500 parados más) y se incrementa en construcción (7.900), en industria (31.900) y, de nuevo, con especial fuerza en los servicios (279.500).

Hay que tener en cuenta que a los afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) con suspensión de empleo, según la metodología de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se aplica en la EPA, se les considera ocupados. En este sentido, el INE aporta información relevante: los ocupados ausentes de su empleo en la semana de referencia pasan de 3.592.800 en el tercer trimestre del año a 1.889.100 en el cuarto, una reducción que se debe, fundamentalmente, a la menor incidencia de las vacaciones, ya que las ausencias por ERTE y paro parcial por razones técnicas o económicas "solo han descendido en 16.800 en el cuarto trimestre", de modo que esta referencia se mantiene "estable", según destaca Economía en su nota.

De la encuesta del INE también se extrae que los flujos entre los distintos estados de ocupación, paro e inactividad continuaron normalizándose en línea con lo observado en el tercer trimestre, tras la disminución de la actividad acaecida en el segundo por causa del confinamiento. "Así, se sigue recuperando el número de activos y, por tanto, reduciendo el de las personas que están fuera del mercado de trabajo", señala Estadística. Si bien en el último año la población activa se ha reducido en 94.700 personas, que han dejado de trabajar y no buscan empleo, lo que explica que la destrucción de puestos de trabajo haya sido mayor que el incremento del desempleo.

El paro juvenil escala al 40,1%

Hay un dato dramático, y es que el número de hogares con al menos un miembro activo en los que todos los activos están en paro aumentó en 2020 en 183.900, mientras que los que tienen a todos sus activos ocupados se redujo en 397.300. Estas cifras dan fe de los estragos que la crisis de la Covid están causando en las familias, desatando fenómenos como las denominadas 'colas del hambre', y de la necesidad de medidas urgentes desplegadas por el Gobierno como la implantación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), cuyo alcance en estos momentos es limitado (lo han recibido menos de 200.000 hogares de los 850.000 esperados).

También preocupa la evolución de dos colectivos: las mujeres y los jóvenes.  Y es que la tasa de paro femenina se sitúa en el 18,1%, 3,4 puntos por encima de la masculina. Esto se debe a que términos interanuales, el desempleo se incrementó de manera más intensa entre las mujeres, con 305.600 paradas más, que entre los hombres (perdieron su empleo 222.300). En cuanto a los jóvenes, colectivo especialmente afectado por el desempleo, el paro aumentó en el conjunto del año en 109.600 personas en el colectivo entre 16 y 24 años. De este modo, la tasa de paro juvenil en el cuarto trimestre de 2020 se situó en el 40,1%. Un dato desolador en comparativa con el entorno europeo.

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