Según Eurostat

Un 14% de españoles pagaba con retraso hipoteca y facturas antes de subir tipos

España se encuentra entre los cinco países donde la proporción de personas que viven en hogares que se retrasan en sus pagos se ha incrementado en el periodo entre 2010 y 2021, especialmente tras la Covid

Concentración de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca frente al Congreso
Concentración de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca frente al Congreso
Europa Press

Un 14% de los españoles tenían dificultades para hacer frente a la hipoteca, el alquiler o las facturas y se retrasaban en los pagos relacionados con su hogar en 2021, antes de que la inflación se hubiera desbocado en España y en Europa y de que el Banco Central Europeo (BCE) empezase a subir los tipos de interés para hacerle frente. Ese porcentaje es cinco puntos superior a la medida de familias europeas que se encuentran en la misma situación (9,1%) de acuerdo con las cifras que maneja Eurostat, y que ayudan a acotar algo más ese grupo de familias vulnerables que solo aparece reflejado en parte en las estadísticas.

España se encuentra entre los cinco países donde la proporción de personas que viven en hogares que se retrasan en sus pagos se ha incrementado en el periodo entre 2010 y 2021, especialmente desde que estalló la pandemia de coronavirus hace ya tres años. Es lo contrario que ha sucedido en el resto de países de la Unión Europea, donde la tendencia ha sido a una reducción paulatina. Con todo, al final de ese periodo Grecia (36,4% de su población con dificultades para abonar sus facturas), Bulgaria (20,4%), Chipre (17,3%) o Croacia (16,6%) se encontraban en una situación peor. 

El Banco de España entiende por familias vulnerables a aquellas que deben dedicar el 40% de sus rentas a pagar sus deudas. La oficina de estadísticas europea va más allá al analizar la llamada tasa de sobrecarga del coste de la vivienda, el porcentaje de la población que vive en hogares en los que los pagos totales relacionados con la casa representan más del 40% de su renta disponible. Esa tasa afecta al 11,4% de quienes viven en las ciudades españolas y a un 5,3% de quienes habitan en áreas rurales. 

En el primer caso el porcentaje está también por encima de la media comunitaria, puesto que el 10,4% de los europeos que viven en una urbe se ven afectados también por ese exceso de costes en relación a su renta disponible. Sin embargo, la clave está en que los últimos datos de que dispone Eurostat hacen referencia al año 2021 y no contemplan aún la peor parte de la crisis inflacionaria y energética que se han visto agravadas por la invasión rusa de Ucrania.

En verano de ese año arrancó la crisis energética y los bolsillos comenzaron a notar el alza de precios de la electricidad o el gas. La inflación se situó de media en el 6,5% en el conjunto del ejercicio, dos puntos por debajo de como cerró el año pasado, cuando llegó a tocar techo en el 10,8% en julio, el mismo mes en el que el BCE dio inicio a las subidas de los tipos y cuando el Euríbor a doce meses, la principal referencia para los hogares con hipoteca a tipo variable, inició su escalada en vertical hacia el 3,337% al que despidió de media el mes pasado

Aumento de la pobreza energética en España

Tensión por la hipoteca y con los recibos de la luz y el gas. La pobreza energética en España ha aumentado en los últimos años, y quizá esté aumentando todavía, tal y como apunta Guillermo García Álvarez en un informe publicado por Funcas. En 2021, un 14% de los hogares no podían mantener una temperatura adecuada, porcentaje que dobla la media de la UE (que se sitúa en el 7%). Las medidas adoptadas a lo largo de los dos últimos años pueden paliar, en su opinión, los incrementos en el coste de la electricidad para los consumidores, pero no son soluciones viables a largo plazo, dado que su coste es exorbitado. 

"Las medidas actuales solo se centran en el corto plazo y no combaten el proceso inflacionista. Es evidente que las medidas de compensación a hogares o sectores vulnerables, pero requieren de un diseño eficaz para que surtan efecto", señala. En este tiempo se han ido concatenando medidas como las rebajas de impuestos a la energía o el llamado 'tope ibérico' al gas, pero también la bonificación de los carburante, los Códigos de Buenas Prácticas para aliviar la carga hipotecaria (que según el Gobierno afectarían a más de un millón de hogares), la rebaja del IVA de los alimentos, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o la aprobación del cheque de 200 euros con bajos niveles de ingresos y de patrimonio, entre otras. 

En pleno frenazo de la economía y de aumento de los costes de financiación para familias y empresas, preocupa lo que pueda suceder los próximos meses, sobre todo de cara al siguiente invierno en caso de que la guerra se prolongue. De momento, solo el 16 % de las familias que no pueden calentar su casa en invierno tiene acceso al bono social, según las cifras que maneja Save the Children. De acuerdo con sus cálculos, en España, 4,5 millones de personas abonan sus facturas con retraso por las dificultades económicas que atraviesan, mientras que más de 6,7 millones no pueden mantener su casa a una temperatura adecuada.

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