Españoles, griegos, irlandeses y rumanos: los más empobrecidos por la crisis

La cuenta es de las más básicas. Se coge toda la riqueza de un país (es decir, el Producto Interior Bruto) y se divide entre todos los habitantes del Estado. El resultado debería marcar lo rico que es ese ciudadano en relación a sus vecinos. A eso se le llama renta per cápita y la evolución de la española en los últimos años ha desgastado todo lo conseguido en años anteriores.

Ahora, en el fin del ejercicio de 2010, y partiendo de los datos revelados ayer por Eurostat (la oficina estadística comunitaria), los españoles son algo más pobres que el año precedente. Dentro de los límites de la UE, sólo Grecia, Irlanda y Rumanía presentan recortes a estas alturas. El resto ha remontado ya el vuelo.

De una forma concreta, la renta per cápita a precios constantes (que incluye el efecto de la inflación) se redujo en España en un 0,5% durante 2010, después de haberlo hecho ya un 4,4% el año anterior y un 0,7% en 2008. En total, tres años consecutivos cuando la mayoría de los integrantes de la UE sólo recortaron su riqueza dos ejercicios: 2008 y 2009.

Al menos, los otros compañeros de números rojos retrocedieron en mayor medida:Rumanía, un 1,1%; Irlanda, un 1,2%; y Grecia, un 4,7%. Portugal, sorprendentemente, tuvo un paréntesis de alivio en 2010, cuando repuntaron sus cifras.

Toda esta rebaja continuada ha provocado que la renta por habitante retroceda hasta los mismos niveles que presentaba en 2004: 16.800 euros el año pasado frente a los 16.700 de hace siete años.

Y todo esto también ha empujado a que, en cuanto se relacionan los datos y se promedian, España también haya perdido posiciones.

De este modo, el PIB por habitante cayó del 103% de la media de la Unión Europea en 2009 al 101% en 2010. Desde el inicio de la crisis en 2007, la renta per cápita de los españoles (que se situaba en el 105%) acumula una caída de cuatro puntos respecto al promedio comunitario.

El Gobierno, sin embargo, se resiste a ver sólo el lado negativo. Al poco de hacerse públicos los datos de la oficina europea, matizó los números y recordó que las cifras han mejorado ostensiblemente en los últimos años, de forma que se han recortado los diferenciales con otras potencias como Reino Unido, Francia e incluso rebasado a Italia. Lo que es cierto.

No obstante, para encontrar mejores sensaciones hay que fijarse en otra de las tablas de Eurostat, la del PIB per cápita nominal (sin actualizar la inflación). Según estos datos, la riqueza de cada español, si se repartiera a partes iguales todo el país, sería de de 23.100 euros en 2010.

La cifra supone un ligero aumento de 200 euros en relación a 2009, pero, como decíamos, al excluir la inflación (uno de los mayores problemas de nuestra economía), las cifras son siempre más amables. En cualquier caso, la realidad es que este indicador era de 23.500 euros en 2007, con lo que la crisis también ha arañado este flanco en un 1,7%.

Cifras similares de bajada (del 1,5%) durante este trienio ha sufrido Italia, mientras que Grecia aún mantiene cierto colchón (ya que su caída comenzó más tarde desde la estadística recabada por Eurostat) y no ha entrado en negativo. Irlanda, por su parte, se desploma un 20% y Francia mantiene el tipo a duras penas. Alemania repuntó en 2010, con lo que vuelve a estar fuera de categoría.

Mejores son los resultados para España si se amplía el análisis a la década completa. En este caso, es de las que más puede presumir entre sus compañeros europeos, porque la renta por persona se incrementó un 38% entre 2001 y 2010. Alemania lo hizo un 19%, Italia se quedó en un 16% y Francia avanzó un 21%.

¿La conclusión? Que los años de bonanza recortaron las diferencias, pero la crisis ha limado los buenos datos en el último tramo. Para los dos próximos ejercicios, Eurostat prevé crecimientos del PIB (y del PIB por habitante) menores para España en relación al resto, con lo que las reservas positivas se irán mermando aún más.