España podría pagar en torno a 6.000 millones en intereses por el rescate a la banca

  • A la espera de que Bruselas decida el tipo definitivo al que prestará dinero al FROB para sanear el sistema financiero, se especula con la cifra del 3% anual. Como la normativa exige devolver esta ayuda en un plazo de 3 años, y la cantidad oscila entre 40.000 y 100.000 millones, España se enfrenta a tener que abonar unos intereses del entorno de los 6.000 millones.

Ruth Ugalde

En la cumbre que se celebrará los próximos 28 y 29 de junio será cuando se concreten las condiciones definitivas del préstamo que hará Europa al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) para rescatar a la banca.

Como ocurre cuando el Estado sale a financiarse a los mercados, este dinero se concede a cambio de unos intereses y con el compromiso de devolverlo en un plazo de tiempo pactado.

Estos dos condicionantes todavía se desconocen, pero la normativa actual del FROB dice que cuando este fondo inyecta dinero en forma de capital (como va a ocurrir masivamente)éste se debe devolver en un plazo de tres años.

Además, en el sector financiero ya se está especulando con que el tipo de interés rondará el 3% (las última colocaciones del Tesoro en bonos a tres años han sido a poco más del 4%).

Con estas cifras sobre la mesa, y teniendo en cuenta que la banca necesitará entre el mínimo de 40.000 millones que dice el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el máximo de 100.000 millones que le concede Bruselas, la cifra media del rescate serían unos 70.000 millones.

De hecho, fuentes financieras aseguran que los números que baraja el Gobierno, a la espera de las valoraciones definitivas de Oliver Wyman y Roland Berger, rondan esta cifra.

Si se aplica el citado 3% a esos 70.000 millones, resultan unos intereses anuales de 2.100 millones que, multiplicados por los tres años de vigencia que dicta la normativa del FROB, da un total de hasta 6.300 millones.

Impacto en el déficit

No obstante, todas estas cifras son estimativas, tanto porque todavía deben dictarse las condiciones definitivas del rescate a la banca, como el plazo y la cantidad. Pero ayudan a hacerse una idea del impacto que tiene el rescate a la banca en el bolsillo de los españoles.

Como explicó Guindos, el pago de intereses sí irá contra déficit, y cada décima de éste equivale a unos 1.000 millones, lo que significa que el impacto que tendrá el rescate a la banca en las cuentas podría supone un 0,2% más de déficit anual, o un 0,6% en un plazo de tres años.

En teoría, el Estado no tendría por qué asumirlo, o no todo, ya que son los propios bancos los que deberán pagar esos intereses al FROB (como han venido haciendo hasta ahora con los FROB 1y 2) y éste, a Europa.

Además, el Ejecutivo asegura que cobrará a las entidades unos intereses superiores a los que impone Bruselas al FROB y con ese margen dice que evitará un impacto en el déficit.

El problema es que está por ver todavía qué margen tendrán algunas entidades para pagar ellas esta factura, sobre todo, las nacionalizadas -Bankia, Catalunya Caixa, NovacaixaGalicia y Banco de Valencia-, ya que pasarán a ser propiedad del Estado y, por tanto, éste debe sorportar sus agujeros.

Del mismo modo, el dinero que se termine pidiendo engordará el endeudamiento del Estado y no desaparecerá hasta que los bancos devuelvan el préstamo, algo que probablemente se hará, de manera masiva, vendiendo los bancos a otras entidades.

Tercer rescate de la banca

El mecanismo diseñado por Bruselas para rescatar a la banca sin tener que rescatar a España es el mismo que se ha venido aplicando hasta ahora en los dos rescates anteriores que se han puesto en marcha pasa sanear el sistema financiero español.

En 2008, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero creó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un fondo dotado inicialmente con 9.000 millones y con capacidad para endeudarse en hasta 90.000 millones.

Los 20.000 millones que desde entonces hasta ahora ha ido dando el Estado español a la banca para rescatarla se han conseguido pidiéndoselo prestado a los mercados. El probelma es que las crecientes tensiones de las deudas soberanas, y el hecho de no haber cortado por lo sano antes, hacen que ahora los mercados nos pidan unos intereses desorbitados, y que ahora la sea mucho más cara.

La solución intermedia se ha encontrado en que Europa, vía el actual fondo de rescate o el futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad, se convierta en el prestamista, sustituyendo así el cerrado grifo del mercado.

El resto del esquema, a la espera de que en la cumbre del finales de junio haya sorpresas, es el mismo que se diseñó en 2008: el FROB pide el dinero y lo inyecta en los bancos bajo su supervisión, y el Estado es quien tiene que asumir el riesgo, con impacto en déficit y nivel de endeudamiento, hasta que se devuelva el crédito.

Mostrar comentarios