La economía de Estados Unidos ha seguido creciendo en el segundo trimestre, pero a un ritmo menor al de los dos trimestres anteriores, lo que le ha llevado a marcar una tasa anualizada del 2,4%, frente al 2,6% previsto por los analistas consultados por Bloomberg.
Esta noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los inversores estadounidenses. La Bolsa de Nueva York ha abierto ala baja: el índice Dow Jones de Industriales se deja en torno el 0,8% (-84,09puntos), hasta 10.383,07 puntos; mientras que el selectivo S&P 500cede el 0,85% y el mercado Nasdaq bajaba un 1,09%.
Este negativo arranque confirman las malas pulsaciones adelantadas por los futuros, que tras conocer el pobre dato de crecimiento del PIB marcaron cifras negativas en las horas previas a la apertura de Wall Street.
Entre enero y marzo, el producto interior bruto (PIB) había aumentado a una tasa anualizada del 3,7%, frente al 2,4% cosechado entre marzo y junio. Esta último dato también está muy por debajo del incremento promedio del 4,4% en los seis meses anteriores.
Gran parte de la pérdida de ímpetu en el segundo trimestre se debió al déficit en el comercio exterior, según las cifras del Gobierno de Barack Obama.
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