España recurre al discurso duro para no perder el control económico del Estrecho

  • El Gobierno asegura que vetará cualquier acuerdo entre la UE y el Reino Unido que no garantice la decisión española sobre Gibraltar.
Abalos
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España no está dispuesta a que "con nocturnidad y alevosía" (en palabras del mismo Gobierno español), la Unión Europea y el Reino Unido naturalicen la situación de Gibraltar y orillen la posición de España, país en cuyo territorio geográfico se encuentra el enclave británico. "Es una colonia" y eso es una anomalía que debe resolverse, señaló hasta en tres ocasiones el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, durante su participación en los I Premios Líderes que entregó este jueves La Información. Cuando España recurre, como se ha hecho ahora, a la carta del colonialismo en pleno siglo XXI es que las posturas se han disparado hacia los extremos opuestos.

En juego, el control físico sobre el Estrecho y un acuerdo de colaboración en materia de colaboración fiscal y de persecución contra el fraude, así como el cerco sobre el tráfico de tabaco ilegal, justo en una frontera clave para nuestro país y donde se calcula que alrededor de 10.000 trabajadores de la comarca (una de las que sufre mayor paro de todo el país) pasan cada día al otro lado de la Verja. Por no hablar que el otro gran fleco que ha quedado colgando en la negociación es la relacionada con la pesca, es decir, otro de los aspectos que más incumbían a las autoridades nacionales.

El futuro de todo ello, o el compromiso para una colaboración estrecha, parecía haberse cerrado entre Madrid y Londres a mediados de semana con un preacuerdo bilateral en paralelo a las negociaciones comunitarias. Y es este principio de consenso el que este viernes ha generado cierta polémica cuando el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, dijo en la BBC que ya había acuerdo. De inmediato, fuentes del Gobierno han salido al paso y han dejado claro que cualquier negociación será con Reino Unido y la UE y nunca con el Peñón en solitario. "Desde que se alcanzara el preacuerdo, con los memorándums que se anunciaron sobre Gibraltar, no se ha producido ninguna novedad", señalan desde Moncloa desmontando el anuncio de Picardo y devolviendo la pelota al terreno de juego comunitario.

Con este panorama, y a su llegada a la gala Premios Líderes de La Información en la noche del jueves, José Luis Ábalos se mostró duro y retomó así las palabras pocos minutos antes en el Parlamento del secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, quien habló de los cambios en el artículo 184 del Acuerdo y Declaración Política sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea en lo que respecta a la no inclusión de España en las negociaciones futuras sobre la Roca.

Poco después, y una vez aterrizado en Cuba en la madrugada española, el mismo presidente del Gobierno subrayaría esta oposición en bloque del Estado: se vetará el acuerdo para el Brexit que el Consejo Europeo debe adoptar este fin de semana, puesto que no se han introducido los cambios que el Ejecutivo español reclama para garantizar que tendrá poder de decisión sobre la relación futura de la UE con Gibraltar.

En la capital comunitaria, el secretario de Estado para la UE, Marco Aguiriano, había desvelado que el Gobierno estaba estudiando una oferta británica en la que Londres se compromete a reconocer que ningún acuerdo entre Reino Unido y la UE se aplicará a Gibraltar sin el acuerdo de España. Ahora, el Ejecutivo español ha dejado claro que esto no es suficiente. Las fuentes consultadas dicen que es pronto para plantearse si el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, debe ir o no al Consejo Europeo del domingo, donde está previsto que se dé el visto bueno político al acuerdo del Brexit. De hecho, consideran impensable que se celebre un Consejo Europeo con solo 26 socios, igual que no conciben un acuerdo sin España.

El Gobierno español considera insuficiente la última oferta británica debatida en Bruselas en relación con el Brexit y la negociación futura de la UE con Gibraltar, de manera que aún no ha dado su acuerdo, han informado fuentes gubernamentales. "Después de la reunión en Bruselas, no tenemos todavía todas las garantías que queremos sobre Gibraltar, no podemos considerar que haya un acuerdo", han dicho las fuentes, aludiendo en concreto a la reunión celebrada en Bruselas este mismo viernes.

El Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado y Gobierno, debe avalar políticamente el acuerdo el próximo domingo, y este órgano toma todas sus decisiones por consenso. Solo posteriormente el Tratado de salida será aprobado formalmente, y esto sí podría hacerse por mayoría cualificada de los 27, pero fuentes españolas consideran que eso no sería políticamente aceptable. En esa línea, nada más aterrizar en Cuba, el propio Sánchez ha publicado un mensaje en Twitter dejando clara su posición: "Tras mi conversación con Theresa May, nuestras posiciones permanecen lejanas. Mi Gobierno siempre defenderá los intereses de España. Si no hay cambios, vetaremos el Brexit". Fuentes del Ejecutivo han precisado que la conversación a la que se refería es la que ambos mantuvieron el miércoles, informa Ep.

Pero si hay alguien que subió sobre todo los decibelios diplomáticos ha sido Aguiriano, el secretario de Estado de la UE: "Si este Gobierno obtiene la claridad suficiente, validada jurídicamente acerca de las implicaciones del famoso articulo 184, apoyará los textos en el próximo Consejo Europeo. Si no, no", dijo en su comparecencia ante la comisión mixta para la UE del Congreso.

Aguiriano se refería así al problema surgido hace unos días con el "descubrimiento" de que "alguien, con nocturnidad y alevosía" había incluido en el texto acordado del Acuerdo de Salida un artículo según el cual, en el futuro, los asuntos sobre Gibraltar se abordarían entre Reino Unido y la UE, sin mencionar a España. El artículo, "desconocido por todos salvo por quien o quienes lo introdujeron casi con alevosía y nocturnidad", fue descubierto por el equipo de Exteriores la noche del pasado miércoles, ha asegurado Aguiriano, según Efe.

Desde entonces, el Ministerio que dirige Josep Borrell ha consultado con la Asesoría Jurídica Internacional, con la Abogacía del Estado y con expertos legales y constitucionales y ha llegado a la conclusión de que el texto del acuerdo y de la declaración política deben especificar este punto. "Tiene que quedar meridianamente claro que cualquier relación futura entre la UE y Reino Unido debe contar con el visto bueno de España", ha subrayado en varias ocasiones Aguiriano. "Eso exige clarificación, negro sobre blanco, que no hay ninguna posibilidad de que se pueda entender como nos tememos", ha precisado el secretario de Estado, para quien "si no hay riesgo" de que se entienda mal, "que lo escriban; simplemente".

Aguiriano ha revelado que el presidente Sánchez ha hablado con la primera ministra británica, Theresa May, sobre este asunto y las posiciones son las mismas "antes y después de la conversación". Según el secretario de Estado, May se felicitó de los acuerdos alcanzados en los memorandum, por lo que Sánchez le dijo que si la negociación directa y bilateral había funcionado tan bien, por que no la extendían a otros temas y se retiraba el artículo 184. May hizo "toda una serie de consideraciones sobre su fragilidad política, los riesgos de la falta de mayoría y pidió solidaridad y apoyo", ha asegurado Aguiriano.

Desde Londres, sin embargo, la premier británica ya había desplegado ante los parlamentarios su postura firme en torno a Gibraltar y la defensa que hará su país sobre su soberanía. La protegerá a toda costa, concluyó. 

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