La recuperación está en entredicho

España se la juega el segundo trimestre con las vacunas y la vuelta del turismo

Todos los analistas advierten que solo si se recupera la confianza y la movilidad se podrá salvar la campaña del verano y poner las bases de la recuperación económica hasta que lleguen las ayudas europeas.

Nadia Calviño
España se la juega en el tercer trimestre con las vacunas y la vuelta del turismo.
Agencia EFE

La economía española se la juega entre abril y junio. “Vacunación, vacunación y vacunación” es el karma que se repite en el Ministerio de Economía y entre los principales analistas que saben que si el consumo y la inversión no recuperan la confianza en que es posible parar la pandemia se perderá la temporada turística, y la economía puede sufrir un revés muy duro tras más de un año de crisis. La incertidumbre que todavía reina sobre la llegada del Fondo UE para este año y la amenaza de una cuarta ola de contagios que ya está en ciernes, vuelca todas las opciones de empezar a recuperar la economía en la campaña turística del verano, un sector especialmente azotado por la crisis y que no funcionará si no se les administra oxígeno con ayudas directas antes de junio y se coordinan bien las restricciones, para que tanto los españoles como los extranjeros recuperen la confianza y vuelvan a viajar en cuanto exista la mínima opción de hacerlo.

El Gobierno prevé triplicar la llegada de vacunas a España en este trimestre, a razón de más de dos millones por semana, de forma que tanto los ciudadanos como los posibles visitantes puedan comprobar pronto que son efectivas para garantizar cierta seguridad en la movilidad y en la prestación de servicios. Esa es la clave que se maneja en el Ejecutivo de cara al verano, con solo una gran incógnita en el horizonte: cuál será el alcance de la cuarta ola de contagios, que está empezando a verse en los datos de primeros de abril y que puede activarse mucho más a finales de mes por los movimientos en Semana Santa, aunque sean dentro de los límites perimetrales de cada autonomía.

Con ese escenario tan crítico para estos meses, el turismo agoniza y espera ‘como agua de mayo’ las ayudas directas que acaba de aprobar el Gobierno y que son la única forma de que muchas de sus empresas (aerolíneas, alojamiento, agencias, entretenimiento, servicios auxiliares, etc.) no tengan que echar el cierre antes incluso de que llegue el verano. Desde la alianza Exceltur se han lanzado todas las alarmas, a la vista de que los diferentes planes que se han aprobado para el sector desde junio del año pasado (‘Plan Renacer’) han esquivado las ayudas directas y solo han servido para endeudar más a las empresas. “Está demostrado que hay demanda -explica el vicepresidente de la alianza turística José Luis Zoreda-, pero no se prioriza al sector ni se buscan soluciones coordinadas con Europa; al contrario, se mandan mensajes contradictorios, como lo de las mascarillas en la playa o las PCR que valen para extranjeros, pero no para el turismo interior, que no generan confianza a nadie”.

El sector turístico espera que le lleguen la mayor parte de los 7.000 millones de euros en ayudas directas que el Congreso aprobó la semana pasada, pero la apertura a nuevos sectores y los 98 segmentos de actividad que entran en ese reparto tampoco han causado entusiasmo entre unos empresarios que, “no es que hayan caído sus ingresos, sino que han tenido que cerrar o parar por culpa de las restricciones que el Gobierno impone por la pandemia”, explica Zoreda, como una razón de peso para ser los principales perceptores de los fondos. Además, la gestión de esas ayudas se ha descentralizado para que sean las comunidades autónomas quienes las otorguen, algo que complica la burocracia y que puede enmarañar su concesión con la emergencia necesaria, tal y como se ha advertido incluso desde Funcas.

Con los datos sobre la mesa, el sector de las agencias de viajes ha visto caer un 85% sus ingresos, casi lo mismo que todo el ámbito del transporte, incluidas tanto aerolíneas como autobuses, trenes u otro tipo de servicios. Los datos de Exceltur marcan además una caída del 75% en el alojamiento, con camas que no se ofertan desde hace dieciocho meses, cuando se desató la crisis de Thomas Cook. El impacto en el ámbito de los bares y restaurantes vinculados al sector turístico es de cerca del 40%, si bien hay que aclarar que este tipo de establecimientos son solo la tercera parte de todo el sector de la hostelería en España.

“Si el turismo no abre paso a la recuperación serán muchas las empresas que tengan que cerrar y muchas las personas que pasarán del ERTE al paro directamente”, advierte el profesor de Economía de Comillas-ICADE Emilio González, tras recordar que estamos en los niveles de confianza del consumidor del año 2008. “Si a eso le añadimos que Reino Unido o Alemania están reteniendo a sus ciudadanos para que no salgan, el riesgo de perder la temporada puede destruir muchas pequeñas empresas que dependen de la actividad turística, no solo a los grandes”, remata.

“No hace falta llegar al 70% de la población en verano -cosa que es ya casi imposible-, con el 50% valdría o con gente con una sola dosis aplicada, el caso es que la gente vea que la vacuna es capaz de enfrentarse a la nueva ola y frenar los contagios para recuperar la confianza en la economía del país”, explica un analista de una de las principales entidades financieras del país, que corrobora que la clave está en demostrar en este trimestre que somos capaces de administrar todas las vacunas que llegan de forma rápida y efectiva, es decir, sin problemas logísticos ni de suministro, como hasta ahora. Frente a ello, los datos de cada día son más preocupantes y la campaña de vacunación, hasta ahora, muy corta o “casi ridícula”.

Mostrar comentarios