La vida de Hachmi, un treintañero de Marsella, cambió por completo el 1 de septiembre de 2017. La tarde de ese día descubrió que había ganado el bote del Euromillones, embolsándose una cifra de 28 millones de euros, es decir, el 38º premio más alto ganado por un ciudadano galo en juegos de lotería. Su vida humilde trabajando de mensajero dio paso a una de lujo con un Porsche en su garaje, lo que suscitó la envidia y las amenazas de habitantes de su barrio.
Hachmi nació en Bouches-du-Rhône, barrio marcado por la precariedad y la violencia del norte de Marsella, donde la fiebre consumista y lujosa del ganador del Euromillones no pasó desapercibida.
Sintiéndose amenazado y ante la posibilidad de que le robasen el dinero, el afortunado se compró un arma y munición. Sin embargo, su inclinación hacia la autodefensa lo llevó a los tribunales, según informa 'La Provence'.
De poco sirvieron sus excusas, alegando amenazas y agresiones. "Me agreden y me amenazan regularmente. La gente siempre trata de extorsionarme", explicó ante el juez.
Su abogado alegó que la fortuna había ido a llamar a su puerta y él no se lo esperaba. "El dinero da felicidad si lo utilizamos bien. Mi cliente ha demostrado generosidad y ha sido atacado por extorsionadores", indicó.
Finalmente, fue acusado de compra, posesión y transporte de armas, lo que dio lugar a una condena del pago de una multa de 12.000 euros. Una ganga teniendo en cuenta el dinero que ingresó con el Euromillones.
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