Madrid concentra casi el 60%

El estrago del procés: Cataluña aglutina solo el 4% del sector bancario de España

Otra de las causas de la falta de presencia de entidades de crédito en el territorio catalán se ha debido al proceso de integración que llevó a cabo el sector tras la crisis económica del año 2008.

sede la caixa
El estrago del procès: Cataluña aglutina solo el 4% del sector bancario de España.

Alex Saiz es el propietario de la fintech Monei, una empresa que, según su página web, "simplifica tus pagos online" y que se ha convertido en la última compañía en recibir una licencia bancaria del Banco de España, la número 241 del país. Sáiz, que es de Cataluña, decidió instalar su negocio en una ciudad a 900 kilómetros de su tierra, Málaga. La razón de elegir esta ciudad no es vana, se debe a que "está siendo un lugar de atracción de startups que permite la retención de la plantilla" y posee una "buena ratio de permanencia y un buen nivel de infraestructuras". Saiz sostiene que Málaga está "al mismo nivel" que la capital de donde él procede, Barcelona. 

Cuando el Banco de España concede una licencia bancaria a una empresa, ésta se convierte en una entidad de crédito. Sin embargo, este concepto no solo representa a los bancos, sino también a las cajas rurales y a las cooperativas, entre otras. A partir de los datos ofrecidos por la máxima autoridad monetaria del país, observamos como Madrid -con 144 licencias bancarias- es la comunidad con mayor número de entidades de crédito. Le siguen la Comunidad Valenciana -con 36 licencias bancarias-, Andalucía -con 15 licencias bancarias-, Cataluña -con 11 licencias bancarias- y País Vasco, con 8 licencias bancarias. Cabe resaltar que La Rioja y las dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) no tienen ninguna entidad de crédito con el domicilio social en su territorio.

Tras esta clasificación, surge una pregunta: ¿por qué el sector bancario no apuesta por Cataluña? Mientras que Madrid posee el 59,7% de las entidades de crédito de todo el país, Cataluña solo aglutina el 4,5%, y, además, está por detrás de dos territorios (Comunidad Valenciana y Andalucía) que tienen un PIB regional inferior al suyo. Las dos causas que han motivado estos datos negativos para la comunidad son dos: el proceso de concentración del sector bancario tras la crisis del año 2008 y la inestabilidad política, y por ende, económica tras el proceso soberanista que comenzó en dicho territorio en el año 2012 de la mano de Artur Mas. 

Una de las actuaciones que se llevaron a cabo para sanear el sistema financiero español fue por medio de la integración de innumerables entidades. De esta forma, muchas de ellas, que residían en el territorio catalán, desaparecieron. Así, Caixa Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu se fusionaron para convertirse en Unnim Banc, que acabaría integrándose en el BBVA. Un mismo destino que compartieron Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa. Por otro lado, Caixa Penedés, acabó integrándose en el Banco Mare Nostrum, que éste acabaría siendo absorbido en 2018 por Bankia, mientras que Caixa Girona y La Caixa se integrarían para más tarde fusionarse con Banca Cívica y crear Caixabank. El resultado final fue un notable decrecimiento en el número de entidades.

El procés, el enemigo del sector bancario

"Verán que hay un pueblo en marcha que quiere decidir libremente su futuro y quiere conquistar su libertad (...) nosotros no somos vasallos del Estado español". Con estas palabras concluía su último mitin de campaña el candidato nacionalista Artur Mas. Tras esas elecciones -del año 2012-, Mas alcanzó una mayoría suficientemente amplia para gobernar y, puso así la primera piedra de lo que sería el proceso soberanista catalán, que concluiría en 2017 con la fallida declaración unilateral de independencia de Carles Puigdemont. Durante ese tiempo (2012-2017) Cataluña solo consiguió atraer a su territorio una única entidad de crédito, la plataforma de crédito Younited.  

En cambio, en esos cinco años en Madrid llegaron hasta 44 nuevas entidades de crédito, como Andbank, Evo Banco, SMBC o Bnext. En la Comunidad Valenciana el número de entidades con licencias bancarias triplicó el de Cataluña, destacando el Banco Sabadell y Caixabank -que ambos cambiaron su sede en plena efervescencia del procés a Alicante y Valencia respectivamente-, y la compañía de pagos irlandesa PFS. Mientras que en Andalucía, en esos cinco años, el número de nuevas entidades de crédito multiplicó por cuatro el de Cataluña, destacando Currencies Direct, Sefide o Monei, la última en aterrizar en España de la mano del empresario catalán.

En estos últimos tres años, tras la resaca del procès, Cataluña solo ha conseguido incorporar una entidad de crédito en su territorio: la fintech española Unnax (en el año 2020). En cambio, Madrid ha atraído desde 2018 a 23 entidades con licencias bancarias, como Western Union, Natwest, Finpay o CACF. Por otro lado, prueba de la decadencia del sistema bancario catalán se ve reflejado en La Caixa, un banco que mantiene su centro de dirección en Cataluña, pero que tiene en Madrid otra sede operativa y establecimientos financieros, como Caixabank Payments & Consumer.

El sistema bancario sigue siendo el agente más relevante para proporcionar financiación a la mayor parte de las empresas, para canalizar el ahorro y para el buen funcionamiento del sistema de pagos. El hecho de que Cataluña no atraiga entidades de crédito no solo afecta a la propia consejería de Hacienda, que recaudará menos al no tener empresas que instalen su domicilio fiscal allí, sino que esta situación podría contagiar al tejido empresarial y que éste siguiese una misma dinámica.

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